Seis de cada diez mujeres que abortaron recibieron "un alto nivel de presión" externa para hacerlo
Según un estudio, casi el 50% de las encuestadas tuvieron conflictos morales después de abortar bajo la coacción de su pareja, un familiar u otra persona.
Según un estudio elaborado por el Instituto Charlotte Lozier publicado por la revista Cureus, seis de cada diez mujeres (60,6%) que abortaron denuncian que sufrieron "un alto nivel de presión para abortar por parte de una o más fuentes, y esas mismas mujeres informan de niveles más altos de problemas posteriores de salud mental y calidad de vida". El 23% indicó que el nivel de coacción fue un poco más leve que el anterior.
El estudio, llamado Efectos de la presión para abortar en las respuestas emocionales y la salud mental de las mujeres, se solicitó a las encuestadas que indicasen la procedencia de dicha presión: su pareja masculina, algún miembro de su familia, otra persona, preocupaciones económicas y otra presión circunstancial.
El 31,3% de las encuestadas afirmaron haber abortado por presión de su pareja masculina; el 34,7% por algún familiar; y el 23,7% por otra persona. El 54,6% explicaron que su decisión se vio forzada por preocupaciones económicas y el 64,7% por otro tipo de circunstancia.
Uno de los dilemas que se plantea en el estudio es si las clínicas abortistas deberían permitir que las pacientes aborten tras recibir la presión a hacerlo. Al respecto, David Readon, doctor asociado al Instituto Charlotte Lozier y coautor de la investigación, dijo:
Deterioro de la salud mental
Cuando una mujer recibe presiones para abortar puede tener graves consecuencias para su salud, tanto física como mental. En lo que respecto a la salud mental, el doctor David Reardon señaló:
Por su parte, la investigadora del Instituto Charlotte Lozier Tessa Longbons, coautora del estudio, culpó a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) por ser, en parte, responsable de las presiones a las mujeres para que aborten:
En el estudio se observa que casi la mitad de las mujeres (49,1%) que abortaron por presión de alguno de los parámetros expuestos anteriormente (pareja, familiar, ...) explicaron que tuvieron conflictos morales por abortar; mientras que el 46,3% señalaron que tuvieron conflictos familiares.