Mucho más que Trump y Harris: ¿qué está en juego el 5 de noviembre?
Las urnas renovarán los 435 representantes y los 34 senadores, además de decidir 11 gobernadores y se votarán decenas de referendos en todo el país.
Con todos los ojos puestos en el duelo entre Donald Trump y Kamala Harris por la presidencia del país, el próximo 5 de noviembre se decidirán numerosos asuntos clave para la nación. En la misma papeleta, los ciudadanos tendrán que elegir a los 435 legisladores de la Cámara de Representantes, así como a 34 senadores y hasta 11 gobernadores. Además, es el momento en el que se celebrarán numerosos referendos locales y estatales sobre asuntos tan diversos como el aborto, la legalización de la marihuana, alguna bandera e incluso sobre cabezas de lince....
Hasta 10 carreras en juego para controlar la Cámara de Representantes
Los demócratas aspiran a recuperar el control de la Cámara Baja tras las midterms de 2022. Entonces se presumía una auténtica ola roja que acabó siendo una mayoría ligera, y mal avenida. De hecho, los dos speakers de la legislatura, Kevin McCarthy y Mike Johnson se han visto obligados en varias ocasiones a recurrir a congresistas del Partido Azul para evitar cierres de gobierno o han visto caer iniciativas por la oposición de alguna de las facciones del GOP. Actualmente hay hasta 10 carreras que se presumen clave y que podrían decidir cualquiera de los dos bandos.
La mayoría del Senado está en juego en nueve estados
En la cámara alta, hasta un tercio de los escaños están en juego. Los senadores serán elegidos para mandatos de seis años y los demócratas intentarán defender su escasa mayoría de un escaño. El Partido Azul defiende dos tercios de los asientos que se disputan en noviembre. Nueve de las contiendas se prevén decisivas, cinco de las cuales están muy igualadas -incluida la brutal pugna entre Ruben Gallego y Kari Lake en Arizona-. Cuatro parecen inclinarse por los republicanos (incluido el escaño del demócrata Jon Tester en Montana). Nevada es el único estado donde los demócratas, de la mano de la defensora del escaño Jacky Rosen, parten con una ventaja de nueve.
Aunque la elección del presidente y los congresistas no está directamente relacionada, sí es cierto que no es extraño en elinicio del ciclo presidencial que el Capitolio esté en manos del partido del líder del Ejecutivo.
Adiós a gobernadores como Sununu, Burgum, Jim Justice o Roy Cooper
Además, están en juego los escaños de once de los 50 estados. En ocho de ellos, el escaño cambiará seguro de cara, ya que el titular no se presentará a la reelección. Es el caso de figuras tan importantes como los republicanos Chris Sununu (Nuevo Hampshire), Doug Burgum (Dakota del Norte) y Jim Justice (Virginia Occidental) o los demócratas Roy Cooper (Carolina del Norte) y Jay Inslee (Washington). En este campo, las principales dudas residen en si el GOP será capaz de mantener el Estado de Granito sin Sununu. La polémica sobre el candidato conservador en Carolina del Norte Mark Robinson hace muy improbable que pueda arrebatar este feudo a los demócratas, incluso sin Cooper.
Cargos locales, aborto, bandera de Maine o cabezas de lince en las papeletas
Por último, en materia electoral, se renovarán miles de cargos a nivel local: legislaturas estatales, jueces, alcaldes y ayuntamientos, condados y sheriffs, entre otros.
Los ciudadanos también tendrán que decidir en su papeleta sobre decenas de asuntos en función de dónde estén inscritos como votantes. El aborto volverá a estar en liza en al menos 10 estados, dejando en manos de la votación final si el estado en cuestión debe garantizar el acceso a esta intervención. En Florida, por ejemplo, activistas proabortistas y demócratas luchan por derogar la legislación del latido de facto firmada por Ron DeSantis y votar a favor de que se autorice este procedimiento hasta el momento en que el feto pueda sobrevivir fuera del útero materno (viabilidad, en torno a las 24 semanas). Para ello, la enmienda 4 debe obtener el 60% de los votos, señala AFP.
Además, están en juego aspectos muy diversos. Por ejemplo, en Colorado, los votantes decidirán si prohíben o no la caza de trofeos, es decir, la caza de pumas o linces. Y en Maine, decidirán si cambian la bandera del estado.