El Senado de California aprueba el proyecto de ley para dar anticipos hipotecarios a inmigrantes ilegales
El proyecto demócrata AB 1840 busca ampliar un programa existente de préstamos. Aunque el texto todavía debe ser votado en el pleno de ambas cámaras de mayoría azul, ya hay voces que piden replicar la medida en otros proyectos.
El Senado de California aprobó este martes por 23 votos frente a 11 el proyecto de ley que permitiría a inmigrantes ilegales obtener hipotecas y adelantos hipotecarios en California. El proyecto recién aprobado pasará a la mesa del gobernador Gavin Newsom para su aprobación definitiva o su veto.
La AB 1840 ampliaría la elegibilidad de un programa existente de préstamos: el California Dream for All. Sus beneficiarios reciben un 20% de ayuda para el pago inicial de su primera vivienda (con un tope de $150.000) que deben devolver, más una parte de la revalorización del inmueble, si la venden. El programa es financiado en parte con dinero del estado.
Política
California prepara una ley para facilitar a los inmigrantes ilegales la adquisición de viviendas
Santiago Ospital
El proyecto se encuentra en la intersección de dos de los debates políticos del momento: la inmigración ilegal y la falta de vivienda. A nivel nacional, son dos de las grandes preocupaciones de los votantes, dos de las principales críticas republicanas a la Administración y dos de los puntos débiles que la campaña de Harris ha intentado revertir en las últimas semanas.
A nivel estatal, California tiene la mayor proporción de inmigrantes indocumentados del país, según los últimos datos del Pew Research Center. También enfrenta una de las peores crisis de vivienda, con precios altos, altos niveles de sinhogarismo y escasez de viviendas.
El asambleísta demócrata que presentó el proyecto, Joaquin Arambula, sostuvo que el objetivo de la norma era la inclusión. Aunque el Partido Demócrata respaldó el proyecto de ley, el gobernador Gavin Newsom de momento, no se comprometió a rubricarlo. Según algunos analistas, la vigencia de la inmigración y la falta de vivienda en la campaña electoral podría servir de freno para los demócratas, que temen otorgar un nuevo argumento a los republicanos.