Una senadora estatal deja a los demócratas y se pasa al bando republicano: "No es el partido en el que me inscribí"
La legisladora californiana Marie Alvarado-Gil reconoció tener que luchar en una "batalla cuesta arriba" con sus compañeros demócratas para hacer cambios positivos en el estado.
Una senadora estatal demócrata de California deja su partido para irse al bando republicano. Su argumento: "No es el partido al que me inscribí hace décadas".
Marie Alvarado-Gil -californiana demócrata desde hace décadas- representa la parte noreste del Valle Central del estado, y comentó su cambio ante Fox:
"En los últimos dos años que he estado trabajando en el Senado, no he reconocido el partido al que pertenezco (...) El Partido Demócrata no es el partido al que me inscribí hace décadas (...) No puedo, en buena conciencia, con los valores que tengo y mi compromiso de representar a los votantes de California, seguir llamándome demócrata".
La senadora lamentó tener que luchar en una "batalla cuesta arriba" con sus compañeros demócratas para hacer cambios positivos en el estado. Asimismo, declaró que los republicanos "tienen un plan para arreglar California", y aseguró que ella, "quiere ser parte de eso".
"Desde mi primer día en el cargo, he puesto los intereses de mis electores en primer lugar. Fui elegida para servir al público, no para una ideología política (...) El status quo bajo un gobierno demócrata de supermayoría en la legislatura simplemente no está funcionando para este estado".
Alvarado-Gil, recibida por los republicanos
Alvarado-Gil fue recibida con cariño y orgullo en el Partido Republicano. El Comité Republicano del Senado del Estado la llamó: "Pragmática. Feroz. Fuerte. Republicana":
El líder de la minoría del Senado estatal, Brian Jones, también celebró el cambio de Alvarado-Gil, diciendo que "se necesita valor para hacer frente a la supermayoría en California, y Marie tiene lo que se necesita". Además añadió:
"Su historial en la lucha contra la delincuencia, la protección de las comunidades de los depredadores sexualmente violentos y la priorización de sus electores habla por sí mismo".
A la senadora le quedan dos años para trabajar con los republicanos, ya que no habrá nuevas elecciones hasta 2026. Con el cambio se ha conseguido que el GOP tengan hasta nueve escaños en el Senado -de 40 miembros- de California.