EEUU deporta a Panamá a migrantes ilegales provenientes de Asia
Las deportaciones se llevan a cabo en el marco de un acuerdo que convierte al país centroamericano en escala para ciertos inmigrantes expulsados del territorio estadounidense.

Imagen referencial de deportación
El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, anunció este jueves la llegada del primer vuelo de deportados asiáticos desde Estados Unidos, en el marco de un acuerdo que convierte a su país en punto de escala para los inmigrantes indocumentados expulsados del territorio estadounidense.
El vuelo, que despegó de California la noche del miércoles, aterrizó en Panamá con más de un centenar de migrantes de diversas nacionalidades, como China, Uzbekistán, Pakistán y Afganistán. Todos fueron detenidos tras ingresar ilegalmente a territorio estadounidense.
“Ayer llegó un vuelo de la Fuerza Aérea de Estados Unidos con 119 personas de diversas nacionalidades del mundo”, afirmó Mulino.
Este operativo se produce poco después de la visita del secretario de Estado, Marco Rubio, a Panamá y corresponde al primero de tres vuelos programados, que en total trasladarán a unas 360 personas.
El papel de Panamá en la repatriación
En una conferencia de prensa, Mulino informó que los migrantes fueron alojados inicialmente en un hotel cercano a la Ciudad de Panamá antes de ser trasladados a un albergue en la provincia de Darién, en el este del país. Según el mandatario, estos migrantes serán repatriados a sus países de origen a través de vuelos financiados por Estados Unidos, y Panamá ha reafirmado su compromiso de apoyar este proceso.
Mulino también destacó la colaboración de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para garantizar que los migrantes reciban la asistencia necesaria durante su estadía y posterior repatriación. "Esperamos poder sacarlos de allí lo más pronto posible", declaró.

Política
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Desafíos y cooperación internacional
El envío de deportados a Panamá marca una nueva fase en los esfuerzos de Trump por acelerar la expulsión de inmigrantes ilegales, especialmente aquellos provenientes de países con los que Washington enfrenta dificultades para concretar acuerdos de repatriación. En este contexto, otras naciones de la región, como El Salvador y Guatemala, también han aceptado recibir migrantes de otras nacionalidades bajo acuerdos con Estados Unidos.
Presión política y migratoria en Panamá
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