Biden no se mueve
La familia del presidente desoye el clamor de votantes, medios y legisladores demócratas y decide continuar adelante con la campaña.
Joe Biden no arroja la toalla. Al más puro estilo Rocky Balboa, el presidente y su familia creen que pueden reeditar la presidencia a pesar del castigo sufrido en el primer asalto de sus cara a cara mediáticos con Donald Trump. Y ello a pesar del clamor de los votantes, medios y políticos demócratas que piden al líder del Ejecutivo dar un paso a un lado como "un último acto patriótico", con encuestas en las que más del 70% cree que no está en condiciones mentales de seguir siendo el candidato del Partido Azul.
El presidente decidió aislarse del ruido y señaló el domingo por la noche en rojo en su agenda. Sería el momento de la reunión familiar para analizar la situación y tomar decisiones. Tras el encuentro, y con Jill y Hunter llevando la voz cantante, Biden decidió seguir adelante con su candidatura. El apoyo de poderes fácticos del Partido Azul como los Obama y los Clinton también pesó en la decisión.
"Levántate y sigue luchando"
Según The New York Times, en la reunión estuvieron presente los hijos, sus cónyuges y los nietos del presidente. El mensaje fue "la familia Biden al completo está unida" y que el patriarca tiene fuerza para afrontar un nuevo mandato, pese a los lapsus y tropiezos de esta legislatura. "Levántate y sigue luchando", fue la consigna. Los nietos, además, pidieron a su abuelo una mayor participación en la campaña en curso.
Sin embargo, la situación fuera de este minúsculo refugio familiar es un huracán clamando por la renuncia del presidente. Medios progresistas tan importantes como el propio NYT han pedido abiertamente a Biden que deje paso a otra persona más capaz, y centenares de columnistas y analistas políticos de este espectro han bajado el pulgar al líder del Ejecutivo.
El 72% de los votantes cree que Biden no tiene la salud mental para ser presidente
La mayoría de las encuestas publicadas tras el debate sobre la situación del presidente muestran la incertidumbre, el desánimo y la sensación de ir sin rumbo y sin nadie al timón hacia un desastre electoral en noviembre en el bando demócrata. Uno de los ejemplos más contundentes es que el 72% de los participantes en un sondeo de CBS cree que Biden no tiene la ni la salud mental ni la capacidad cognitiva suficientes para servir como presidente.
Entre los votantes demócratas, el 12% ha cambiado de opinión desde el 9 de septiembre. Entonces Biden contaba con la confianza del 71% de los simpatizantes del Partido Azul, que se ha hundido hasta el 59% tras el debate de la semana pasada.
A la pregunta de si debería mantenerse en la carrera presidencial, las cifras vuelven a ser del 72% para "no" y un pobre "28" para el sí. Además, los votantes demócratas que confiaban en el actual líder del Ejecutivo han pasado de un 64% al 54%. Por el contrario, los críticos han crecido desde el 36% al 46%.
Los candidatos demócratas huyen de Biden en sus campañas
Incluso llega a señalar a un "candidato demócrata a la Cámara de Representantes en un distrito indeciso", que habló bajo condición de anonimato, que describió sus "frenéticos esfuerzos para evitar una visita del presidente o incluso de la Primera Dama, Jill Biden".