México aprueba definitivamente su polémica reforma judicial que ataca la separación de poderes
En medio de fuertes protestas, el Senado mexicano ratificó la medida que convierte al país en el primero del mundo en adoptar la elección popular de todos sus jueces.
Aprobación de la reforma judicial en el Senado de México
El Senado de México aprobó este miércoles una reforma constitucional que convierte al país en el primero del mundo en adoptar la elección popular de todos sus jueces.
La reforma fue aprobada con 86 votos a favor, equivalentes a dos tercios de los 127 senadores presentes en la cámara alta, que es dominada por el partido oficialista Morena y sus aliados, y 41 votos en contra de los partidos de la oposición. Todo en medio de unas fuertes protestas que obligaron a suspender temporalmente la sesión cuando los manifestantes irrumpieron en la Cámara advirtiendo del peligro que la norma supone para la Democracia y la Justicia en el país.
La reforma judicial, impulsada por el presidente izquierdista Andrés Manuel López Obrador, convierte a México en el primer país que elegirá a todos sus jueces por voto popular.
La iniciativa fue impulsada en el marco de un enfrentamiento entre AMLO y la Corte Suprema, que ha bloqueado, entre otras, leyes que ampliaban la participación del Estado en el sector energético y dejaban la seguridad ciudadana en manos de los militares.
La reforma constitucional pudo ser aprobada gracias a las amplias mayorías que obtuvo el oficialismo en las elecciones del 2 de junio, en las que fue elegida presidenta la izquierdista Claudia Sheinbaum.
¿En qué consiste la polémica reforma constitucional?
La reforma jucicial de AMLO supone un ataque frontal a la separación de poderes en la que se basa el Estado de Derecho. De este modo, la reforma aprobada por el Senado contempla la renovación total de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la mitad de los magistrados de circuito y jueces el próximo año.
El proyecto busca también reducir el número de ministros de la Suprema Corte de Justicia de 11 a 9, reduciendo además su periodo de 15 a 12 años y también buscando establecer un tope salarial.
No obstante, la reforma más importante, que genera la mayoría de las críticas, es la elección de los ministros, magistrados y jueces a través del voto popular; una forma de elegir que se replica en pocos países del mundo, como Bolivia y Estados Unidos; pero sólo de forma parcial. México va más allá y aprobó que todos los jueces se elijan por este método.
Los críticos señalan que en México una reforma de este tipo podría afectar directamente la separación de poderes y la confianza en las instituciones judiciales, debilitando el estado de derecho y erosionando todavía más la seguridad jurídica en un país donde los carteles usan su alcance y poderío económico para comprar voluntades e influir en las elecciones para su beneficio.
Algunas de las preocupaciones es que, de aprobarse la medida, se podrían reemplazar hasta 900 jueces, magistrados y ministros en una sola elección que, además, podría coincidir con el calendario de elecciones de diputaciones federales.
A principios de mayo, el Laboratorio de Impacto sobre el Estado de Derecho de la Facultad de Derecho de Stanford y la Barra Mexicana de abogados advirtieron que las propuestas de AMLO “constituyen una amenaza directa a la independencia judicial, violan estándares internacionales y socavan la democracia en México”.
Mundo
La separación de poderes en México en riesgo: los diputados avalan en Comisión la peligrosa reforma judicial de AMLO
Emmanuel Alejandro Rondón
Crisis diplomática con Estados Unidos y miedo a la rendición judicial a los carteles de la droga
La reforma judicial mexicana supuso un choque diplomático con Estados Unidos. Hace unos días, el presidente Andrés Manuel López Obrador puso "en pausa" la relación con el embajador estadounidense en México, Ken Salazar, precisamente por sus críticas a la polémica reforma judicial del mandatario mexicano.
El embajador estadounidense había sentado una postura clara sobre la reforma judicial, advirtiendo que la justicia mexicana podría quedar completamente vulnerable a la politización, la corrupción y el control de los cárteles de droga.
En particular, Salazar mencionó que la reforma propuesta de AMLO podría "hacer más fácil que los cárteles y otros actores malignos se aprovechen de jueces inexpertos con motivaciones políticas", generando, además, "turbulencia" económica y política por años.
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