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Gran Hermano: permitir que una app acceda a tu ubicación puede dar tus datos al Gobierno

Entidades en defensa de las libertades civiles denuncian el incremento de compra de datos de particulares por parte de agencias gubernamentales

Pixabay

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¿Acepta que las aplicaciones puedan acceder a su ubicación cuando las descarga? ¿Pincha 'ok a todo' cuando le requieren permisos para poder desarrollar su función? Acaba de dar un paso más para entrar en el Gran Hermano. Con esos gestos tan corrientes estaría dando su consentimiento a que esos datos acaben en manos del Gobierno. Así lo denuncian varias organizaciones en defensa de las libertades civiles en el mundo digital. Además, advierten de que cada vez es más frecuente la compra de material de rastreo de dispositivos y datos privados por parte de las fuerzas de seguridad.

Las alarmas saltaron con la respuesta de J. Russell George, inspector general del Departamento del Tesoro, a una pregunta de Wyden y de la senadora demócrata Elizabeth Warren sobre la compra de datos de localización por parte del IRS a la empresa privada de análisis de datos Venntel. La entidad gubernamental estaría obteniendo datos privados de particulares, sin orden judicial, a través de esta operación.

En el escrito de respuesta, el aludido indicaba que los funcionarios aseguraron no necesitar mandato judicial, ya que "la información disponible había sido entregada voluntariamente a través de permisos individuales" en las aplicaciones y dispositivos que utilizan.

El negocio de la compra venta de datos

El proceso es el siguiente. Muchas aplicaciones para smartphone solicitan poder acceder a la ubicación del usuario cuando es utilizada para habilitar algunas funciones. Una vez consiguen esa autorización expresa del usuario, la aplicación puede compartirlo con terceros. Las empresas de análisis de datos negocian con los desarrolladores de aplicaciones -o incluso otras compañías- para conseguir la información, analizarla y venderla a otras entidades privadas o públicas.

Más allá de lo clarificador que resulta el ejemplo, no se trata de un caso particular. Existe una tendencia, cada vez mayor por parte de las fuerzas de seguridad y de los departamentos encargados de investigación, de proceder a la compra de información del uso de dispositivos telefónicos y digitales de ciudadanos a través de empresas de análisis de datos. El debate sobre seguridad y libertad individual vuelve a estar servido.

El eterno debate seguridad vs libertad

Uno de los últimos casos ha sido hecho público por la Electronic Frontier Foundation, una organización sin ánimo de lucro dedicada a "defender las libertades civiles en el mundo digital". La entidad ha conseguido, en virtud de la Ley de Libertad de Información, documentación sobre departamentos de policía locales y estatales, incluso federales, que compraron una herramienta de rastreo de teléfonos móviles que puede vigilar los movimientos de los ciudadanos.

Se trata de Fog Reveal, de la empresa Fog Data Science, que presume de disponer de "miles de millones" de datos de más de 250 millones de personas. La entidad tiene o ha tenido entre sus clientes al menos a 18 fuerzas de seguridad locales, estatales y federales.

"Una vulneración de la Cuarta Enmienda"

En declaraciones a Just The News el socio gerente, Mathew Broderick, insistió en que la labor que hacen es positiva para la sociedad: "Llenamos un vacío para los departamentos con poca financiación y personal. Las fuerzas de seguridad locales están en primera línea en los casos de tráfico y desaparición de personas y, sin embargo, estos departamentos suelen estar atrasados en la adopción de tecnología".

No todos tienen una visión tan positiva de lo que implican estas asociaciones. Aaron Mackey, abogado principal de la EFF, denuncia que "Los informes y una reciente investigación de la EFF confirman que las fuerzas de seguridad de todo el país acceden regularmente a nuestros movimientos privados -con la posibilidad de rastrear nuestra vida cotidiana- a menudo sin una orden judicial. Esto vulnera a la Cuarta Enmienda y permite una amplia vigilancia que puede barrer a cualquiera que se encuentre cerca de la escena de un crimen".

"Capta todo, salvo el olor de la electricidad"

Otro ejemplo, en este caso relacionado con Internet, y no con los móviles. Varias secciones del ejército estadounidense contrataron el acceso a Augury, de la empresa de ciberseguridad Team Cymru capaz de cubrir más del 90% del tráfico mundial de Internet. Además, puede proporcionar acceso a los datos de correo electrónico de las personas, a su historial de navegación y a otra información, como sus cookies sensibles de Internet, según documentos revisados por Vice la semana pasada. En palabras de un experto en ciberseguridad contactado por la publicación: "capta todo salvo el olor de la electricidad".

Esto ha hecho que conocidos abogados especializados en la defensa de las libertades civiles, como Alan Dershowitz ,exploten: "Es demasiado Gran Hermano. Y las conexiones que existen ahora entre la industria privada y el gobierno se están convirtiendo en uno de los grandes temas del siglo XXI: Google y Facebook y si Google y Facebook tienen o no que recibir instrucciones del gobierno".

"La única razón por la que permitimos que personas privadas te rastreen con fines comerciales es porque asumimos que no acabará en manos del gobierno. Si el gobierno quisiera hacer lo mismo, necesitaría una orden judicial. Rastrearon a Mike Lindell Estaba cazando con sus amigos, y estaba en Hardees - ¿cómo lo encontraron? ¿Compraron datos? ¿O tenían un GPS en él? ¿O rastrearon su teléfono celular?", se pregunta Dershowitz.

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