Un Picasso hispano de 10 años
Andrés Valencia, de origen mexicano, ha vendido obras por 230.000 dólares y expuesto en prestigiosas ferias y galerías de arte.
Sofía Vergara, Tommy Mottola y Channing Tattum son algunos de los famosos que presumen de tener en su hogar una pintura de Andrés Valencia. El fenómeno californiano, con 10 años, ya ha expuesto en prestigiosas galerías de arte y vendido obras por 230.000 dólares. Y todo sin dejar de hacer los deberes de mate en su cuarto...
Porque, a pesar del éxito -y del dinero- que está cosechando, "mi hijo es un artista, pero primero es un niño", asegura Elsa, su madre. Tanto ella como su marido, Guadalupe Valencia, son mexicanos. Elsa es diseñadora de joyas y Lupe, abogado y agente de deportistas, como el boxeador cubano Frank Sánchez. La familia reside en San Diego, California.
Artista, pero primero niño
Cuando Andrés tenía cuatro años, sus padres comenzaron a notar que pasaba horas sentado en el comedor. Cuando observaron más atentamente, se percataron de que trataba de copiar una obra del grafitero Retna, cliente de Lupe. Pronto, el Pequeño Picasso, como le han apodado, comenzó a vender pinturas a familiares y amigos por 20 dólares.
Sería otro cliente del padre, Bernie Chase, dueño de la galería Chase, el que terminó de convencer a los padres del potencial real de Andrés. Chase acordó con el niño que cada vez que fuera a su casa le pagaría 100 dólares por una obra que él escogería. Andrés demostró que, además de pintar, es un buen negociante cuando le pidió 5.000 dólares en una ocasión. El hombre no lo dudó: "Lo llevé a mi coche para extender un cheque y Elsa salió corriendo detrás de mí gritando: '¿Qué crees que estás haciendo?'", recuerda en declaraciones a The New York Times.
"¿Qué crees que estás haciendo?"
También fue Chase quien introdujo a los Valencia en el negocio del arte. Fue él quien contactó con Nick Korniloff, el director de Art Miami, para proponerle organizar el debut del "prodigio del arte" en esta feria. Korniloff tuvo sus dudas al principio, pero pensó que a la gente le gustaría ver "algo alegre" después de la pandemia y decidió darle una oportunidad, sobre todo tras ver las obras del niño en fotografías.
No obstante, le parecía demasiado arriesgado hacer pública la edad de Andrés, por lo que lo obvió en todos los materiales. Cuando arrancó el evento, se iba acercando a los coleccionistas para tantearlos: "¿Y si les dijera que esas obras fueron realizadas por un niño de 10 años, y que algunas de ellas las hizo cuando sólo tenía 8?".
Pintura en directo para zanjar dudas
Lejos de arruinar su reputación, como temía Korniloff, la noticia del niño pintor pronto se hizo viral. Famosos como Sofía Vergara o Channing Tattum compraron algunas obras. Pero con la fama, llegaron también las dudas sobre la autoría real de las pinturas. Para zanjar el asunto de una vez por todas, Korniloff organizó una jornada en la que Valencia pintaría en directo junto con el reconocido artista callejero Bradley Theodore. El acto fue un éxito y contó con la presencia de numerosos medios de comunicación.
En estos momentos, los 5.000 dólares de Chase son calderilla respecto a la cotización de las obras de Andrés. Uno de sus cuadros se vendió por 159.000 dólares (con impuestos) en una subasta de Phillips de Pury en Hong Kong, y otro alcanzó los 230.000 dólares en una gala benéfica en Capri (Italia), su récord, por el momento. El pasado mes de junio expuso en solitario en expuso en solitario en la galería Chase Contemporary del SoHo, donde se vendieron las 35 obras, según la galería, por entre 50.000 y 125.000 dólares.
Estilo e inspiración
La gran cantidad de dinero que ha recibido Andrés ha llevado a sus padres a enseñarle "la importancia de devolver a la sociedad" parte de lo ganado. Por ello, han donado una parte de los ingresos al grupo benéfico contra el sida amfAR y a la organización para niños Box of Hope.
La página web de la galería Chase lo define como "un artista contemporáneo conocido por sus grandes, dramáticas y coloridas pinturas figurativas que están profundamente influenciadas por George Condo, Picasso y el cubismo". Además, se caracteriza por buscar "crear colores audaces y composiciones faciales fragmentadas salvajemente imaginativas".