Elon Musk apunta contra el Gobierno británico al reavivar dos escándalos de abuso sexual infantil perpetrados por criminales de ascendencia paquistaní
Se trata de los casos de violación y explotación de Rotherham y Oldham, en los que las autoridades fallaron en proteger a las víctimas. El magnate sostuvo que los responsables de no hacer justicia “deberían estar en prisión”.
El escándalo de explotación sexual infantil en Rotherham, Reino Unido, ha vuelto a salir a la superficie después de más de una década, luego de que el magnate Elon Musk, quien dirigirá el Departamento de Eficiencia Gubernamental durante la próxima Administración Trump, manifestara en la red social X su indignación por el fracaso de las instituciones británicas en este caso, uno de los más graves de explotación sexual de niños en la historia de ese país.
Este trágico suceso, perpetrado por una mayoría de hombres de ascendencia paquistaní, fue revelado por el periodismo por primera vez en 2012, a raíz de una investigación que había realizado The Times en 2010, pero los hechos ocurrieron durante 16 años, entre 1997 y 2013.
Se estima que unas 1.400 niñas, algunas de ellas de 11 años, eran captadas, drogadas, violadas y explotadas sexualmente.
A pesar de que se conocían estos delitos desde hacía décadas, las autoridades locales no actuaron.
En 2014, en medio de las presiones ejercidas sobre las autoridades por el asunto, el Ayuntamiento de Rotherham encargó la realización de un informe, el cual detalló los incidentes de violación, trata de personas, palizas e intimidación, como así también los fallos sistémicos de la Municipalidad, la Policía del condado de South Yorkshire y otras agencias, que ignoraron o minimizaron el problema.
Como resultado de los hallazgos, renunció Roger Stone, entonces líder del Ayuntamiento, junto con otros altos funcionarios.
Además, tras una serie de investigaciones y juicios, se condenó a varios de los responsables de los abusos. Sin embargo, muchas preguntas siguen sin respuesta y la búsqueda de justicia continúa.
Como se mencionó, Musk criticó duramente el actuar de las autoridades británicas. “Mucha gente en todos los niveles de poder en el Reino Unido debería estar en prisión por esto”, expresó en X.
En otra publicación se manifestó a favor de realizar una reforma electoral en el país europeo.
El periódico Business Standard sostuvo que uno de los aspectos más polémicos del caso Rotherham fue la renuencia de las autoridades a actuar por temor a ser percibidas como racistas debido a que la mayoría de los perpetradores eran de origen paquistaní.
El caso de Oldham
Elon Musk también apuntó contra el Gobierno laborista del Reino Unido por negarse a realizar una investigación pública sobre los abusos sexuales cometidos por bandas criminales compuestas en su mayoría por personas de ascendencia paquistaní en Oldham entre 2011 y 2014.
El magnate calificó la decisión de “vergonzosa”.
Un informe de 2022 concluyó que los organismos que se suponía que debían proteger a los niños de Oldham habían fallado en su objetivo, agregó el medio británico.
El grupo laborista del Ayuntamiento de Oldham acordó el año pasado apoyar una investigación independiente.
Jess Phillips, ministra de Salvaguardia y Violencia contra las Mujeres y niñas, expresó: “Corresponde al Ayuntamiento de Oldham decidir si se debe encargar una investigación sobre la explotación sexual infantil a nivel local, en lugar de que intervenga el Gobierno”.
“Aplaudo la decisión del Ayuntamiento de hacerlo, tal como se establece en su carta, y de continuar su importante labor con las víctimas y los supervivientes”, agregó.
Tras los comentarios realizados por Phillips, Musk sostuvo que la ministra “merece estar en prisión”.
El magnate acusó a Phillips de haber rechazado realizar una investigación para proteger al primer ministro británico Keir Starmer, ya que el caso ocurrió mientras el actual mandatario era el jefe del Servicio de la Fiscalía de la Corona, quien además era el jefe de Jess Phillips.
En 2012, como fiscal jefe, Starmer ordenó una revisión exhaustiva de las directrices del Servicio de Fiscalía de la Corona sobre explotación sexual, admitiendo que el servicio había fallado a las niñas que habían sido abusadas, indicó el Telegraph.
En aquella oportunidad, Starmer dijo que había “claramente una cuestión de etnicidad” en varios casos de acoso y que los fiscales no deberían “rehuir de eso”, agregó el medio británico.