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EEUU se derrumba en la Ryder Cup y surgen tensiones entre los jugadores

La apabullante ventaja del equipo europeo en la competición tras la segunda jornada desata las críticas y el malestar entre los norteamericanos.

(Cordon Press)

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La jornada del sábado de la Ryder Cup trajo una tímida pero insuficiente reacción del equipo estadounidense, que no fue suficiente para poner en aprietos al conjunto europeo. Al término del día, los golfistas del viejo continente se imponen por un contundente 10.5-5.5 a los norteamericanos, cuya unidad saltaba por los aires y comenzaron a airearse el malestar y las críticas entre los miembros de la expedición.

Europa ahoga la reacción estadounidense en la Ryder

El equipo nacional necesitaba un pleno, pero el equipo del viejo continente no estaba dispuesto a regalárselo así como así. A pesar de que los norteamericanos arrancaron fuerte. Sin Jon Rahm sobre el verde -el capitán del equipo azul, Luke Donald, decidió que el español descansara tras 54 hoyos en 30 horas- el veterano inglés Justin Rose y el novato escocés McIntyre consiguieron imponerse a Spieth y Thomas. Al final, la jornada terminó con un 10.5-5.5 que no servía para acercarse a los europeos, aunque sí dejaba mejores sensaciones. Ahora mismo, Europa necesita tan sólo 4 victorias de los de 12 partidos de la última jornada para alzar el trofeo.

La actuación del equipo estadounidense está levantando duras críticas, la unidad de sus miembros se resquebraja. El capitán del equipo rojo, Zack Johnson, lamentó el cansancio de sus chicos antes de comenzar la competición, y mostró su malestar porque "la hierba está muy seca y la altura del rough es algo exagerada para nuestra forma de jugar”. Tras la masacre de la primera jornada, la tensión aumentó considerablemente.

La expedición nacional alega que un virus afectó a los jugadores

Además, Johnson insinuó durante una rueda de prensa que el equipo nacional se encontraba afectado por un virus que esta afectando a la actuación de los jugadores. "Ha habido algunas cosas imprevistas con las que hemos tenido que lidiar en temas de salud. No es una excusa, pero diré que estoy agradecido de que tengamos un médico en el equipo. Estamos peleando contra cosas inesperadas de forma interna. Hay ciertas cosas que no se pueden controlar y estamos tratando de controlar las controlables. Tenemos cierta congestión y síntomas que hacen que la energía sea un poco baja", señaló.

Por si fuera poco, la división interna comienza a hacerse visible. Varios jugadores, liderados por Cantley, declinaron llevar la gorra oficial como protesta porque no se les paga por participar en el torneo. Además, se negaron a permitir que las cámaras de Netflix, que están grabando un documental, accedieran a la zona reservada a los jugadores. Cantley también protagonizó un incidente durante la jornada con el norirlandés McIlroy, que estuvo a punto de llegar a las manos con un caddie del estadounidense.

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