Ecoalarmismo: ¿realmente padecemos las temperaturas más altas?
La falta de datos en gran parte de la superficie terrestre, las diferencias ambientales entre zonas, los criterios de medición y otras fuentes ponen en duda los récords de calor.
¿Estamos realmente en los días "más calurosos de la historia"? ¿Indica este calor que el cambio climático ha llegado a un punto de no retorno? ¿Está La Tierra a punto de convertirse en una sartén o una olla? A pesar del tremendismo informativo y de la objetiva sensación térmica abrasadora, estas afirmaciones son, cuando menos, arriesgadas. ¿Cómo se puede dar por supuesto que estamos registrando las temperaturas más altas de siempre... cuando no tenemos registros hasta hace dos siglos, por ejemplo? Es más, los datos que acreditan estos máximos no son absolutos, sino que hay diferencias de hasta 5º respecto a otras mediciones. Tampoco ayuda que gráficos antiguos desmientan el ecoalarmismo, o que estudios oficiales reduzcan el impacto de lo que llaman "crisis climática" en la vida real de los ciudadanos y la economía.
¿62,6º o 57,5º Fahrenheit la semana pasada?
Las noticias repetían que "los días más calurosos de la historia" llegaron la semana pasada, cuando la temperatura media del planeta alcanzó los 62,6º Fahrenheit. Una noticia que los medios han repetido hasta la saciedad. La fuente en la que se basan es un reanalizador climático de la Universidad de Maine, a partir de temperaturas aportadas por satélites y modelos informáticos. No obstante, otras fuentes, como temperature.global, que realiza una estimación aritmética a partir de los datos de más de 65.000 estaciones climáticas, hablaban de 57,5º.
Además de esto, hay otros aspectos que permiten dudar de la fiabilidad de estos datos. En primer lugar, como señala Steve Milloy en The Wall Street Journal "la noción de 'temperatura media mundial' carece de sentido. La temperatura media mundial es un concepto inventado por y para la hipótesis del calentamiento global. Es más un concepto político que científico. La Tierra y su atmósfera son grandes y diversas, y ningún lugar es significativamente medio". También destaca Milloy que, además de que no existen registros globales de temperaturas de hace 125.000 años, los que existen antes de los satélites no tienen la misma fiabilidad que los posteriores.
Datos corruptos del 96% de las estaciones de EEUU
Existen dos puntos más a tener en cuenta. Según Milloy, "Se calcula que el 96% de las estaciones de temperatura de EEUU producen datos corruptos. Alrededor del 92% de ellas tienen un margen de error de un grado Celsius, o casi 2 grados Fahrenheit. La falta de precisión de las temperaturas notificadas, ya sean estimadas o medidas, no es tranquilizadora". Además, a pesar de que se habla de "temperatura global", en realidad, "gran parte de la superficie terrestre no se mide en absoluto. Aunque a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica le gusta presentar las temperaturas globales a partir de 1880, la recogida regular de temperaturas en lugares como los polos norte y sur comenzó mucho más tarde".
En cuanto a qué supondrán para el planeta, si se está precipitando el fin del mundo, las mismas agencias oficiales reconocen, en cuanto se descuidan, la realidad. Por ejemplo, un informe del Consejo de Asesores Económicos y la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca sobre el impacto del cambio climático sobre el Producto Interior Bruto nacional concluyó que la subida -achacada a la acción del hombre sobre el clima- de 2,2º Fahrenheit, apenas ha significado una caída del 0,5% del PIB.
Expertos resaltan que muchos de los récords de calor estatales son anteriores a 1960
Por último, queda la manipulación directa de la realidad para alarmar a la población. Algo que lleva años denunciando Tony Heller. Respecto a los récords de lás últimas fechas. El experto desmonta muchos de los "récords" de calor estos días, con visitas a la hemeroteca, así como recuperar gráficos de la NASA sobre temperatura en 1999 y compararlo con los publicados 20 años después, e incluso, visitando wikipedia: