"Impactante", "fascinante": la catedral de Notre Dame reabre sus puertas
El icónico templo parisino mostró su nuevo interior al mundo en una visita del presidente Emmanuel Macron junto a 1.300 personas que participaron en la reconstrucción.
La catedral de Notre Dame de París desveló este viernes su nuevo "resplandor" al mundo, cinco años después de un devastador incendio, durante una visita del presidente francés, Emmanuel Macron, según reporta AFP. En ocho días abrirá las puertas al público general.
"Es sublime", aseguró el mandatario al descubrir la catedral, que consideró como "mucho más acogedora" tras la limpieza de la suciedad acumulada durante décadas en sus piedras. La presidencia francesa no había ahorrado en calificativos para presentar la visita de este viernes: "resplandor", "fascinación", vista "impactante", "fuegos artificiales de colores", etc.
El público deberá esperar todavía poco más de una semana para acceder al templo. Las ceremonias religiosas y laicas de reapertura están previstas el próximo 7 y 8 de diciembre, antes de que las puertas se abran al mundo. Francia invitó a numerosos dirigentes extranjeros, aunque todavía se desconoce quién asistirá. El papa Francisco ya anunció por su parte que no estará presente.
Y prometió un espectáculo sobrecogedor y un contraste sorprendente con la "bóveda abierta", la "basura carbonizada" y el olor "insoportable" que Macron descubrió la noche del incendio, el 15 de abril de 2019.
Las llamas arrasaron el tejado y el armazón de la catedral, uno de los monumentos más visitados de Europa. Su icónica aguja, construida por Viollet-le-Duc en el siglo XIX, se derrumbó y se reconstruyó de forma idéntica.
"Orgullo francés"
Las imágenes del incendio, cuyas causas todavía no se han identificado, dieron la vuelta al mundo. Macron se comprometió a reabrir el edificio en un plazo de cinco años, lo que suscitó cierto escepticismo en su momento.
Ahora presenta su reapertura como el colofón de un año de "orgullo francés", tras el éxito de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos 2024, y en un momento en el que el mandatario está debilitado políticamente.
La visita permitió descubrir desde la explanada hasta la estructura del tejado, pasando por la nave, el crucero o alguna de sus capillas, y mostrar los principales logros de este titánico proyecto.
"Ustedes ven la catedral como nunca la han visto", "cinco años después de la visión de la desolación", aseguró Philippe Jost, responsable de la restauración, durante la visita. "Recuerdo como si fuera ayer que la Piedad fue la única que emergía" entre los escombros, le respondió el presidente, acompañado de su esposa, Brigitte Macron, y del arzobispo de París, Laurent Ulrich.
Las 2.000 personas que contribuyeron a la restauración fueron invitadas a esta visita, de las cuales unas 1.300 estuvieron presentes. "Esta última visita a las obras es la ocasión de darles las gracias" a quienes trabajaron en ellas, desde carpinteros a canteros, pasando por arquitectos y arqueólogos, entre otros, avanzó Macron. El presidente también homenajeará a los mecenas, ya que el proyecto ha costado unos 700 millones de euros (unos 740 millones de dólares al cambio actual) y se ha financiado exclusivamente con donaciones.