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Antisemitismo: la Cámara de Representantes revela cómo las autoridades universitarias desprotegieron a los estudiantes judíos

Un informe presentado por el Comité de Educación de la Cámara de Representantes indicó que había un ambiente hostil hacia los estudiantes judíos en los campus, cuyas autoridades decidieron ignorar.

Protesta pro-Hamás en la Universidad de ColumbiaKena Betancur / AFP

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El Comité de Educación de la Cámara de Representantes de Estados Unidos publicó un informe en el que reveló los fallos de las universidades más importantes del país respecto del manejo de las demostraciones de antisemitismo en los campus.

En su reporte, el comité presentó una serie de discusiones sobre el asunto que se llevaron a cabo entre las administraciones de las diferentes instituciones académicas. 

En el informe, de más de 300 páginas y que está basado en citaciones de testigos, solicitudes de documentos y testimonios transcritos, se indicó que había un ambiente hostil hacia los estudiantes judíos, lo cual constituye una violación de la Ley de Derechos Civiles.

Universidad de Harvard

De acuerdo con el informe, dos días después de la masacre del 7 de Octubre, los administradores de la Universidad de Harvard habían realizado una declaración condenando al grupo terrorista Hamás y manifestando su solidaridad con los secuestrados. Sin embargo, estos elementos clave de la declaración fueron suavizados o eliminados por pedido de la entonces presidente de la institución Claudine Gay y por Alan Gerber, quien ocupa ese cargo hoy y que en aquel momento se desempeñaba como rector.

El informe subrayó que debido a la solicitud de ambos dirigentes, se eliminaron partes clave de la declaración, incluida la mención de los rehenes. 

Según los mensajes internos presentados ante el comité, la administración de Harvard prefirió no publicar una declaración más dura contra Hamás excusándose en que se trata de un asunto "complejo" y "profundamente divisivo”. 

De hecho, George Q. Daley, decano de la Facultad de Medicina, pidió no usar el término violento para calificar el brutal ataque del 7 de Octubre ya que “sonaba como atribuir culpa cuando es mejor expresar horror por la carnicería que está ocurriendo ahora”, en referencia a la contraofensiva de las fuerzas israelíes contra Hamás y otros grupos terroristas en la Franja de Gaza.

Gay y Gerber acordaron eliminar la palabra violento, y el entonces rector manifestó su preocupación de que Daley emitiera su propio comentario que estableciera una equivalencia moral entre Israel y Hamás en caso de oponerse a hacerlo. 

Además, John Manning, actual rector de la universidad, también se opuso a incluir en la declaración una parte que se refiriera al impacto de los secuestros sobre la comunidad de Harvard. De hecho, se eliminó del borrador original una mención a los miembros de la universidad que habían perdido familiares y amigos el 7 de Octubre. 

La razón esgrimida por Manning y algunos profesores de la institución era que no se podía mencionar a los secuestrados sin hacer una referencia al sufrimiento palestino. 

En una entrevista transcrita con el comité en agosto pasado, Penny Pritzker, miembro principal de la Harvard Corporation, calificó la declaración de la administración de la universidad como “masivamente inapropiada en ese momento e insuficiente”.

Además, el informe del comité indicó que Pritzker afirmó a Gay que un cartel que rezaba ‘Desde el río hasta el mar, Palestina será libre’ constituía un mensaje claramente antisemita ya que es una frase que llama a la aniquilación del Estado judío y de los judíos en general, razón por la cual pidió a la entonces presidente de Harvard que lo condenara.

Sin embargo, Gay instó a Pritzker a evitar manifestar que se trataba de una expresión antisemita frente a los estudiantes, ya que muchos se preguntarían qué están haciendo las autoridades al respecto.

Gerber, por su parte, sostuvo que no es un asunto "simple” y que no existe un consenso que indique que la frase tiene siempre una connotación antisemita.

En el reporte se señaló además que los estudiantes que causaron disturbios o interrumpieron clases no recibieron ningún tipo de castigo, sino condenas menores, algunas de las cuales incluso fueron revocadas.

Pritzker dijo en sus declaraciones ante el comité que la Harvard Corporation consideraba la aplicación desigual de las sanciones por parte de las juntas administrativas como un problema al que aún no se le había encontrado una solución, pero que los administradores reconocían que era necesario abordar el asunto.

Universidad de Columbia

Respecto de la Universidad de Columbia, el informe indicó que Minouche Shafik, entonces presidente de la institución, se comunicó con el demócrata Chuck Schumer, líder de la mayoría en el Senado, quien le dijo que el problema político con las universidades realmente solo está entre los republicanos. Asimismo, le sugirió mantener un perfil bajo y evitar reunirse con republicanos.

Angelo Roefaro, portavoz de Schumer, negó las afirmaciones del informe y aseguró que el senador demócrata, que es judío, condenó regularmente los actos antisemitas en Columbia y otras universidades. 

Además, David Greenwald, actual presidente de la junta directiva de la institución, y Jonathan Lavine, su predecesor, escribieron en mensajes privados que esperaban una victoria demócrata en la Cámara para detener las investigaciones en contra de las universidades.

En otro mensaje interno, Claire Shipman, presidente del consejo de administración de Columbia calificó de “tonterías” las críticas del Congreso por el antisemitismo en el campus y presionó para que se levantaran las sanciones para las organizaciones pro-Hamás. 

El informe también apuntó contra la manera en que las autoridades de Columbia gestionaron el campamento contra Israel y la ocupación del edificio Hamilton Hall. Y agregó que a la mayoría de los 22 estudiantes detenidos por este hecho se les permitió graduarse o permanecer en una buena posición. Solo uno recibió libertad condicional y tres fueron suspendidos. Ninguno fue expulsado.

Las sanciones laxas no se limitaron solo a aquellos que ocuparon el Hamilton Hall. De hecho, un estudiante que declaró que “los sionistas no merecen vivir” recibió solo libertad condicional, en tanto que otros dos alumnos que organizaron un evento en el que hablaron miembros de grupos terroristas obtuvieron el mismo castigo y los tres restantes sólo recibieron advertencias.  

Además, el informe reveló que un importante dirigente del Senado Universitario apoyó activamente a los manifestantes pro-Hamás y silenció las voces judías y pro-israelíes en el Senado. 

Si bien la universidad no alcanzó un acuerdo con los alborotadores proterrorismo, los documentos internos señalaron que se consideraron algunas concesiones, como la desinversión en empresas israelíes y el cese de las relaciones con ellas o de aquellas que hacen negocios con Israel; la creación de un programa conjunto con una universidad de la Ribera Occidental; la entrega de becas a palestinos; la otorgación de una amnistía o la implementación de procedimientos judiciales benévolos a los involucrados en las protestas pro-Hamás; y la reactivación de organizaciones estudiantiles antiisraelíes. 

En el informe también se demostró que los castigos impuestos a los alborotadores pro-Hamás y a los activistas proisraelíes no fueron equilibrados, y de hecho fueron absolutamente injustos para estos últimos. 

En este sentido, se mencionó un incidente en el que estudiantes judíos rociaron con un spray con olor fétido el lugar donde se estaba llevando a cabo una manifestación pro-Hamás. Los alumnos involucrados en el hecho fueron suspendidos por un año y medio, un período más extenso que el aplicado a cualquier estudiante castigado por sus actos antisemitas. 

Columbia sostuvo en aquella oportunidad que se trataba de un químico ilegal, pero luego se descubrió que era legal y estaba disponible en tiendas. Y a raíz de una demanda presentada por uno de los estudiantes judíos, la universidad se vio obligada a reducir la suspensión, emitir una declaración pública y pagar cerca de 400.000 dólares en compensación. 

El informe también apuntó contra la indiferencia de Shafik hacia las quejas por discriminación y acoso en el programa de grado conjunto de la institución con la Universidad de Tel Aviv. Según el informe, incluso intentó minimizar esta colaboración, y una publicación sobre la ceremonia de graduación de la primera clase del programa fue eliminada de las redes sociales de Columbia.

Universidad de Pensilvania

En cuanto a la Universidad de Pensilvania (UPenn), Scott Bok, presidente de la Junta de Síndicos de la institución, escribió a la presidente Liz Magill que no debía tomarse en serio la presión y las críticas sobre el manejo del antisemitismo en la institución, ya que venían de políticos y críticos "que se compran fácilmente". 

Además, el reporte indicó que los referentes de la institución coordinaron de antemano con un medio de comunicación local para que realizara una cobertura favorable sobre el testimonio de la expresidenta Magill ante el Congreso y calificaron las preguntas de los legisladores como "intimidación y provocación".

En la UPenn solo tres estudiantes han sido suspendidos, por un semestre cada uno, y 14 fueron puestos en libertad condicional, a pesar de que se produjeron graves incidentes que incluyeron el robo, un campamento que resultó en 21 detenidos, una invasión a la casa de la presidente de la universidad y otras interrupciones de las actividades del campus.

Universidad Northwestern

El informe también reveló que Nour Kteily, un importante profesor de la Universidad Northwestern, le dijo a un colega que esperaba lograr "victorias asombrosas" para los manifestantes como parte de una negociación que lideraba en su nombre. 

El profesor formaba parte del equipo de negociación de la administración con el campamento pro-Hamás en el campus, e incluso era miembro del grupo de trabajo contra el antisemitismo creado específicamente tras las protestas, aunque se opuso públicamente a la propuesta de formarlo. Como parte de las negociaciones con los manifestantes, sugirió boicotear los productos de la empresa alimenticia israelí Strauss en el campus.

Universidad de California en los Ángeles

Respecto de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), el informe indicó que se le pidió a la policía universitaria no actuar cuando los manifestantes pro-Hamás levantaron un campamento. Y añadió que a pesar de que la administración estaba al tanto de una serie de violaciones al reglamento de la institución, no intervino, e incluso envió mensajes engañosos o inexactos a la comunidad escolar sobre el campamento.

El reporte remarcó que 96 estudiantes fueron detenidos, 92 de los cuales no fueron castigados tras firmar acuerdos de resolución

Las autoridades sostuvieron que no lograron identificar a nadie que impidiera a estudiantes judíos acceder a ciertos sectores del campus. 

Universidad Rutgers

En la Universidad Rutgers, según se describió en el informe, a un estudiante que incitó a otros a matar a un alumno israelí se le permitió permanecer en el campus durante el proceso disciplinario en su contra, y finalmente fue suspendido solo por un semestre. En cambio, muchos alumnos judíos fueron sancionados sólo por expresar su opinión sobre el antisemitismo en el campus. 

Universidad de California en Berkeley

En la Universidad de California en Berkeley sólo un alumno ha recibido libertad condicional y otros dos se encuentran en medio de un proceso disciplinario, a pesar de la actividad antisemita que se produjo en la universidad, que incluyó un campamento, la ocupación de un edificio y la interrupción de un evento que derivó en que un grupo de alumnos se viera obligado a evacuar con protección policial. 

Universidad de Yale

La Universidad de Yale sólo ha puesto a dos estudiantes en libertad condicional, uno por incitar el violencia y otro después de haber sido detenido en el campamento pro-Hamás.

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