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“Les fallé”: George Santos se declara culpable de fraude electrónico y robo de identidad

“Esta declaración no es sólo una admisión de culpabilidad. Es un reconocimiento de que tengo que rendir cuentas como cualquier otro estadounidense que infringe la ley”, afirmó el excongresista.

El excongresista republicano George Santos podría pasar dos años en prisión

El excongresista republicano George Santos pasará tiempo en prisiónCordon Press

El republicano George Santos llegó a un acuerdo con la Fiscalía y se declaró culpable de fraude electrónico y robo de identidad agravado. Ahora el excongresista podría pasar años en prisión, pagar una indemnización de casi $374.000 y el decomiso de más de $200.000.

Santos ya había sido expulsado por sus colegas del Congreso al enfrentarse a casi dos docenas de cargos penales. Sin embargo, tras pactar con la Fiscalía federal de Nueva York, se declaró culpable de solo dos cargos.

“Hace poco, tras años de mentiras, el excongresista George Santos se presentó en el tribunal detrás de mí y finalmente, bajo juramento, dijo la verdad. Y esa verdad es que es un delincuente”, dijo el fiscal federal Breon Peace tras anunciar el acuerdo. 

“Al declararse culpable, el Sr. Santos ha reconocido que defraudó repetidamente a las instituciones del gobierno federal y estatal, así como a su propia familia, partidarios y electores. Su conducta flagrante y vergonzosa ha sido expuesta y será castigada. La condena del Sr. Santos demuestra el compromiso permanente de esta Oficina de erradicar la corrupción y el fraude por parte de los funcionarios públicos”.

El fiscal afirmó que, en virtud del acuerdo Santos, el excongresista ingresará en prisión al menos durante dos años. Sin embargo, el juez dijo que el acuerdo podría implicar una condena mucho más dura, de entre seis y ocho años de cárcel. La sentencia está estipulada para el 7 de febrero.

Santos, quien estaba evidentemente conmovido al leer su declaración de culpabilidad, leyó tan rápido que el juez le pidió que hablara más despacio. Al salir del tribunal, al hablar ante los periodistas, pidió disculpas y les dijo a los electores que se sentía profundamente arrepentido de sus actos.

Mientras contenía las lágrimas, Santos se comprometió a asumir la responsabilidad de sus actos y lamentó haber permitido que “la ambición nublara [su] juicio”.

“Esta declaración no es sólo una admisión de culpabilidad. Es un reconocimiento de que tengo que rendir cuentas como cualquier otro estadounidense que infringe la ley”, afirmó Santos tras salir del tribunal. “Ahora tengo claro que permití que la ambición nublara mi juicio, llevándome a tomar decisiones que no eran éticas (…) Declararme culpable es un paso que nunca imaginé que daría, pero es un paso necesario, porque es lo correcto”.

El excongresista republicano también reconoció a los votantes que falló y que trabajaría arduamente para recuperar su confianza.

“Ha sido el mayor orgullo de mi vida representarlos, y creo que lo hice lo mejor que pude, pero ustedes también confiaron en mí para que los representara con honor y defendiera los valores que son esenciales para nuestra democracia, y en ese sentido, les fallé”, sentenció Santos.

Ahora el excongresista no solo afronta el ineludible viaje a prisión, sino también severos problemas financieros, dijo su abogado.

En la declaración de culpabilidad, Santos se comprometió a asumir toda la responsabilidad por su conducta, sin embargo, su defensa afirmó el republicano podría no ser capaz de pagar más de 200.000 dólares en concepto de restitución, una situación que podría afectar muy negativamente su sentencia.

De hecho, Santos debe pagar la restitución 30 días antes de su sentencia en febrero, y podría enfrentar sanciones adicionales si no consigue el dinero para la fecha.

“En este momento, no tiene el dinero”, afirmó el abogado defensor Andrew Mancilla a la juez federal Joanna Seybert, quien se mostró preocupada por la afirmación del abogado.

“Veremos cómo va, pero veo problemas sustanciales si no puede cumplir”, dijo Seybert antes de aceptar la declaración de culpabilidad de Santos. “Parece que sólo nos queda esperar”.

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