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ANÁLISIS

Las cosas claras: Trump reafirma sus prioridades antes de su toma de posesión

Los dos meses y medio transcurridos desde las elecciones han servido para que el presidente electo se reafirme en reiteradas ocasiones sobre los asuntos que abordará tan pronto como jure el cargo en el Capitolio.

Donald Trump, durante un acto de campañaAFP

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Los dos meses y medio transcurridos entre las elecciones y la toma de posesión han servido para que Donald Trump se reafirme en reiteradas ocasiones sobre las prioridades que abordará tan pronto como jure el cargo en el Capitolio. De hecho, cada vez parece más probable que el presidente electo lleve a la práctica su broma de montar un despacho en la escalinata y comenzar a firmar órdenes ejecutivas sin perder un segundo.

A pesar de las frenéticas zancadillas del pato cojo Biden en sus últimos días en la Casa Blanca, Trump mantiene su agenda intacta. Los movimientos del presidente saliente, a pesar de complicar las cosas para la Administración entrante aprobando iniciativas que suponen un importante desembolso para las arcas públicas (condonación de la deuda) o dificultan la política internacional (autorización a Ucrania del uso de los misiles estadounidenses o sacar a Cuba de la lista de promotores del terrorismo) y de seguridad fronteriza (extensión de la parole a ciudadanos de diversas nacionalidades) del Ejecutivo entrante, no han sido suficiente para hacer descarrilar el orden en que abordará los principales retos que hereda el republicano.

De hecho, las audiencias en el Senado de sus elegidos durante esta semana para defender la bondad de su elección y conseguir la aprobación de la Cámara Alta necesaria para ocupar el cargo ha mostrado el total alineamiento de su equipo con él y su disposición para acelerar las promesas electorales del presidente electo que afectan a su campo de actuación. Por ejemplo, Pam Bondi fue contundente al asegurar que iba a terminar con la persecución a los cristianos y provida desde el Departamento de Justicia.

Además de sus promesas durante la campaña, los últimos meses han confirmado que Trump priorizará la firma de órdenes ejecutivas relacionadas con:

1. Frontera / Inmigración

A pesar de los movimientos de Biden y los principales gobernadores demócratas para tratar de complicar las deportaciones masivas anunciadas por Trump, éste no ha variado un ápice su postura ni la importancia que tiene para él asegurar las fronteras y abordar la problemática de los más de 10 millones de inmigrantes ilegales que entraron y permanecen en el país en los últimos cuatro años como consecuencia de las políticas de puertas abiertas y "captura y libera" de la Administración saliente.

2. Perdón a los condenados por el 6 de Enero

En el segundo aniversario de los hechos, Trump volvió a insistir en su denuncia dede la "caza de brujas" desatada por los demócratas contra él y sus seguidores tras las elecciones de 2020. Las condenas a los detenidos por su participación en los incidentes del 6 de Enero siempre han sido cuestionadas por el republicano, criticando la instrumentalización de las instituciones y destacando que firmaría su perdón tan pronto como volviera a la Casa Blanca. 

3. Perdón a los condenados por rezar frente a las clínicas abortistas

La nominada por Trump para encabezar el DOJ confirmó el compromiso adquirido por el presidente electo de terminar con la persecución ideológica de la Administración Biden contra a los cristianos, especialmente contra los activistas provida. 

Numerosos fieles fueron detenidos como terroristas durante los últimos años simplemente por rezar ante una clínica abortista, y han recibido duras condenas por ello, en muchos casos con agravantes creados ad hoc por el Ejecutivo demócrata. Trump se comprometió a firmar su perdón como uno de sus primeros gestos y, de hecho, la Justicia ha frenado su entrada en prisión hasta después de la toma de posesión del presidente electo. 

4. Economía / Inflación

Los últimos movimientos de Biden, como la aprobación de más millones de dólares para la condonación de créditos estudiantiles han supuesto un incremento importante del gasto público. Algo que hace aún más prioritario para Trump abordar uno de los grandes causantes de su regreso a la Casa Blanca, ya que los estadounidenses de toda raza, edad y religión sufrieron la inflación extrema provocada por las medidas económicas de Biden, así como otras consecuencias de su gestión, frente a la buena situación económica que vivieron durante el mandato del republicano antes de la pandemia del Covid.

5. Energía

En su despedida, Biden lamentó que todos los progresos de su Ejecutivo con la agenda verde serían borrados por la Administración entrante, como Trump se apresuró a reitera. Se trata de un punto muy relacionado con el anterior, porque reducir el precio de la energía y la gasolina es clave para acotar la inflación, pero merece categoría propia. Durante la campaña, Trump advirtió en varias ocasiones de que firmaría una orden ejecutiva para que las agencias federales eliminen todas las regulaciones verdes que suponen un sobrecoste al bolsillo de los contribuyentes. Por ejemplo, acabará con el mandato de los vehículos eléctricos.

6. Impuestos / intereses tarjetas de crédito

Uno de los momentos de la campaña llegó con el plagio de Kamala Harris a la propuesta de Trump de eliminar los impuestos a las propinas. Por ello, además de presentar un plan para reducir los impuestos, se comprometió a eliminarlos de las propinas, las horas extra y la Seguridad Social tan pronto como llegara al Despacho Oval.

Además, apuntó que firmaría "un tope temporal del 10% a las tasas de interés de las tarjetas de crédito", una promesa que ha despertado el interés incluso del senador socialista Bernie Sanders, que se ofreció encantado a colaborar con el presidente electo en esta batalla.

7. Fin del adoctrinamiento woke

Desde que ganó las elecciones, Trump ha reiterado que la batalla cultural es una de sus prioridades. Uno de los principales terrenos donde se está disputando la guerra ideológica es la escuela, donde los padres están viendo sus derechos amenazados y recortados si se atreven a oponerse. Para acabar con ello, Trump prometió firmar una orden para retirar los fondos a las instituciones educativas que fomenten la enseñanza de la teoría crítica de la raza, u otras ideologías políticas o sexuales "inapropiadas".

8. Acabar con los tratamientos trans en menores

Uno de los puntos más críticos y extremos del fanatismo woke es la ideología trans. En aras de ella se está llegando a someter a menores a procedimientos irreversibles y cuyas consecuencias les acompañarán por el resto de su vida, tanto por operaciones que mutilan sus cuerpos de manera irreversible como por la toma de hormonas que alteran su metabolismo para siempre. Ya en 2023, presentó un plan que firmaría en su primer día de mandato "para revocar las políticas crueles de Joe Biden sobre los llamados tratamientos médicos de afirmación de sexo" en los niños.

9. Lucha contra la censura

Una de las principales victorias de Trump, incluso antes de tomar el poder, ha sido el anuncio de Meta de que eliminará los fact checkers de Facebook, sustituyéndolos por notas de la comunidad al estilo de X.  La defensa a ultranza libertad de expresión siempre ha sido otro de los grandes caballos de batalla de la campaña de Trump. El presidente electo y los republicanos se han pasado toda la legislatura denunciando los intentos -y los logros- de los demócratas de silenciar a quienes discrepan de su discurso. Algo que se hizo evidente con quienes presentaban visiones alternativas a las imposiciones por el covid y que continuó en diversos temas posteriormente.

Trump se comprometió a "prohibir que el discurso federal se utilice para etiquetar el discurso nacional como información errónea o desinformación". Como parte de su lucha contra la censura también apuntó que identificará y despedirá a "cada burócrata" que haya participado en estos procesos durante el mandato de Biden.

10. DOGE

El desmantelamiento del estado profundo y sus consecuencias es la clave del nuevo mandato. Para encargarse de la sobredimensión del Gobierno, con el coste que esto supone al contribuyente, Donald Trump ha encargado a Elon Musk y Vivek Ramaswamy la puesta en marcha de un Departamento para encontrar y eliminar los sobrecostes de la Administración.

Ambos ya se han puesto manos a la obra y estiman que podrían llegar a reducir en 1,9 billones (trillion) de dólares lo que cuesta mantener el ejecutivo. Para ello, apuntan a que eliminarán agencias enteras, además de gastos disparatados, relacionados en muchas ocasiones con el wokismo.

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