La apuesta cinematográfica de Kevin Costner con Horizon: una película de western sin agendas políticas

Kevin Costner regresa a la pantalla grande con Horizon: An American Saga, una epopeya western que promete traer de vuelta los valores clásicos de narración y espectáculo sin las agendas políticas modernas.

Costner, quien no solo protagoniza, sino que también dirige esta película, le apostó fuerte al proyecto, invirtiendo 38 millones de dólares de su propio dinero y asegurando el resto del presupuesto a través de inversores privados.

Aunque tuvo un impresionante debut en el Festival de Cannes, donde recibió una ovación de pie que duró siete minutos, las proyecciones indican que Horizon podría recaudar apenas 10 millones de dólares en su fin de semana de estreno en Estados Unidos, una cifra modesta comparada con otros éxitos recientes de la taquilla.

La película, ambientada durante la Guerra Civil estadounidense, explora los orígenes tumultuosos de una nación a través de una narrativa compleja que entrelaza múltiples personajes y sus luchas por encontrar su lugar en un paisaje cambiante y peligroso.

Horizon desafía las convenciones actuales al presentar personajes nativos americanos de manera equilibrada, sin adoptar los enfoques contemporáneos de señalización moral que podrían incluir críticas abiertas a acciones históricas o actitudes.

Este enfoque ha dividido opiniones entre críticos y audiencias jóvenes, acostumbradas a mensajes más directos y explícitos en el cine actual. Sin embargo, para los defensores de la creatividad audaz en el cine, Horizon representa un recordatorio de la importancia de arriesgarse y desafiar las normas establecidas, reviviendo el género del western en un momento en que Hollywood parece inclinarse cada vez más hacia fórmulas seguras y grandes presupuestos.

A pesar de los desafíos financieros y críticos, Costner ya tiene planes para una trilogía completa, con la segunda entrega programada para agosto y la tercera actualmente en producción en Utah.

Ya sea que Horizon se convierta en un éxito o un fracaso en términos convencionales, su existencia desafía a la industria a mantener viva la innovación y la perspectiva clásica al mismo tiempo.