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Consiguen curar a un tercer paciente con VIH gracias a un trasplante de células madre

El tratamiento consiste en la sustitución de las células de la médula ósea por células de donantes con una mutación que impide al virus causante del sida entrar en las células inmunitarias.

(C. Goldsmith / Wikimedia Commons)

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Un enfermo de sida alemán se ha convertido en la tercera persona en el mundo en ser declarada limpia del virus. El hombre, de origen alemán y 53 años, cuya identidad no ha sido revelada, recibió un tratamiento por el que se sustituyen sus propias células de la médula ósea por células madre resistentes al VIH de un donante.

El tratamiento que se ha venido aplicando desde hace años es mediante antirretrovirales. Con estos medicamentos se consigue reducir la presencia del virus en el organismo hasta niveles casi indetectables, así como prevenir el contagio a terceras personas. Sin embargo, el virus, aunque bloqueado por el sistema inmunitario, sigue estando presente en el cuerpo, y, cuando se dejan de tomar los retrovirales, vuelve a replicarse y extenderse.

Elimina completamente el virus del organismo

Según informa la revista Nature, el nuevo tratamiento sí conseguiría eliminar completamente los últimos reductos del VIH en el organismo. Eso es lo que ha sucedido con el tercer sujeto, al que se ha denominado paciente de Düsseldorf, para preservar su identidad. El sujeto dejó la terapia antirretrovírica en 2018 y desde entonces no ha vuelto a desarrollar el VIH.

La mala noticia es el paciente de Düsseldorf pudo recibir el tratamiento experimental porque se le diagnosticó leucemia. En 2013, un equipo dirigido por el virólogo Björn-Erik Jensen en el Hospital Universitario de Düsseldorf (Alemania) destruyó las células cancerígenas de la médula ósea del paciente, sustituyéndolas por células madre de un donante con la mutación CCR5Δ32/Δ321. Esta mutación impide que la proteína CCR5 se exprese en la superficie celular. El VIH utiliza esa proteína para entrar en las células inmunitarias, por lo que la mutación hace que las células sean efectivamente resistentes al virus.

"Demuestra que no es imposible"

Los investigadores tomaron muestras de sangre y de tejido durante los cinco años posteriores, en los que siguieron encontrando restos del virus y células inmunitarias que reaccionaban específicamente ante el VIH. Esto podía suponer la presencia de un depósito oculto del virus activo o "un cementerio" de restos virales.

La prueba definitiva fue hacer que el enfermo dejara de tomar la terapia con antirretrovirales. "Esto demuestra que no es imposible, sino muy difícil, eliminar el VIH del organismo", apuntó el doctor Jensen. El investigador señaló que ha realizado el tratamiento en otras personas que presentaban el mismo cuadro de infección de VIH y cáncer, pero que aún es pronto para poder sacar conclusiones y divulgar sus conclusiones.

Su aplicación a pacientes sin leucemia es complicada

Sin embargo, es poco probable pudiera aplicarse a pacientes que no padezcan leucemia, debido al alto riesgo asociado al procedimiento. Sobre todo por la posibilidad de que un individuo rechace la médula de un donante. Por ello, la investigación está estudiando la posibilidad de utilizar células madre extraídas del propio organismo y modificadas genéticamente para que presenten la mutación CCR5Δ32/Δ322,3, eliminando la necesidad de células de donantes.

Los precedentes

Con anterioridad, el tratamiento se probó eficaz con otros dos pacientes. El primero fue Timothy Ray Brown, conocido como el paciente de Berlín, en 2007. Brown fue sometido a un transplante de médula ósea, aunque se destruyeron las células infectadas y fueron sustituidas por células madre de un donante sano, que el equipo había seleccionado con la mutación CCR5Δ32/Δ32. Tras el procedimiento, Brown nunca más desarrolló el VIH hasta su muerte, en 2020.

En 2019, los investigadores hicieron público que el mismo procedimiento parecía haber curado al paciente de Londres, Adam Castillejo. El año pasado, los científicos anunciaron que un paciente de Nueva York había permanecido 14 meses sin VIH y que podía estar curado, aunque advirtieron de que era demasiado pronto para estar seguros.

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