Gatas, dinosaurios, caballos... o una luna en clase: la locura de género invade las aulas
Profesores, alumnos, educadores y padres denuncian que la confusión sobre la identidad de género promueve la aparición de 'furries', niños que reclaman ser reconocidos como animales.
La locura de género está provocando situaciones surrealistas en las escuelas británicas que los profesores y los centros no saben cómo afrontar. El temor de los educadores a ser acusados de transfobia, o incluso el comulgar con esta ideología, ha favorecido la aparición y aumento de niños que se declaran animales (furries), y exigen ser tratados como tales.
Una 'niña-gata' en Sussex descubrió que se trata de un fenómeno extendido
Lo que parecía un chiste, o incluso leyenda urbana se convirtió en realidad tras lo ocurrido en una escuela de Sussex. Según The Telegraph, varios niños fueron reprendidos por su profesor, e incluso amenazados con sanciones, por no aceptar la decisión de una compañera de autopercibirse como gata. Según el maestro, la insistencia de los compañeros de la chica, en decirle "eres una niña" había molestado mucho a la pequeña.
Tras la publicación de este suceso, el periódico comenzó a investigar y descubrió que no se trata de un caso aislado. Entre otros, encontraron varios casos de niños que se declaraban "caballo", o "dinosaurio". Incluso detectaron un alumno que lleva una capa y exige ser reconocido como una luna (no la Luna).
Maullidos para responder a los profesores
Más allá de lo anecdótico, algunos alumnos lamentaron las situaciones que viven con este tipo de compañeros. Por ejemplo, una alumna de un centro de Secundaria de Gales, denunció lo que viven desde hace años con una estudiante que pide que se le trate como gata y "se siente muy discriminada" si no se hace. "Está afectando a otras personas y a su educación y a todo el mundo en sus clases. Es una distracción sentarse en una clase y que alguien maúlle al profesor en lugar de responder en inglés, sobre todo en la escuela secundaria. Eso le quita mucho valor a la clase, porque la gente se va a pasar toda la clase hablando de quienquiera que esté allí maullando al profesor", expuso.
El caso de Sussex sirve a los expertos para explicar a qué se debe esta creciente tendencia. El profesor trató de justificar a la clase que no existen sólo dos sexos, algo que los alumnos negaron rotundamente. Dos de los menores llegaron a decirle que "Si tienes vagina, eres una chica y si tienes pene, eres un chico, eso es todo". Es decir, que el profesor trasladó la problemática woke de identidad de género a sentirse un animal.
"Los profesores tienen un punto ciego en lo que se refiere a la identidad"
Así lo analizó Tracy Shaw, de la Alianza para Escuelas Seguras, para quien este tipo de comportamientos debería hacer saltar las alarmas del profesorado sobre lo que está viviendo ese niño. "Los profesores deberían ocuparse de ello en el marco de las medidas de protección existentes. Si un niño viene a la escuela identificado como un gato o un caballo, eso debería hacer saltar inmediatamente las alarmas", apuntó.
El Gobierno británico se niega a legislar sobre los 'furries'
Para Shaw, ante una situación así, los maestros "deberían preguntarse a sí mismos ¿qué estarán viendo estos niños online? ¿En qué foros participan? ¿Qué ocurre en el hogar? ¿Qué ocurre en la vida de ese niño y quién más está implicado?"
No obstante, la confusión -sobre la que el Gobierno británico se niega a legislar- sobre como tratar a estos niños está afectando a profesores y escuelas. Desde la Organización Por Escuelas Seguras (no confundir con la Alianza), publicó lo que ellos llaman "una guía" para padres y profesores que no facilita las cosas: "La propia comunidad furry es compleja y está formada por muchas identidades y definiciones diferentes de lo que significa ser 'furry'". Desde la Organización invitan a los padres y miembros de la comunidad educativa a "entablar conversaciones sobre lo que significa ser furry y los beneficios de la comunidad furry".