Marco Rubio: de la Calle Ocho en Miami al Departamento de Estado

El senador Marco Rubio ha sido nominado por el presidente Donald Trump como secretario de Estado. Rubio tiene amplia experiencia en política internacional y en asuntos de seguridad nacional, bajo su liderazgo probablemente veremos a Estados Unidos apuntando a una política dura contra los regímenes enemigos y un fuerte esfuerzo por invertir lo necesario para garantizar el liderazgo absoluto y evidente del país en materia de seguridad.

Su liderazgo en el Departamento de Estado podría moldear de manera histórica la política de Estados Unidos hacia Latinoamérica y hacia enemigos de Estados Unidos como Irán. Rubio, conoce como pocos en el Gobierno, la situación de la región, y sobre todo la vulnerabilidad que representa para el país una Latinoamérica tomada por el socialismo y con la presencia cada vez mayor de regímenes criminales como China e Irán. A continuación detallamos los puntos más fuertes de Rubio, su ideología, las políticas que en materia de seguridad ha impulsado en el Senado, y también damos una mirada a su carrera meteórica en la política, que demuestra su inteligencia y habilidad.

Defensa nacional y contraterrorismo 

Como senador, Marco Rubio se ha destacado por impulsar una defensa nacional fuerte y preparada, que pueda contrarrestar las amenazas internacionales. Ha tenido un papel fundamental siempre en la aprobación de las leyes de defensa para garantizar la financiación del Ejército y los diferentes programas de defensa nacional. Durante su servicio en el Senado se ha esforzado continuamente en aumentar el presupuesto para el financiamiento militar y ha subrayado siempre la importancia de mantener la superioridad de Estados Unidos en materia de seguridad.

Rubio entiende las diferentes estrategias de los regímenes más poderosos alrededor del mundo y cómo la dinámica de las guerras hoy en día es diferente a lo que ha sido en décadas pasadas. En ese sentido, desde su influencia no solo en el Senado, pero en general en el Partido Republicano, ha impulsado el fortalecimiento de estrategias de ciberseguridad e iniciativas antiterroristas que respondan a los avances y nuevas técnicas de guerras de los enemigos de Estados Unidos. Impulsando fuertemente la aprobación de recursos federales para invertir en defensa contra ataques cibernéticos.

Por lo que seguramente como secretario de Estado lo veremos moviendo al país hacia una defensa nacional mucho más enfocada en las nuevas guerras y en ciberseguridad. Siempre señalando que el país tiene que tener superioridad no solo en defensa pero también en ataque.

Una política internacional de liderazgo y fortaleza 

Durante sus años como senador, Rubio se ha caracterizado por su dureza a la hora de enfrentarse a los enemigos de Estados Unidos y particularmente a las dictaduras de la región. Tal vez una de sus mayores ventajas es que conoce, como pocos en la política estadounidense, lo que realmente ocurre en Latinoamérica y cómo potencias como China e Irán están tomando poder en la región.

Rubio ha apoyado una política de fuertes sanciones a los dictadores de Cuba, Venezuela y Nicaragua. En paralelo ha alzado la voz para explicar al Gobierno americano, y al público en general, la amenaza que estas dictaduras representan para Estados Unidos. También ha sido un gran defensor de los derechos humanos de los perseguidos por estos regímenes y ha impulsado medidas para proteger a los refugiados.

Su respuesta a los regímenes enemigos de Estados Unidos siempre ha sido fuerte. Por ejemplo, se opuso al acuerdo nuclear con Irán, asegurando que daba concesiones al régimen y no frenaba la financiación de al terrorismo en Medio Oriente. Abogó por abordar la situación con Irán con mayores sanciones. Rubio también fue co-patrocinador la Ley Magnitsky de Responsabilidad Global por los Derechos Humanos, para que el gobierno estadounidense imponga sanciones a funcionarios extranjeros implicados en abusos de los derechos humanos y actos de corrupción.

De modo que contrario a lo que hemos visto en los últimos cuatro años con Joe Biden, lo que viene para este Departamento de Estado, bajo la dirección de Rubio, es paz a través de la fuerza. 

Una mirada a sus posiciones políticas a lo largo de su carrera

Según GovTrack Rubio está en el puesto número 15 en cuando ideología política de derecha. En economía apoya el recorte de impuestos y reconoce la necesidad de un presupuesto balanceado.

En cuanto al aborto siempre se ha manifestado provida. En cuestiones de ideología de género se ha opuesto a la enseñanza de esas ideas en las escuelas y ha presentado proyectos de ley para prohibir el financiamiento estatal a hospitales que promueven agendas radicales.

El senador ha tenido tanta influencia en materia de política exterior que durante la administración de Trump fue descrito como el "virtual secretario de Estado para Latinoamérica". Rubio es uno de los senadores que más fuertemente se ha opuesto al régimen castrista en Cuba. Durante el Gobierno de Trump trabajó de la mano con el mandatario para revertir las concesiones entregadas a la dictadura bajo la Administración Obama. Entre sus más conocidos logros está la Ley de Transparencia Militar Cubana que se convirtió en la base para impedir transacciones financieras que beneficien al ejército de la dictadura.

Respecto a Venezuela, ha sido uno de los senadores que más enérgicamente ha condenado a la tiranía de Nicolás Maduro, fue tal vez la figura clave para que Estados Unidos reconociera a Juan Guaidó como presidente interino y desconociera a Maduro tras las falsas elecciones del 2019 en Venezuela. También fue coautor de la ley "VERDAD", ley bipartidista que destinó 400 millones de dólares para ayuda humanitaria a refugiados venezolanos.

Rubio es conservador pero eso no ha menguado su efectividad en el pleno del Senado, ha sido declarado el republicano con mayor influencia en el Senado y el segundo más eficaz. Es respetado por los dos bandos. Aunque goza de amplia aceptación entre los conservadores, también tiene en su récord un amplio número de proyectos de ley bipartidistas, y su influencia se expande a los dos lados del pasillo.

Un niño genio de la política

El senador Rubio es una especie de niño genio de la política. Su carrera ha estado llena de éxitos enormes, siempre ha conseguido lo que se propone. La única que vez que no logró el triunfo fue porque precisamente Trump lo venció en la carrera por ser el nominado a la presidencia por el partido republicano en el 2016. Rubio no solo ha hecho historia al convertirse en el primer hispano en llegar al más alto puesto de la diplomacia americana, sino que seguramente lo veremos haciendo historia en cuanto a lo que va a lograr en materia de política internacional

Rubio tiene una gran historia de superación, viene de una familia cubana que empezó de cero en este país y que ha visto a su hijo ascender de la Calle Ocho en Miami hasta llegar al Capitolio en Washington. Su padre trabajaba como barman y su madre era camarera de un hotel.

Con solo 28 años, se convirtió en miembro la Cámara de Representantes de Florida. En el 2005 el gobernador Jeb Bush lo ungió como presidente de la Cámara estatal, fue el primer cubanoamericano en obtener esa posición. A los 39 años, y enfrentando el escepticismo de buena parte del Partido Republicano, en el 2010 Rubio logró convertirse en senador tras derrotar al popular gobernador de la Florida Charlie Crist.

En el 2015 decidió lanzar su campaña presidencial, pero se retiró de la carrera después de perder las primarias republicanas en Florida contra Donald Trump. En el 2019 volvió al Senado, y en el 2022 fue reelecto por tercera vez.

Rubio es considerado uno de los republicanos con mayor nivel de liderazgo. Según GovTrack, es el republicano con más alto nivel de liderazgo, medido por la frecuencia con la que otros miembros del Congreso copatrocinan sus proyectos de ley.

También es considerado uno de los más efectivos, según el Centro para una Legislación Efectiva (CEL) de la Universidad de Virginia y la Universidad de Vanderbilt, Rubio es el segundo senador más eficaz dentro del Partido Republicano, evaluado según su éxito en la promulgación de leyes y proyectos de ley.