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Las marcas del crimen en Chicago: Soros, progresismo e impunidad en las calles

La alcaldesa Lightfoot, el gobernador Pritzker y la fiscal Foxx, los grandes responsables.

La Policía de Chicago precinta una sección de West Lake St. en la que se ha producido un tiroteo / Cordon Press. Archivo.

La ciudad de Chicago destina mucho dinero a luchar contra el crimen. Para el año que viene, según el Chicago Sunday Times, el Ayuntamiento va a destinar 53 millones de dólares. Y opta a 113 millones de dólares de fondos federales para atajar el problema en las 26 áreas de la ciudad, informa The Center Square para Just the News.

Y sin embargo los resultados no parecen llegar. Así, de acuerdo con un informe realizado por el think tank de Illinois Wirepoints, en 2021 se produjeron 1.848 robos de coches, el triple de la media de los 11 años previos (635) o que en el último año antes de la pandemia: en 2019 fueron 603.

El crimen al alza

Al ritmo actual de robos, a final de año se habrán sustraído 1.960 vehículos. Son cantidades récord, que se unen a otro dato sin precedentes: el 76% se considera robo agravado de coches. “Agravado” quiere decir, en la mayoría de los casos, la presencia de un arma de fuego. Una de las claves es que la tasa de detenciones ha caído. La media de 2010 a 2021 fue del 10% y en lo que llevamos de año es del 6%.

Hasta el 22 de agosto, este año se han registrado 425 asesinatos, un 33% más que hace dos años y un 14% más que hace tres. En el mismo período se han producido 12.035 hurtos, un 66% más que el año pasado, y 5.223 robos (+ 19%).

El pasado fin de semana

No se trata sólo de números en una estadística. Una mirada a lo ocurrido en los últimos días nos permite hacernos una idea de la necesidad de atender este problema. Según informa ABC, 37 personas recibieron balazos el pasado fin de semana. Cuatro de ellas murieron. Hay que completar esta información con la constatación de que en sólo tres horas de la noche del lunes al martes otras 9 personas resultaron heridas de bala, de acuerdo con una información de Breitbart.

The Center Square le ha preguntado al presidente de Wirepoints, Ted Dabrowski, por el destino de todo el dinero dedicado por el Ayuntamiento a seguridad. “La cuestión es cuál es la correlación entre esos programas y la cantidad de violencia en las calles”, plantea Dabrowski. Porque “la situación del crimen es mala, aunque el gasto en esos programas sea alto”. El número de delitos ha subido un 37%, y los delitos violentos han crecido un 27% en comparación con el mismo período del pasado año.

En su esfuerzo por atajar la cuestión, el Ayuntamiento creó el año pasado el Centro de Coordinación de la Seguridad de las Comunidades, encargado de coordinar la labor de diversas agencias. De nada ha servido.

¿Cuál es la causa de este fracaso? 

La cantidad de dinero no es el único elemento que hay que tener en cuenta para la valorar la eficacia de las políticas públicas, y puede que no sea el principal. Al menos igual de importante es a qué programas se destinan esos fondos, y qué es lo que hacen esos programas. Y los programas harán una cosa u otra en función de las prioridades fijadas por la dirección política. En Chicago esa dirección la marca la alcaldesa, Lori Lightfoot.

Las ideas de Lightfoot sobre el crimen se pueden resumir en estas palabras: “La violencia está enraizada en décadas de racismo sistemático y de desinversión en nuestras comunidades”. “Para combatir todo eso, hemos dado unos pasos innovadores a fin de atender las consecuencias de la violencia tanto a corto plazo como a largo plazo”.

De un millón a 10.000 dólares

Una de esas medidas ha sido la de ofrecer propinas a quienes informen del uso de armas ilegales. El programa se puso en marcha el 15 de julio de 2021. Ofrece 3.000 dólares por chivatazos que lleven a presentar cargos contra alguien por la compraventa de 10 armas de fuego o más, 5.000 por las que lleven a una condena, 10.000 si las informaciones conducen a una acusación de asesinato y 15.000 si acaba en condena.

La alcaldesa lo considera “uno de los logros más importantes de Chicago en 2021”. Pero hasta el momento el programa sólo ha recibido 44 llamadas. Y del presupuesto de un millón de dólares sólo se han gastado 10.395.

Centro de Coordinación para la Seguridad de las Comunidades

Pero su programa estrella es otro. Desde el Ayuntamiento se ha creado el ya citado Centro de Coordinación para la Seguridad de las Comunidades (CSCC), que acaba de cumplir un año. La nota de prensa que repasa toda la ejecutoria del CSCC no menciona los beneficios que ha obtenido.

Sí detalla los principales programas puestos en marcha: la coordinación de los distintos departamentos, un seguimiento semanal de las áreas con mayor incidencia del crimen violento, la ayuda para el pago de empresas privadas de seguridad, la mejora de las infraestructuras y la creación de alternativas de ocio para los jóvenes.

Atar las manos a los policías

Todos esos esfuerzos parecen vanos, si tenemos en cuenta las políticas que siguen los otros dos actores relevantes por lo que se refiere a la lucha contra el crimen en Chicago: el gobernador, Jay Robert Pritzker (D), y la fiscal del condado de Cook, Kim Foxx.

Pritzker ha impulsado una ley, llamada SAFE T Act, que fue aprobada en el Congreso de Illinois el 13 de enero de 2021 con una mayoría exigua y que es el compendio de todas las recetas progresistas sobre el crimen.

La norma elimina la fianza incluso para el asesinato, salvo si el acusado supone una amenaza “real y presente” contra una persona “identificable” y “específica”. Mike Kootlidge lo resume así: “Si matas a tu mujer, por ejemplo, puedes salir de la cárcel mientras esperas el juicio sin pagar fianza. Porque, bueno, ella ya está muerta, y no supones una amenaza para ningún otro individuo concreto”. El juez sólo puede encarcelarte bajo fianza si el asesino falla y su mujer sobrevive.

Pero quizás lo peor de la ley es que deja atadas las manos a los policías. Dice el fiscal del condado de Ogle, Mike Rock:

Un conductor que conduce habitualmente por nuestras calles en estado de embriaguez debe ser puesto en libertad porque no podemos identificar específicamente a las personas que ponen en peligro. Lo mismo ocurre con los traficantes de drogas, los traficantes de armas, los delincuentes que poseen armas, los pirómanos en serie y muchos otros delincuentes violentos.

George Soros al rescate

Al menos tan importante como la alcaldesa Lightfoot y el gobernador Pritzker es la fiscal del distrito de Cook, Kim Foxx. George Soros destinó 2 millones de dólares a financiar su campaña; es una de los 75 fiscales que Soros tiene en el bolsillo, de acuerdo con el informe Justice for Sale, elaborado por el Law Enforcement Legal Defense Fund.

John McGinnis, profesor de la Escuela de Derecho Pritzker de Northwestern University, ha escrito un artículo para el City Journal en el que valora los factores que conducen a la actual situación del crimen en Chicago.

Una cultura de impunidad

McGinnis recuerda que James Q. Wilson acuñó la Teoría de las Ventanas Rotas, según la cual, si se deja ver el desorden en las calles, esa situación provoca más delincuencia porque hace ver que a nadie le importa. El jurista dice:

Foxx parece casi querer romper las ventanas, instituyendo la política de no presentar cargos por delitos graves contra el robo en tiendas a menos que (el montante) supere los 1.000 dólares. El resultado no ha sido sólo un mayor número de robos en comercios, sino, lo que es peor, una cultura en la que los jóvenes se convierten en delincuentes habituales sin temor a enfrentarse a unas consecuencias sustanciales.

El número de homicidios con arma de fuego en el Condado de Cook aumentó en 2021 un 13%, hasta los 1.002.

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