La proliferación de las comisarías clandestinas chinas alerta a los gobiernos mundiales
Nuevos informes alertan del descubrimiento de nuevos centros, que ya suman 102 en 53 países, violando la soberanía nacional. En EEUU se han localizado cuatro.
La proliferación -o descubrimiento- de comisarías secretas en terceros países sin conocimiento de éstos continúa en alza. Según los últimos informes, en estos momentos se conoce la existencia de al menos 102 en 53 países diferentes, casi el doble de las que salieron a la luz en septiembre del año pasado. Además de desvelarse tres nuevas sedes en EEUU, se denuncia que el continente americano y Europa son sus principales objetivos.
22 estaciones en el continente americano
Tras las últimas investigaciones, la organización Safeguard Defenders pudo identificar que estos centros han sido emplazados desde distintos organismos locales de seguridad chinos. Así, la última publicación ya especificaba la existencia de 29 estaciones creadas por la Oficina de Seguridad Pública de Nantong a partir de febrero de 2016 y otras 12 estaciones creadas por la Oficina de Seguridad Pública de Wenzhou Bureau. Los investigadores localizaron seis estaciones adicionales para la Seguridad Pública de Qingtian y una más de la Oficina de Seguridad Pública de Fuzhou.
Según el documento, en estos momentos existen 22 estaciones de Policía en el continente americano. La mitad de ellas se encuentran en Suramérica: dos en Argentina (ambas en Buenos Aires), tres en Brasil (Río de Janeiro, Sao Paulo y una en ubicación desconocida), una en Chile (Viña del Mar), otra en Colombia (Bogotá), tres en Ecuador (Guayaquil, Quito y ubicación desconocida) y Perú (no se conoce su localización exacta).
El resto se han descubierto en Cuba (1), Panamá (1), Canadá (Tres en Toronto, una en Vancouver y otra en ubicación desconocida). En EEUU, a la ya conocida de Nueva York -en la que el FBI detuvo a dos personas- se han descubierto tres más (una segunda en NY, otra en Los Ángeles y una tercera en un lugar sin determinar). El pasado 20 de junio, un tribunal federal de Brooklyn condenó a dos ciudadanos chinos y a un ex oficial de Policía estadounidense por su implicación en operaciones de represión desde China.
Europa, al menos 44 comisarías clandestinas
No obstante, la mayor parte de estas estaciones clandestinas se encuentra en Europa. El viejo continente acumula al menos 44 comisarías camufladas. Italia, con 11, es el país del mundo donde más instalaciones de este tipo se han localizado, seguida de España, con nueve. Francia cuenta con cuatro y Reino Unido con 3, mientras que la locomotora económica de la eurozona, Alemania, tan sólo reportó una. El resto se encuentra en Austria (1), República Checa (2), Grecia (1), Hungría (2), Irlanda (1), Portugal (3), Rumanía (1), Rusia (1), Serbia (1), Suecia (1) y Países Bajos (2).
Desde Safeguard Defenders se matizó que, por el momento, se trata de iniciativas de centros locales, sin coordinación por parte del Gobierno comunista chino. No obstante, "aunque no están gestionadas directamente por las autoridades centrales, algunas declaraciones y políticas empiezan a mostrar una orientación más clara por parte del gobierno central a la hora de fomentar su creación y sus políticas. Además, al igual que en el 110 Overseas original, entre los ejemplos de operaciones de persuasión para el retorno llevadas a cabo a través de las comisarías se incluyen varios objetivos de la campaña Fox Hunt de las autoridades centrales".
Unas 230.000 personas "persuadidas a volver" a China
En paralelo, China está estableciendo estaciones oficiales en las que participan organismos del gobierno comunista, con la cooperación de los gobiernos anfitriones. Matt Schrader, de Jamestown Foundation, fue el primero en informar del establecimiento de uno de estos centros en Sudáfrica en 2019. En el brief de esta organización se destaca "el vínculo directo con el Departamento de Trabajo del Frente Unido [órgano del Partido Comunista Chino] y las operaciones de influencia política". En su informe también subraya cómo "tanto la embajada de la RPC como los centros son abiertos sobre el apoyo de la embajada a los centros, en forma de dinero y personal".
En los últimos tiempos, China ha diversificado las fórmulas para expandir su presencia e influencia fuera de sus fronteras, algo que viene preocupando a los gobiernos locales. Además de las dos modalidades de centros señaladas arriba, ha desarrollado patrullas conjuntas con la policía italiana, así como en Islas Salomon, donde, además, entrenan a las fuerzas del orden locales. No obstante, según Jamestown Foundation, el objetivo de "acoso e intimidación de disidentes chinos y acciones extrajudiciales para devolver a fugitivos del extranjero que constituyen efectivamente entregas extraordinarias" no ha variado. Según Safeguard Defenders, unas 230.000 personas que habían cometido delitos económicos fueron "persuadidas a volver" a su país para afrontar un juicio.
El Gobierno comunista chino niega su existencia
Desde el Gobierno chino se sigue negando la existencia de estas comisarías secretas, y subrayan que se trata de voluntarios que tratan de ayudar a sus compatriotas. En muchos de los casos, sostienen que se trata de una ayuda a los agentes locales para solventar los problemas de comunicación de aquellos ciudadanos del gigante asiático que no tienen un nivel suficiente del idioma local del país donde se han instalado y pudieran haber cometido un delito. Como sostiene la conclusión final del informe de Jamestown:
Investigaciones por parte de varios estados
Los gobiernos están investigando asimismo las posibles vinculaciones de estos centros con la mayor injerencia de China en las políticas nacionales. Por ejemplo, en Canadá son varios los políticos conservadores que denunciaron haber sido víctima de espionaje y campañas de difamación orquestadas por agentes chinos. De hecho, se está investigando la posible interferencia china en las últimas elecciones presidenciales en favor del partido del actual presidente Justin Trudeau.