Biden dice en pleno año electoral que comenzará a aplicar las leyes de deportación

Finalmente en la noche de este 9 de mayo el presidente Joe Biden anunció nuevas medidas migratorias para abordar la ineludible crisis fronteriza, que le ha estallado a su Gobierno. Las medidas, como se reportó en Voz Media más temprano, implican un endurecimiento, aunque leve, frente a los migrantes ilegales y los solicitantes de asilo.

Ahora, la administración Biden propone algunos cambios a los estándares de asilo, según anunció en un comunicado este jueves la Casa Blanca y su encargado de la seguridad nacional, Alejandro Mayorkas, lo que permitiría deportaciones exprés y agilizaría la resolución de casos de migrantes ilegales que hoy se agolpan en la frontera.

De acuerdo con Biden, estos cambios tendrán un alcance limitado y "solo afectarían a un pequeño" número de personas que arrastren consigo delitos graves o impliquen un riesgo a la seguridad nacional. Esto como un esfuerzo de, en medio de un intento por endurecer su postura frente a la migración, complacer al ala progresista que le apuesta a una política blanda.

La nueva norma permitiría que los funcionarios de la frontera rechacen de inmediato a quienes consideran que no son elegibles para asilo.

"La regla propuesta que hemos publicado hoy es un paso más en nuestros esfuerzos continuos para garantizar la seguridad del público estadounidense identificando y eliminando rápidamente a aquellas personas que representan un riesgo de seguridad y no tienen base legal para permanecer aquí", dijo Mayorkas en un comunicado.

La decisión obedece a la coyuntura electoral. Una de las principales preocupaciones de los estadounidenses es la crisis fronteriza y, sin duda, es una de las cargas que más peso le impone a la endeble campaña de Biden, quien enfrenta una caída notable en su popularidad.

De acuerdo con una encuesta de Reuters e Ipsos, de abril de este año, hoy el 56% de los estadounidenses rechaza a Biden; mientras que el presidente cuenta con una aprobación de solo el 38%.

De acuerdo con la misma encuesta, la inmigración se ubica en el tercer lugar de los asuntos que más preocupación generan en todos los estadounidenses. Cuando se plantea entre partidos, la crisis fronteriza es la principal preocupación de los republicanos, con un 34%.

Para el Partido Republicano, más allá de Biden, uno de los grandes responsables de la delicada situación en la frontera es Alejandro Mayorkas, a quien ya el partido en el Congreso le ha intentado destituir —sin éxito, no obstante, debido a la mayoría demócrata en el Senado.

Los republicanos insisten en que bajo la administración de Biden se ha dado una entrada descontrolada y peligrosa, sin precedentes, de inmigrantes ilegales.