Potentado Soros: ¡deje de ayudarnos!

"Gasta millones de dólares en hacer que nuestras comunidades sean menos seguras porque jamás tiene que sufrir las consecuencias", denuncia Adam Coleman.

Imagino el cabreo con que Adam B. Coleman escribió su artículo “El elitista George Soros está haciendo que la vida sea peor para los norteamericanos negros”, demoledor desde el mero título y en el que denuncia que los filántropos como el referido magnate, revolucionario por cuenta ajena, “se niegan a aceptar que sus idearios hacen más mal que bien”. En su caso particular, de hecho, “perjudican a los inocentes y benefician a los depredadores que hay en nuestra sociedad”.

“Georges Soros gasta millones de dólares en hacer que nuestras comunidades sean menos seguras”, denuncia Coleman, que escribe como réplica al artículo que publicaron al potentado progresista en el nada progresista Wall Street Journal el pasado domingo (pregunta seria: ¿relajaron para la ocasión en el mítico diario neoyorquino sus férreos mecanismos de verificación y supervisión de datos?). Y lo hace porque “jamás ha de sufrir las consecuencias, porque no vive en ellas”, acusa el joven Coleman, que es negro, que sabe perfectamente de lo que habla y que no tiene pelos en la lengua:

Así como [Soros] lamenta las injusticias que haya en nuestro régimen penal, ¿qué sucede con las injusticias que él mismo está generando al financiar en todo el país a fiscales de distrito permisivos? ¿Quién le pide cuentas por ello? [...] Soros no te hablará nunca de los vínculos entre delincuencia y ausencia de figura paterna porque la solución a esto último no implicaría al Estado y no la puede comprar un multimillonario elitista.

“Los elitistas como Soros creen que ellos saben más, que son los salvadores de la sociedad”, prosigue Coleman, como si fuera el gran Friedrich Hayek del memorable La fatal arrogancia. “Ahora bien, para que sigan siendo los salvadores, necesitan víctimas, y nosotros siempre seremos victimizados por ellos”.

Al llegar a este punto de su yo acuso, Coleman me hizo recordar al siempre estimulante Jason Riley, autor de un libro que debería ser de obligada lectura, sobre todo en la comunidad negra, a la que de hecho va dirigido: Please Stop Helping Us.

Me imagino perfectamente a Coleman exhortándole a Mr. Soros: “¡Basta ya! ¡Deje de ayudarnos!”.

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El propio Coleman ha escrito un libro, también de título poderoso, Black Victim to Black Victor, en el que pueden leerse preguntas tan fundamentales como éstas:

¿Por qué aspirar a la solidaridad [inter]racial me convierte en un traidor? ¿Por qué Martin Luther King Jr. es considerado un héroe pero nunca escuchamos su mensaje? (...) ¿Por qué los negros tienen que ser todos del mismo molde? ¿Por qué no se nos permite que decidamos por nuestra cuenta? (...) ¿Por qué todo el mundo piensa que debe ayudar a los negros? ¿Por qué los negros consienten que la élite progresista les rebaje las expectativas? (...) ¿Por qué esperamos que el Estado [government] nos salve, si somos capaces de salvarnos nosotros mismos? ¿Por qué pasamos por alto el rol destructivo que ha desempeñado el Estado [government] desde el primer momento? ¿Por qué hemos permitido que los tribunales de familia desplacen a las familias negras? (...) ¿Quién se beneficia de nuestro desorden familiar?

¿Podría ser que la casta política encuentre más beneficioso vernos divididos en vez de unidos? ¿Podría ser que la supuesta dirigencia negra necesite víctimas útiles para su desaforada avaricia? (...) ¿Por qué no estamos dispuestos a admitir que se han conseguido avances inmensos? (...) ¿Queremos ser las perpetuas víctimas americanas, o queremos cambiar la situación de nuestra comunidad para convertirnos en americanos victoriosos y resilientes?

Merece la pena echarle un vistazo, ¿verdad?