El gobernador Abbott dice que Texas “resolvió” su problema migratorio, pero que EEUU necesita otro presidente para acabar la crisis fronteriza

El gobernador de Texas Greg Abbott afirmó que su estado logró resolver su problema migratorio, pero que el país necesita un nuevo presidente para acabar realmente con la crisis fronteriza.

“Hemos resuelto el problema de Texas”, dijo Abbott en una entrevista a NewsNation, donde destacó que los cruces fronterizos ilegales se redujeron “más de un 85%” en el último año en la frontera entre Texas y México.

El gobernador luego señaló que el mérito de esa reducción del flujo de inmigrantes ilegales se debe al trabajo que hizo su Administración, negando que el presidente Joe Biden tuviera incidencia alguna en los logros de Texas.

“Si nos remontamos al momento en que los cruces fronterizos empezaron a descender, fue más de medio año antes (…) Eso fue en diciembre pasado, y eso fue después de que Texas había comenzado nuestras operaciones aceleradas para negar la entrada ilegal usando la guardia, usando el alambre de púas, usando la bola de pimienta, y por lo que fue el enfoque integral robusto de Texas lo que realmente condujo a la disminución”.

“Biden llegó por casualidad y se subió a nuestro carro”, insistió Abbott, desestimando los argumentos de que la orden ejecutiva emitida en junio por Biden, que limitó las entradas ilegales en la frontera entre EE.UU. y México, tuvo algún impacto positivo.

De todas formas, el gobernador arguyó que otros estados del país siguen teniendo problemas migratorios severos y que solo un nuevo presidente podría poner terminar con la crisis fronteriza.

En particular, Abbott dijo que sigue preocupado por “todos esos terroristas, todos esos asesinos, todos esos violadores” que entran a Estados Unidos pasando por Nuevo México, Arizona y California, los otros tres estados fronterizos con México.

“El problema de Estados Unidos requiere un nuevo presidente que se asegure de que realmente vamos a proteger nuestra frontera”, sentenció el gobernador republicano, que prometió no descansar hasta que los cruces ilegales lleguen a cero.