La Justicia de Missouri ratifica la prohibición de los tratamientos trans en menores
El magistrado afirmó que "las pruebas creíbles de este caso demuestran que la disforia de género en adolescentes suele resolverse con el tiempo", y apuntó que más que una "cura", las cirugías y terapias hormonales son "un viaje que en realidad nunca termina".
El juez de Missouri Robert Craig Carter falló esta semana a favor del la ley Salvar a los Adolescentes de la Experimentación (SAFE, por sus siglas en inglés), que prohíbe a los profesionales de la salud proveer terapia hormonal o cirugías de transición a menores de 18 años.
"Parece que la profesión médica se encuentra en medio de un campo de minas ético, con escasas pruebas que la ayuden a salir", escribió Carter. En cuanto al punto de la evidencia, señaló que ambas partes de la demanda coinciden con él en que falta información sobre los efectos a corto y largo plazo de los tratamientos trans:
"No hay estudios a largo plazo, así que ¿cómo podemos hablar del éxito o el fracaso del tratamiento dentro de un año o 20 años?"
Frente al argumento de que los padres deberían poder decidir sobre sus hijos menores de edad, o estos mismos sobre su propio cuerpo, el magistrado recordó el profundo cambio que significan estos tratamientos: mientras que "los bloqueadores de la pubertad y las hormonas sexuales cruzadas disminuyen enormemente el crecimiento humano natural y la maduración del cuerpo y los órganos", las cirugías directamente "eliminan partes naturales del cuerpo". El impacto es suficiente como para que el estado legisle esta conducta, asegura, al igual que hace en otros casos:
"Si no permitimos que un niño de 16 años compre un paquete de seis cervezas y un paquete de cigarrillos, o que un adulto se los compre, ¿deberíamos permitir que niños o padres decidan cambiar el sexo de un adolescente para siempre?".
Sociedad
California: un padre pierde la custodia de hijo por intentar impedir su transición de género
Williams Perdomo
Pacientes de por vida
Carter replicó otro los puntos más defendidos por quienes piden frenar este tipo de intervenciones médicas: "Nunca tendrá como resultado un cambio completo de sexo para el paciente".
También hizo hincapié en el argumento de los "pacientes de por vida", como se conocen en el debate sobre el tema a quienes, tras someterse a estas terapias, deben continuar por un largo tiempo con tratamiento hormonal y asesoramiento psiquiátrico. Más que una "cura", dice, es "un viaje que en realidad nunca termina".
"El tratamiento de la disforia de género no sólo no termina nunca, sino que algunos pacientes acaban por arrepentirse de haber empezado a tomar medicamentos y someterse a intervenciones quirúrgicas", añade, en referencia a los conocidos como detransitioners.
Sumado a esto, señala que "las pruebas creíbles de este caso demuestran que la disforia de género en adolescentes suele resolverse con el tiempo". Así ocurre, asegura, en un 80-90% de los casos.
ACLU promete apelar
Andrew Bailey, fiscal general del estado, celebró la decisión judicial como una "victoria rotunda". "La mutilación no es asistencia sanitaria", afirmó.
"Estamos muy decepcionados con esta decisión", sostuvieron los demandantes, ACLU Missouri y Lambda Legal. "El estado ha priorizado la política sobre el bienestar de su pueblo", criticaron antes de prometer que apelarán.
Mientras tanto, la Corte Suprema se prepara para escuchar alegatos orales sobre una ley similar en Tennessee a principios del mes próximo.