La Seguridad Social bajo amenaza: los peligros del envejecimiento de la población y de la reducción de puestos de trabajo
En 2022, la Seguridad Social distribuyó beneficios de jubilación, supervivencia e incapacidad a 70,6 millones de beneficiarios en todo el país.
La Administración de la Seguridad Social (SSA), el principal programa federal de Seguro de Vejez, Supervivientes y Incapacidad, se encuentra bajo una amenaza financiera. La situación se genera debido al creciente número de personas que solicitan sus pensiones gubernamentales. Sin intervención inmediata, millones de beneficiarios podrían verse afectados por significativos recortes en sus pagos.
En 2022, la Seguridad Social distribuyó beneficios de jubilación, supervivencia e incapacidad a 70,6 millones de beneficiarios en todo el país. Todo esto financiado mediante una mezcla de impuestos y reservas gubernamentales. Según recuerda Newsweek, la Seguridad Social representa el desembolso más significativo del presupuesto anual del Gobierno, totalizando 1,3 billones de dólares, equivalente al cinco por ciento del PIB de 2023.
70,6 millones de personas recibieron beneficios de programas administrados por la Administración del Seguro Social ( SSA ) en 2022.
Sin embargo, uno de los principales problemas que enfrentará el programa es que justamente podría pagar más que nunca debido al envejecimiento de la población. Mientras que la fuerza laboral no crece. Y este es un problema del que la propia agencia ha alertado. La Seguridad Social explicó que debido a los cambios demográficos, el sistema enfrentará desafíos financieros en el futuro cercano.
"La disminución de las tasas de fertilidad y el aumento de la esperanza de vida están provocando el envejecimiento de la población. Actualmente, el 12% de la población total tiene 65 años o más, pero en 2080 será el 23 por ciento. Al mismo tiempo, la población en edad de trabajar se está reduciendo del 60% actual a un 54% en 2080. En consecuencia, el sistema de Seguridad Social está experimentando una disminución de la relación trabajador-beneficiario, que caerá de 3,3 en 2005 a 2,1. en 2040 (año en el que se prevé que se agote el fondo fiduciario de la Seguridad Social). Esto presenta un desafío importante para los responsables de las políticas", resaltó la agencia.
En ese sentido, la agencia indica que una opción política que podría ayudar a mantener solvente el sistema de Seguridad Social es reducir los beneficios de jubilación, ya sea elevando la edad normal de jubilación o mediante una indexación de la esperanza de vida, para reflejar el hecho de que las personas viven más tiempo.
"Sin embargo, estas reducciones en los beneficios tienen el potencial de perjudicar a los jubilados económicamente vulnerables. Otras opciones, como las propuestas de indexación progresiva de precios, protegen explícitamente los beneficios de jubilación de las personas con bajos ingresos a lo largo de su vida. Otras opciones más buscarían recaudar ingresos adicionales para el sistema", señala el informe de la Seguridad Social.
En ese sentido, el economista José Arámbula explicó que ha disminuido la cantidad de trabajadores que existen hoy en día, es decir, la mano de obra útil (gente que trabaja desde los 16 o 18 años hasta los 65 años) y esto pudiera afectar el sistema de seguridad social. Resaltó que "ellos son los que generan el capital todo el ingreso todo ese capital se lo sacan de su nómina, que es un 6.2% y ya si estamos hablando del abecedario del Medicare, se agrega otro 1.45%".
Arámbula fue enfático en calificar al sistema de seguridad social como "la inseguridad del Seguro Social porque no es seguro realmente, no es justo y no es social".
"El dato clave es de que desde el 2008 se están jubilando unos desde los 62 años -anticipado- otros a los 65. Se están registrando entre 11 millones hasta 12 millones de jubilados por día. Entonces se tiene que cubrir esto con los trabajadores que están actualmente activos. Y se espera que no haya muchos más trabajadores porque están naciendo menos persona y la expectativa de vida ha subido", indicó Arámbula.
"Hay pocos que tienen que mantener a muchos"
Arámbula recordó que este sistema inició en 1935 con Franklin D. Roosevelt y que en ese momento habían bastantes 'baby boomers' (personas de 1946 a 1964) y era una masa grande de trabajadores. Sin embargo, en la actualidad son mucho menos las personas que están aportando para que los jubilados puedan cobrar la pensión. "Hay pocos que tienen que mantener a muchos", sostuvo.
"Nosotros como individuos deberíamos hacernos cargo de nuestra seguridad social con programas de retiro o abriendo una cuenta de retiro. Son cuentas privadas y no se dependería de lo que el Estado nos da. De esa manera, el Estado no tendrá el control de nosotros porque si dependemos solamente del Seguro Social, vamos a ser propenso a querer más ayuda y a que el mismo político tenga una forma de manipularnos", comentó Arámbula.
Arámbula puntualizó que una de las maneras para hacer frente a la situación, más allá de acudir al sistema privado, es promover una inmigración de manera ordena que permita el crecimiento de la masa trabajadora. Propone hacerlo mediante un programa similar al Bracero que permitió la entrada legal de miles de inmigrantes de manera legal y ordenada.
"Se pudiera dar una política pública como se dio en los 1930 con el Programa Bracero, con el que se podría traer personas legales al sistema y el mercado laboral se ajustaría. Al tener más trabajadores, nos pueden ayudar a solventar este problema", aseguró el economista.
Finalmente, el economista advirtió que los políticos "van a querer subir los impuesto, algo que no es popular, y van a querer subir la edad de jubilación. Cada vez se va extiendo más la edad para jubilarse y eso va a seguir ocurriendo mientras aumente la expectativa de vida. El problema es que eso no es popular y como no es sostenible para el político que manipula la economía, no va a quererlo distorsionar a favor del contribuyente y eso va a ocurrir hasta que esto no sea solvente y se espera que eso sea en 15 años".