La Administración Biden quiere la frontera abierta: entrevista exclusiva a Dan Patrick
El vicegobernador dijo en una entrevista en exclusiva con Voz Media que al Gobierno no le importan las muertes por fentanilo, el tráfico sexual de niños, las violaciones de mujeres, ni las muertes ocasionadas por pandilleros.
Desde que Joe Biden asumió el cargo como presidente de los Estados Unidos, más de 6 millones de personas han cruzado la frontera sur de manera ilegal, de acuerdo con un reporte del Comité de Seguridad Nacional de la Casa de Representantes, basado en cifras del Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza. Se sabe además que alrededor de 1.7 millones de personas han logrado escapar de las autoridades. Tan sólo el año fiscal pasado intentaron ingresar ilegalmente al país: 169 individuos incluidos en la lista de sospecha de terrorismo, más de 35 mil individuos con sentencias por diversos delitos, y casi 600 plenamente identificados como miembros de pandillas, incluyendo la MS13.
A pesar de ello, y de los llamados de auxilio de los estados fronterizos, la Administración Biden ha decidido ir en contra de cada una de las acciones que Texas ha tomado para intentar proteger su frontera.
Platiqué con el vicegobernador Dan Patrick en los estudios de Voz Media, y le pregunté sobre esta batalla campal que el ejecutivo ha emprendido contra Texas.
“La administración Biden quiere una frontera abierta. No les importa que el fentanilo que cruza por la frontera mate a los estadounidenses. No les importa el tráfico sexual. No les importa que los niños sean objeto de tráfico sexual. No les importa que las mujeres sean violadas al cruzar la frontera. No les importan los ciudadanos estadounidenses que son asesinados por pandilleros de la MS13 y otros criminales que cruzan la frontera. No les importa”.
Patrick señala que las acciones de la Administración Biden al no proteger la frontera son con miras a llenar el país de potenciales votantes para el Partido Demócrata en el futuro.
“Y su objetivo a largo plazo es que millones y millones de personas vengan aquí ilegalmente. Están pensando en el largo plazo: dentro de 15 o 20 años tendrán hijos. Tendrán edad suficiente para votar. Y ven que esta es su oportunidad de apoderarse del país con personas que han llegado aquí ilegalmente y que, en su opinión, algún día se convertirán en ciudadanos. Entonces no quieren que hagamos nuestro trabajo. No quieren que su propia patrulla fronteriza haga su trabajo. Y por eso en Texas estamos respondiendo con fuerza”.
Una de las respuestas de Texas ante las cifras récord de inmigración indocumentada ha sido colocar alambre de púas a lo largo de frontera, para prevenir el ingreso ilegal. Sin embargo, la Administración Biden tomó acciones legales contra Texas para remover el alambre, y aunque una primera instancia había negado esa petición, esta semana la Corte Suprema de Justicia permitió que el alambre sea removido mientras se revisa el caso.
- ¿Le sorprende la decisión de la Corte Suprema?
“Sí. Estoy sorprendido, decepcionado y frustrado”.
Recientemente Texas aprobó la ley SB4, que convierte en un delito estatal el ingresar de manera ilegal a Texas e incrementa las penalizaciones por el tráfico de personas. Los detractores de la ley dicen que es inconstitucional porque el deber de proteger la frontera del país le corresponde al ejecutivo. Con esta base, la Administración Biden demandó al estado de Texas, sin embargo, el vicegobernador Patrick dijo que la diseñaron para la defensa de Texas y sabiendo que los iban a retar en las cortes.
“En 2012, Arizona aprobó una ley que básicamente les daría permiso para controlar la frontera. Fracasó ante la Corte Suprema. La ley era débil y la Corte Suprema era más moderada. Escribí la ley con el Gobernador Abbott, el Proyecto de Ley Senatorial cuatro (SB4) que aprobamos al final de la sesión y que sabemos irá a la Corte Suprema, que dice que podemos detener, podemos arrestar, podemos encarcelar a las personas que vienen aquí ilegalmente. Y creemos que es una ley sólida y creo que la Corte Suprema la ratificará”.
- ¿Cree que llegué a entrar en vigor el 5 de marzo?
“Lo hará. Probablemente presentarán una orden judicial temporal, si aún no lo han hecho, para evitar que se convierta en ley. Pero la aprobamos y pasé muchas horas trabajando en ese proyecto de ley. Lo conozco muy bien. Sabíamos que iban a venir inmediatamente (contra la ley). Y acogemos con satisfacción el desafío, porque creemos que tenemos la razón”.
De la misma manera, el gobernador Greg Abbott publicó un comunicado clarificando el derecho de Texas a defender su territorio de una invasión.
“James Madison, Alexander Hamilton y los otros visionarios que escribieron la Constitución de los Estados Unidos previeron que los Estados no deberían quedar a merced de un presidente sin ley que no hace nada para detener amenazas externas como cárteles que trafican a millones de inmigrantes ilegales a través de la frontera. Es por eso que los redactores incluyeron tanto el artículo IV, 4, que promete que el gobierno federal 'protegerá a cada [Estado] contra la invasión', y el artículo I, 10, cláusula 3, que reconoce 'el interés soberano de los Estados en proteger sus fronteras'".
“El incumplimiento por parte de la Administración Biden de los deberes impuestos por el Artículo IV, 4 ha activado el Artículo I,§ 10, cláusula 3, que reserva a este Estado el derecho de legítima defensa. Por estas razones, ya he declarado una invasión bajo el Artículo I, 10, Cláusula 3 para invocar la autoridad constitucional de Texas para defenderse y protegerse. Esa autoridad es la ley suprema del país y reemplaza cualquier estatuto federal hasta el momento,” señaló Abbott en el comunicado.
Pero esta no es la primera vez que hace titulares por su forma de luchar contra la crisis en la frontera. Texas ha sido fuertemente criticado por sus acciones, por ejemplo el enviar a inmigrantes indocumentados en autobuses a ciudades santuario como Nueva York y Chicago. Estas ciudades antes promovían la inmigración ilegal y ahora no pueden con ella. Le pregunté al vicegobernador Patrick si era eso lo que buscaba Texas, que se dieran cuenta de que la inmigración ilegal es insostenible.
“Bueno, queríamos que esos alcaldes y gobernadores demócratas sintieran el dolor que nosotros sentimos. Ya sabes, tomas una ciudad como Del Río, población pequeña, allí la gente que ha cruzado a su área a lo largo de los años ha sido tres, cuatro o cinco veces o más de su población o de cualquiera de los pequeños pueblos de la frontera. Nueva York se queja, ya sabes, tienen 10, 12 millones de personas, lo que sea que tengan en Nueva York, y se quejan porque reciben a 15 mil o 20 mil (indocumentados). Nosotros estamos siendo invadidos”, señaló Patrick.
“Pensamos que ejercerían presión sobre el presidente y le dirían: 'Oye, mira, si quieres luchar con Texas bien, pero no nos hagas miserables, soy un alcalde demócrata, te apoyé para presidente, sabes, estoy detrás de ti ondeando la bandera por ti'. Pero Biden les ha dado la espalda”, sentenció.
El vicegobernador de Texas dijo también que estaría a favor de una reforma migratoria, pero que antes debe detenerse el flujo ilegal a través de la frontera.
“Estados Unidos apoya la inmigración legal. Los republicanos no somos antiinmigrantes. Estamos en contra de que la gente venga aquí ilegalmente, porque no sabemos quién viene, y muchos de ellos son un peligro para Estados Unidos”.