Una Corte Suprema dividida en partes iguales tumba la creación de la primera escuela chárter religiosa
Al no haber logrado más que un empate, los magistrados del máximo tribunal del país podrían volver a debatir en el futuro si la creación de una escuela convenida religiosa atenta contra la Constitución.

Imagen de archivo de una escuela
Los jueces de la Corte Suprema votaron 4-4 este jueves en el caso de la primera escuela chárter religiosa en el país. El empate deja vigente el fallo de la Corte Suprema de Oklahoma, que invalidó un contrato estatal para abrir la Escuela Virtual Católica San Isidoro de Sevilla.
Aquella corte estatal se mostró menos dubitativa: con 7 votos contra 1 determinó que la financiación de una institución educativa pública con dinero público atentaba tanto contra la ley local como la federal.
Los magistrados afirmaron entonces que la escuela hubiese atentado contra la Cláusula de Establecimiento de la Primera Enmienda, que prohíbe al Estado respaldar o mostrar preferencia por una religión sobre otras. Quienes abogaban a favor de la institución católica apelaban a la libertad religiosa garantizada en la Cláusula de Práctica Libre.
SCOTUS no explicó su decisión. La ausencia de Amy Coney Barrett, que se recusó debido a conflictos de interés, podría haber privado al tribunal de un voto decisivo. Se cree, por tanto, que uno de los cinco jueces conservadores votó con los tres designados por presidentes demócratas.
Con el empate, sin embargo, se mantiene el statu quo: las escuelas públicas, incluso las concertadas, no pueden favorecer una religión en su currículo. Aunque las instituciones religiosas sí pueden recibir vales de las arcas públicas.
Vítores, abucheos y la espera de la próxima batalla
El fiscal general de Oklahoma, Gentner Drummond, celebró el fallo como una "rotunda victoria para la libertad religiosa". Cruzando de acera, el republicano se opuso a la posición mayoritaria del partido, afirmando que la creación de la escuela atentaría contra la libertad.
Además, Drummond asegura que la norma obligaría a los contribuyentes a financiar "escuelas islámicas radicales". "Siempre he sostenido que debemos defender fielmente la Constitución, incluso cuando ello nos exige tomar decisiones difíciles", afirmó en un comunicado.
Muy distinta fue la reacción del gobernador Kevin Stitt: "Este empate 4-4 es una no-decisión". Apuntó, asimismo, que al no pronunciarse a favor ni en contra, el Tribunal Supremo no sentó precedente, por lo que podría volver a deliberar los mismos principios en otro caso, en el que "Barrett romperá el empate".
"Vamos a seguir luchando por los derechos de los padres a inculcar sus valores a sus hijos y contra la discriminación religiosa", prometió.
La organización Alliance Defending Freedom (AFD), que defendió a la escuela ante los tribunales, se mostró esperanzada también con que la corte vuelva a deliberar el asunto en el futuro.
"Los padres y los niños de Oklahoma están mejor con más opciones educativas, no con menos", afirmó tras conocer el resultado, y prometió seguir trabajando por garantizar que el Gobierno no pueda excluir a grupos religiosos.