Biden planea anunciar una reforma profunda de la Corte Suprema la próxima semana: reporte
El presidente, entre otras cuestiones, también quiere impulsar una enmienda constitucional para revertir la decisión sobre la inmunidad presidencial de Donald Trump.
Al anunciar su retiro de la carrera electoral, Joe Biden prometió que, antes de abandonar la Casa Blanca, intentaría reformar la Corte Suprema de Estados Unidos, atacada por los demócratas por ser supuestamente “ultraconservadora”. Según POLITICO, los detalles sobre dicha propuesta están próximos a concretarse y es posible que el presidente anuncie un plan de reforma profundo del máximo tribunal del país tan pronto como la semana que viene.
De acuerdo con el reporte de POLITICO, Biden quiere imponer varios cambios a la Corte Suprema y también una enmienda constitucional para revertir la decisión del alto tribunal sobre la inmunidad presidencial en un caso vinculado al expresidente Donald Trump.
Entre los planes de reformar, Biden planea establecer límites de mandato para los jueces, un código de ética y también la mencionada enmienda constitucional para limitar la inmunidad presidencial (que ya está limitada según el propio fallo de la Corte Suprema semanas atrás).
“Es probable que Biden respalde el establecimiento de límites de mandato para los jueces y un código de ética ejecutable, en un anuncio que representa un cambio notable para un presidente que se había resistido durante mucho tiempo a los llamados a reformar el tribunal superior”, se lee en POLITICO.
La propuesta sobre la enmienda constitucional se produce tras el fallo del alto tribunal del 1 de julio de que los presidentes están protegidos de procesamientos por "actos oficiales" durante su tiempo en el cargo, en un caso presentado por el expresidente Trump.
En general, la Corte Suprema no se pronunció sobre si los actos de Trump relacionados al caso, que corresponden a los hechos del 6 de Enero, corresponden a actos oficiales o no, sino que envió el caso de vuelta a un tribunal inferior para que se evalúen las acciones del expresidente ese día.
Sin embargo, los demócratas estallaron contra la Corte Suprema porque el fallo, aunque no le daba la razón a Trump concretamente, retrasada los procesos legales en contra del expresidente republicano hasta después de las elecciones en noviembre.
Desde ese momento, los demócratas hicieron llamados a Biden para que reforme la Corte Suprema y el presidente se mostró públicamente dispuesto a intentarlo, aunque sea improbable.
En un discurso pronunciado el miércoles en el Despacho Oval para explicar su decisión de retirarse de las elecciones de 2024, Biden afirmó que la reforma era “fundamental para nuestra democracia”.
“Durante los próximos seis meses, me centraré en hacer mi trabajo como presidente. Eso significa que seguiré bajando los costes para las familias trabajadoras, haciendo crecer nuestra economía. Seguiré defendiendo nuestras libertades personales y nuestros derechos civiles, desde el derecho a votar hasta el derecho a elegir (…)Y voy a pedir la reforma del Tribunal Supremo porque esto es crítico para nuestra democracia, la reforma del Tribunal Supremo”.
Según los reportes, se espera Biden proponga la reforma durante un viaje a Texas, donde hablará en la biblioteca presidencial Lyndon Baines Johnson en Austin.
Sin embargo, una reforma de la Corte Suprema o la aprobación de una enmienda constitucional luce realmente complejo por cómo están diseñadas las reglas y la actual distribución del Congreso en ambas Cámaras.
“Imponer límites de mandatos y un código de ética en la Corte Suprema probablemente requeriría una legislación. No se espera que el actual Congreso dividido aborde el tema antes de fin de año. E incluso si los demócratas controlan ambas cámaras después de las elecciones, es casi seguro que no alcanzarán los 60 escaños del Senado necesarios para romper una obstrucción”, se lee en POLITICO.
La enmienda sería aún más compleja, pues requeriría el apoyo de dos tercios de ambas Cámaras del Congreso o de una convención convocada por dos tercios de los estados que, a su vez, necesitaría la aprobación de tres cuartas partes de las legislaturas estatales.