El 'escritor fantasma' de Biden reconoce que borró sus grabaciones con el presidente antes de que el fiscal especial Hur pudiera utilizarlas
Mark Zwonitzer aseguró durante un encuentro con agentes del FBI que su principal motivo fue evitar que los archivos fueran hackeados y expuestos en internet porque contenían "material muy personal y emotivo" sobre Beau Biden.
El escritor fantasma de Biden Mark Zwonitzer reconoció que eliminó las grabaciones de sus conversaciones con el presidente antes de que Robert Hur, el fiscal especial designado para investigar los papeles clasificados encontrados en varias de las residencias del líder del Ejecutivo, las hubiera revisado. Así se desprende de la transcripción del encuentro del autor con agentes del FBI y ayudantes de Hur a la que ha tenido acceso la Fundación Heritage.
El escritor fantasma de Biden reconoce que conocía la investigación cuando borró los audios
Aunque las 266 páginas publicadas por la organización están fuertemente redactadas, se observa que Zwonitzer reconoce que borró las cintas, aunque aseguró que "no diría" hasta qué punto este acto tuvo como origen evitar que el equipo de Hur tuviera acceso a esas conversaciones. A continuación, el escritor apuntó que, deshacerse de los archivos de audio una vez utilizados era "algo que hago por norma de todos modos".
Según la transcripción, un agente del FBI interpeló directamente al escritor con la siguiente pregunta: "El observador externo va a mirar esto y decir, Mark Zwonitzer, amigo del presidente Biden, escritor fantasma, colaborador se enteró de la investigación del abogado especial, vio que esto estaba sucediendo y luego borró todas estas grabaciones de audio. Sólo necesito la verdad sobre esto ... ¿Era parte de tu motivación, al menos algo de lo que eras consciente cuando hiciste esto?".
Un mail amenazante
La respuesta de Zwonitzer fue evasiva, pero sin negar absolutamente que fuera parte de su motivación: "No voy a decir en qué porcentaje fue mi motivación. Era consciente de que había una investigación". Además, el autor reconoció que "me preocupaba mucho la posibilidad de que me piratearan. Me preocupaba mucho la posibilidad de que este audio se difundiera por todas partes. Y el audio, mi principal preocupación en ese momento -y voy a explicar el momento- era realmente, era un montón de cosas personales y emocionales sobre Beau (el fallecido hijo mayor del presidente). Y así fue. Simplemente tomé los archivos de audio tanto de la unidad G como de mi ordenador portátil y los deslicé a la papelera. Guardo todas las transcripciones y deshacerse del audio es algo que no - es algo que hago por regla general de todos modos".
Posteriormente, el escritor subrayó que la decisión de eliminar las conversaciones fue exclusivamente suya y que no comunicó a nadie del entorno del presidente lo que había hecho. También aseguró haber recibido un email amenazante que eliminó inmediatamente.