“La transición y sus efectos me costaron mucho sufrimiento”: la historia de un joven al que convencieron para cambiar de sexo

Lukasz Sakowski es un joven polaco que contó cómo fue manipulado y convencido para cambiarse de sexo. En una carta, que publicó en el Daily Mail, explicó que cuando era solo un niño conoció por internet a una persona transexual de 40 años de edad que poco a poco le fue convenciendo de que debía usar más cosas femeninas que masculinas. Junto a esto, le proporcionó bloqueadores de la pubertad para que iniciara una transición.

Sakowski explicó que en su niñez sintió rechazo a la idea de ser homosexual. Rememora cómo con 13 años vio un programa polaco llamado Rozmowy w toku, dirigido por Ewa Drzyzga, en el que se presentaron transexuales y fue la primera vez que pensó que quizás no era homosexual si no una persona trans. “Fue entonces cuando se me ocurrió por primera vez que este era un tema que me debería interesar. Buscando información en internet, encontré un foro para personas trans. Rápidamente me puse en contacto con uno de sus usuarios, una persona transexual de 40 años”, sostuvo Sakowski.

“El foro y los portales para personas trans, así como el mensaje de activistas transexuales, me confirmaron en esta alienación y me empujaron a los siguientes pasos para cambiar mi sexo, como miembros de una secta empujando a un novato a pasos cada vez más drásticos”, agregó el joven.

Luego de conocerse y conversar mucho más con esa persona, el joven empezó a recibir ayuda para iniciar su cambio. Cuando tenía 14 años, el tema de los bloqueadores de la pubertad surgió en sus conversaciones. Y es así como el hombre de 40 años le ofreció a enviarle un medicamento llamado Androcur. “Este bloqueador de la pubertad tiene muchos efectos secundarios, algunos de los cuales están etiquetados como ‘comunes’. Estos incluyen (según el prospecto): 'daño hepático tóxico, incluyendo ictericia, hepatitis, insuficiencia hepática', 'estados de ánimo depresivos', 'ginecomastia', 'fatiga', 'sofocos', 'tumores cerebrales benignos (meningiomas)', 'tumores hepáticos benignos y malignos', 'trastornos tromboembólicos', 'osteoporosis'”, detalló Sakowski.

Aseguró que después de aproximadamente medio año, cuando le escribió a su amigo trans que tenía dolor abdominal en el lado derecho debajo de las costillas, él le dijo que se le olvidó decirle que junto con Androcur se suponía que debía tomar diariamente un medicamento protector para el hígado. “Unos años más tarde, alrededor de los 18 años, me hicieron una densitometría, que es una medida de la densidad ósea. Mostró osteoporosis avanzada (Z-score: -2,8). El médico que describió el resultado dijo que tenía casi ¼ de pérdida de masa ósea en relación con lo normal para mi edad”, comentó Sakowski.

"Las narrativas de los activistas transgénero son la desinformación, la manipulación y la mentira"

A pesar de todo ello, Sakowski empezó a visitar varias clínicas de psicología y sexología. Así le hicieron pruebas genéticas para ver si tenía trastornos del desarrollo sexual (también conocido como hermafroditismo o intersexualidad). Los expertos le dijeron que lo que tenía era que no aceptaba que era homosexual. “El diagnóstico fue correcto, y todo el proceso llevado a cabo por este psicólogo fue minucioso y perspicaz, pero lo negué por completo”, señaló Sakowski. Indicó que pensaba que cuando se vistiera como mujer y le entregaran un documento de identidad con su nuevo nombre, se sentiría mejor.

Ahora, ya con un proceso de reversión para volver a lo que considera su “verdadero sexo” expresó que estudió Biología y que “gracias a esto, comencé a notar cuánto del dogma presente en las narrativas de los activistas transgénero son la desinformación, la manipulación y la mentira, en aras de la ocultación llamada 'ciencia moderna', con la que en realidad no tienen nada en común”. Además, resaltó que gran parte de los críticos de los activistas trans son personas de la comunidad LGBT, feministas clásicas y expertos. “No es, como lo retratan los activistas, que tengamos personas transgénero pobres y oprimidas en el lado bueno de la historia y fanáticos transfóbicos en el otro lado que se aburrieron de intimidar a los homosexuales y cambiaron a personas trans”, insistió el polaco.

También sostuvo que “la transición y sus efectos me costaron mucho sufrimiento físico y mental, que son difíciles de describir con palabras, porque se trata de momentos y períodos muy difíciles de mi vida”. De igual manera, aseguró que escribió la carta porque le preocupa los jóvenes que están confundidos con respecto a su identidad y "están siendo guiados por activistas transgénero y psicólogos y psiquiatras deshonestos hacia la modificación médica del cuerpo".

Finalmente, puntualizó: