El Departamento de Justicia presenta cargos contra los hijos de El Chapo por tráfico de fentanilo
Estados Unidos ofrecerá recompensas por información para capturar a miembros del Cartel de Sinaloa y se comprometió a trabajar con México para reducir la entrada de drogas al país.
Estados Unidos y México se comprometieron a mejorar la vigilancia del tráfico de fentanilo, al que reconocieron como “la droga más peligrosa para Norteamérica”. Representantes de ambos países se reunieron en Washington para discutir sobre el tráfico de opioides y armas.
En cuanto al problema del fentanilo, se señaló como principales responsables a dos organizaciones criminales: Jalisco Nueva Generación y el Cartel de Sinaloa. También se acordó elaborar recomendaciones para mejorar la notificación voluntaria del desvío de químicos por parte de las industrias de comercio electrónico, transporte marítimo y química.
México, por su parte, consiguió que el Departamento de Justicia de Estados Unidos y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos desplieguen un equipo para trabajar contra el flujo de armas hacia el sur.
A la caza de 'Los Chapitos'
Como parte de estos esfuerzos, el Departamento de Justicia presentó cargos contra los dirigentes del Cartel de Sinaloa. Al que acusa de ser “responsable, en gran medida, de la fabricación e importación de fentanilo para su distribución en Estados Unidos”.
Como explica el comunicado del departamento, aquella organización criminal es una afiliación de traficantes de drogas que presuntamente incluye a Los Chapitos, los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Iván Guzmán Salazar (40) Alfredo Guzmán Salazar (37), Joaquín Guzmán López (36) y Ovidio Guzmán López (33) habrían tomado el control de la organización criminal antes liderada por su padre cuando este fue arrestado y extraditado a Estados Unidos hace más de un lustro.
Los cargos presentados en tres distritos incluyen a Los Chapitos, a su principal sicario -Néstor Isidro Pérez Salas, supuesto líder del grupo armado los “Ninis”- y a otros 28 acusados de participar del tráfico de drogas hacia los Estados Unidos.
Entre los demandados se encuentran representadas distintas partes de la cadena de producción y distribución del fentanilo. Así, se presentaron cargos contra los “sofisticados blanqueadores” del dinero obtenido mediante la venta del opioide, los laboratorios que lo fabrican y las empresas chinas que elaboran los precursores de la droga.
Además, el Departamento de Estado ofrecerá recompensas económicas por información que ayude a capturar o condenar a Los Chapitos. Serán de hasta 10 millones de dólares por Iván, Alfredo y Ovidio Guzmán, y hasta 5 millones por Joaquín Guzmán.
"Las acusaciones de hoy envían un claro mensaje a Los Chapitos, al cártel de Sinaloa y a las redes criminales de narcotráfico de que la Administración para el Control de Drogas (DEA) no se detendrá ante nada para proteger la seguridad nacional de Estados Unidos", declaró la administradora de la DEA, Anne Milgram. Por su parte, el fiscal general Merrick Garland, destacó la importancia de las medidas adoptadas porque las “familias y comunidades de todo el país están siendo devastadas por la epidemia de fentanilo”.
Una relación de idas y venidas
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, acusó a Washington de faltarle el respeto a su país y de amenazar su soberanía en una misiva que le envió a su homólogo chino el mes pasado.
En esa carta, López Obrador le pedió ayuda a Pekín para combatir la difusión de esta droga: “Acudimos a usted, presidente Xi Jinping, no para pedirle apoyo ante estos groseros amigos, sino para que nos ayude a controlar los envíos de fentanilo que puedan remitirse de China a nuestro país”.
A principio de ese mismo mes, el fiscal general Merrick Garland -que participó de la conferencia donde se comunicaron los cargos contra Los Chapitos- había criticado al Gobierno mexicano frente al Senado. México, aseguró, podía “hacer más” para enfrentarse a la crisis del fentanilo.