California: una profesora de guardería es "acosada y despedida" por negarse a leer libros LGBT

Una profesora de guardería de California demandó a su antiguo centro de trabajo después de haber sido despedida por negarse -debido a sus creencias religiosas- a leer libros a los niños en los que aparecen parejas del mismo sexo.

Nelli Parisenkova trabajó cuatro años en el Centro Infantil Bright Horizons en la sede de Studio City y estuvo al cuidado de niños de hasta cinco años. La profesora estaba al tanto del material LGBT que se enseñaba en la institución, pero al principio no se le exigía su aplicación.

Despedida por su religión

La demanda que fue presentada en el Tribunal Superior de California acusa a Bright Horizons y algunos de sus empleados de varios cargos como represalias ilegales, discriminación, acoso por motivos de religión, despido improcedente, falta de adaptación, y trato desigual.

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La situación de Parisenkova cambió cuando Katy Callas, directora del centro, se enteró de su negativa a leer el material LGBT por motivos religiosos. Posteriormente, rechazó su solicitud de adaptación religiosa y creó un ambiente de trabajo hostil que condujo a su despido. La demanda expone que para Parisenkova, "una cristiana devota", leer tales libros a los niños "violaría sus creencias religiosas y constituiría una promoción de relaciones íntimas y elecciones que son contrarias a las enseñanzas de su fe".

La respuesta de la institución fue mediante "un memorándum lleno de declaraciones falsas" con la que puso fin a sus beneficios de seguro de vida, le exigió que completara una nueva formación en cuestiones de diversidad y la animó a renunciar a su puesto: "La Sra. Parisenkova no podía volver al trabajo sin una adaptación; por lo tanto, Bright Horizons la despidió".

Un escándalo de "discriminación"

Paul Jonna, consejero especial de la Sociedad Thomas More -abogados del caso- y uno de representantes de Parisenovka, describió su caso como "un ejemplo escandaloso de discriminación religiosa":

Jonna también afirmó que cuando su cliente fue llamada a la oficina de Callas, la directora "la interrogó de forma airada, le dijo que si no quería celebrar la diversidad, ese no era el lugar indicado para que trabajara, le dio un memorando de baja administrativa, la escoltó fuera con un guardia de seguridad para que se retirara con un calor de 96 °F sin transporte", lo que le causó un golpe de calor durante los dos días siguientes.