ANÁLISIS
Un estudio revela que un tratamiento contra la caída del cabello podría estar relacionado con el riesgo de suicidio en "miles" de hombres
La investigación hecha por un experto en salud pública de la Universidad Hebrea de Jerusalén revela que la finasterida, un fármaco común contra la caída del cabello, se ha relacionado con la depresión y el suicidio durante más de dos décadas.

Estudio sobre la calvicie
Una nueva investigación realizada en Israel sugiere que los pacientes que utilizan un popular medicamento contra la calvicie masculina corren un riesgo mayor de sufrir trastornos del estado de ánimo y pensamientos suicidas en comparación con aquellos que no lo utilizan.
El estudio hecho por un experto en salud pública de la Universidad Hebrea de Jerusalén revela que la finasterida, un fármaco común para la caída del cabello, se ha relacionado con la depresión y el suicidio durante más de dos décadas, pero los reguladores y los fabricantes no han tomado medidas al respecto.
La investigación, publicada a finales de septiembre, recopila datos de ocho importantes estudios realizados entre 2017 y 2023, con resultados provenientes de países como EEUU, Suecia, Canadá e Israel y múltiples bases de datos, incluida la de la Food and Drug Administration (FDA).
"Las pruebas ya no son anecdóticas", afirma el profesor Mayer Brezis, autor de la investigación y catedrático emérito de Medicina y Salud Pública. "Ahora vemos patrones coherentes en poblaciones diversas. Y las consecuencias pueden haber sido trágicas".
De acuerdo al documento, cientos de miles de personas pueden haber sufrido depresión relacionada con la finasterida, y cientos -posiblemente más- pueden haber muerto por suicidio.
Un fallo en la farmacovigilancia
Aunque la FDA reconoció la depresión como un posible efecto secundario en 2011 y añadió la tendencia suicida en 2022, documentos internos de la FDA de 2010, citados en el artículo del profesor Brezis, revelan grandes partes tachadas como "confidenciales", incluidas las estimaciones de cuántos usuarios podrían haberse visto afectados.
En 2011, la FDA había únicamente registrado 18 suicidios relacionados con el medicamento. No obstante, dado el uso global de finasterida, el estudio señala que los casos se podrían contar por miles
Tras estos resultados el profesor Brezis indicó: "No se trataba sólo de una falta de notificación". "Fue un fallo sistémico de la farmacovigilancia", escribió.
Asimismo, ninguno de los estudios citados en la revisión del investigador fue iniciado por Merck, el fabricante original, o solicitado por los reguladores.
Un bloqueador de la testosterona
De acuerdo a la investigación, la finasterida actúa bloqueando la conversión de testosterona en dihidrotestosterona (DHT) y alterando neuroesteroides como la alopregnanolona, que están relacionado con la regulación del estado de ánimo en el cerebro.
Sociedad
Gallup: los hombres jóvenes estadounidenses son los más propensos a experimentar sentimientos de soledad
Carlos Dominguez
Los estudios experimentales y epidemiológicos demuestran que el medicamento puede causar reacciones neuropsiquiátricas graves, como depresión, ansiedad y suicidio, incluso después de dejar de tomar el fármaco, y las pruebas de causalidad parecen sólidas.
"Las reacciones neuropsiquiátricas, que suelen durar mucho tiempo tras la interrupción de la medicación, son a veces lo bastante graves como para conducir al suicidio. La neurogénesis hipocampal, la neuroinflamación y los cambios genéticos pueden mediar los efectos duraderos de la finasterida", afirma el estudio.
Veinte años de casos documentados
La investigación revela que la preocupación por la depresión provocada por la finasterida se planteó en varios informes publicados ya en 2002. Es decir, hace más de 20 años.
Brezis culpa en parte a Merck, el fabricante original de finasterida, por saltarse supuestamente la investigación básica de seguridad mediante análisis de bases de datos, y a los organismos reguladores por no exigirla o llevarla a cabo ellos mismos.
Dados sus hallazgos, Brezis pide que se suspenda la comercialización de finasterida para uso cosmético hasta que se reevalúe por completo su perfil de seguridad, al igual que el registro sistemático de los antecedentes farmacológicos en las investigaciones sobre suicidios.