Voz media US Voz.us

El "mercader de la muerte" Viktor Bout, liberado por Biden-Harris hace dos años, vende armas a los terroristas hutíes

El Gobierno canjeó al traficante ruso por la estrella de la WNBA Brittney Griner en 2022. Un reportaje del 'Wall Street Journal' lo ubica negociando con miembros del grupo rebelde respaldado por Irán.

Viktor Bout

Viktor Bout, traficante de armas rusoWikimedia Commons/Gobierno de EEUU.

Publicado por

Tras quince años de cárcel por tráfico de armas, Viktor Bout (57) es hoy un político ruso y comentarista frecuente en televisión, donde difunde opiniones como que Occidente está, "simplemente", suicidándose. El mercader de la muerte a veces se presenta como experto en armas según un reportaje reciente, aunque sus allegados aseguran que no se dedica al transporte hace años.

En el papel, rehízo su vida. Pero una investigación del Wall Street Journal demostraría que Bout ha vuelto al ruedo: cuando en agosto, en el papel, se reunía con dos comerciantes interesados en pesticidas y vehículos, en realidad se encontraba estrechando la mano de dos hutíes que querían comprar armas automáticas por 10 millones de dólares.  

El traficante internacional fue condenado en 2011 por conspirar para vender armas a terroristas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Fue apresado cuatro años antes en una operación encubierto en Tailandia, cuando, sin saberlo, trató de vender sus mortíferos productos a un agente encubierto. La sentencia de 25 años se acortó a la mitad cuando la Administración Biden-Harris decidió liberarlo a cambio de la basquetbolista Brittney Griner, detenida diez meses antes en Rusia por posesión de drogas.

Los Fiscales que obtuvieron la sentencia contra Bout aseguraron que el cargo que quería entregar a las FARC se hubiese usado para atentar contra vidas americanas. En palabras de la entonces administradora de la DEA: "Viktor Bout se benefició armando a hombres sin ley con armas de guerra, y no le importó el daño potencial a estadounidenses inocentes". Si la información del WSJ es cierta, Bout puede estar poniendo vidas americanas nuevamente en riesgo. 

Los hutíes son un grupo terrorista de Yemen que, tras el inicio de la guerra en Gaza, comenzó a disparar contra Israel en apoyo a Hamás, además de contra buques mercantes internacionales en el mar Rojo y, luego, contra las fuerzas americanas apostadas en la región. A principios de año tiraron un misil contra un destructor estadounidense, hace tan sólo días aseguraron haber derribado un dron militar. En enero dos miembros del equipo SEAL desaparecieron frente a la costa de Somalia durante una operación para interceptar misiles balísticos y crucero que Irán estaba entregando al grupo. 

Según el Post, Bout habría negociado la entrega de fusiles AK-74s. También habría discutido la entrega de otros tipos de armamento, como misiles antitanque y armas antiaéreas. Podrían empezar a llegar a Yemen entre suministros de armamientos en octubre, de acuerdo con las fuentes consultadas por el periódico. 

Un canje polémico

La decisión de liberar a Bout fue polémica, no sólo por los reportes sobre su clientela: señores de la guerra y Gobiernos en África, Al Qaeda, los talibanes. Sino también porque, previsiblemente, volvería al lucrativo negocio del tráfico. 

Entre los críticos se encuentra el agente de la DEA que supervisó la investigación del traficante. "Todos los estadounidenses correrán más riesgo gracias a ese intercambio", sostuvo Derek Maltz en una entrevista a ABC News. "Se pidió a la DEA que ayudara a acabar con este tipo porque era una amenaza para la seguridad nacional... sólo intentábamos dar un paso al frente y hacer lo correcto por la seguridad nacional".   

Otra fuentes de polémica fue que al negociar el trueque el Gobierno dejó de lado a prisioneros americanos que llevaban más tiempo tras las rejas, como el exmarine Paul Whelan o el maestro Marc Fogel. Quienes criticaron a la Administración sostuvieron que Griner había sido elegido por sobre otros por su raza y sexualidad.   

Bout siempre negó las acusaciones en su contra.  

tracking