Nuevo revés judicial para la Administración Biden: no puede obligar a los médicos de urgencias de Texas a practicar abortos
El Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito da la razón a asociaciones médicas cristianas y el Estado de la Estrella Solitaria frente a una ley federal.
La Administración federal no puede obligar por ley a los médicos de urgencias de Texas a practicar abortos. Y no es la primera vez que el Ejecutivo de Joe Biden escucha esta sentencia. El Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito confirmó la sentencia previa de un tribunal inferior que indicó que no se podía utilizar la Ley de Tratamiento Médico y Trabajo de Urgencia (EMTALA, por sus siglas en inglés) para obligar a los médicos a realizar abortos por voluntad de la madre en las salas de urgencias.
La ley federal fue llevada a los tribunales por el Estado de Texas junto a organizaciones de médicos cristianos, la Asociación de Obstetras y Ginecólogos Provida y las Asociaciones Médicas y Dentales Cristianas. La Corte de Apelaciones falló por unanimidad que "EMTALA no impone ningún tipo específico de tratamiento médico, y mucho menos el aborto" y, sobre todo, "no otorga un derecho incondicional a la madre embarazada a abortar a su hijo".
EMTALA no obliga a los médicos a practicar abortos
En su decisión en el caso del Estado de Texas contra Becerra -el secretario de Salud y Servicios Sociales-, el tribunal sostuvo que la EMTALA no obliga a los médicos de urgencias a practicar abortos. Sine embargo, destaca que la EMTALA impide que los hospitales se nieguen a tratar a pacientes que no pueden pagar los servicios de urgencia, y exige que los hospitales estabilicen tanto a las mujeres embarazadas como a los niños no nacidos en casos de urgencia.
"Los médicos no deberían verse obligados a romper el juramento hipocrático"
El vicepresidente de Iniciativas Estratégicas de la organización Alliance Defending Freedom, Ryan Bangert, que representó a las asociaciones médicas ante los jueces, celebró el fallo apuntando que "los médicos no deberían verse obligados a romper el juramento hipocrático, y no deberían tener que elegir entre violar sus creencias profundamente arraigadas o enfrentarse a fuertes sanciones económicas y ser excluidos del programa Medicare".