Claudia Patricia Díaz Guillen, conocida como la enfermera-tesorera de Hugo Chávez, y su marido, Adrián José Velásquez Figueroa, guardaespaldas de la Presidencia hasta 2013, fueron declarados culpables el pasado mes de noviembre de lavado de dinero negro y sobornos. Este miércoles la Fiscalía de Fort Lauderdale ha pedido para ella 23 años y cinco meses de cárcel, y para su marido 19 años y cinco meses por dichos delitos. Se espera que a lo largo de este miércoles el tribunal, presidido por el juez William P. Dimitrouleas, dicte sentencia.

"La naturaleza y las circunstancias de su participación en un inmenso esquema de lavado y soborno, que implican más de mil millones de dólares en bonos y más de cien millones de dólares en pagos de sobornos, merecen una sentencia significativa", se puede leer en el documento de 23 páginas presentado por Glenn S. Leon Markenzy Lapointe, jefe de la sección de fraudes de la Fiscalía General de Estados Unidos.

La Fiscalía asegura que la pena debe aplicarse por lo menos 283 meses en la cárcel para ella y no menos de 235 meses para él. "Serían lo suficiente y no más de lo necesario". El castigo incluye el decomiso de sus propiedades, así como multas.

Claudia Díaz y Adrián Velásquez fueron íntimos colaboradores del entonces presidente Hugo Chávez. Pero en 2013, tras la muerte del tirano y el ascenso de Nicolás Maduro, fueron perdiendo la confianza del poder y comenzaron sus problemas. El actual dictador venezolano la destituyó en 2016; la pareja decide entonces dejar Venezuela e instalarse en España hasta que en 2018 fueron detenidos tras cursar el régimen chavista una orden de extradición por los delitos de blanqueo y enriquecimiento ilícito. Aquella denuncia no prosperó porque la Audiencia Nacional española consideró que en Venezuela Díaz y Velásquez no tendrían un juicio justo y que su seguridad personal peligraba. Pero sí prosperó una solicitud similar cursada por Estados Unidos, a dónde la pareja fue extraditada en 2022.

Díaz Guillén fue miembro de la Guardia de Honor, cuerpo responsable de la seguridad de los presidentes de Venezuela, y parte del equipo de médicos y enfermeras que cuidaban a Chávez, antes incluso de que padeciera cáncer, quien terminó nombrándola tesorera nacional, un cargo en el que, según Estados Unidos, logró enriquecerse a través de un sistema corrupto de lavado de dinero. Adrián José Velásquez Figueroa fue jefe del Departamento de Seguridad del palacio presidencial de Miraflores durante el mandato de Chávez.