La nueva estrategia de Biden para frenar el desarrollo militar de Beijing

Joe Biden dio un paso para frenar el desarrollo militar de Beijing. El presidente firmó el miércoles una orden ejecutiva para limitar las inversiones norteamericanas en un sector específico de China: el de la tecnología de alta gama. Con esta medida, pretende evitar que el dinero invertido por empresas de los Estados Unidos caiga en manos del Partido Comunista Chino (PCCh), que podría utilizarlo para mejorar la calidad de su ejército.

En concreto, la orden ejecutiva no permitirá que las firmas de capital privado y capital de riesgo invertir en las empresas chinas que se dediquen a desarrollar semiconductores, computadoras cuánticas, aplicaciones de inteligencia artificial y otros microelectrónicos.

A su vez, de acuerdo con un alto funcionario que habló con POLITICO en condición de anonimato, requerirá que estas empresas le notifiquen al gobierno federal si desean invertir en alguna producción del estilo que no esté cubierta por los controles de exportación.

“Lo que estamos tratando de evitar es que el dinero entre en China en general, porque tienen mucho dinero. Lo que no tienen es el conocimiento, y... el conocimiento que hemos visto [transferido] a menudo está muy relacionado con tipos específicos de inversiones, y eso no se ve necesariamente cuando se trata de inversiones pasivas. en el mercado de valores chino”, explicó este funcionario.

Según informó el Departamento del Tesoro, encargado de implementar la iniciativa, “la administración de Biden está comprometida con mantener a Estados Unidos a salvo y defender la seguridad nacional de Estados Unidos a través de tecnologías de protección adecuadas que son fundamentales para la próxima generación de innovación militar”.

Para la agencia conducida por Janet Yellen, la acción del presidente es "estrictamente específica", puesto que complementa los controles de exportación existentes y su "compromiso de larga data con la inversión abierta".

Las relaciones entre Beijing y Washington se encuentran en un momento muy delicado. El episodio del globo misterioso y la hostilidad de Xi Jinping a Taiwán son algunas de las causas que explican esta actualidad tan áspera. Biden ha intentado recientemente mejorar la situación con el envío de Antony Blinken y de la propia Yellen a territorio chino.

La próxima en viajar será Gina Raimondo, actual secretaria de Comercio, quien se subirá al avión en algunas semanas. Al igual que quienes la precedieron, intentará suavizar las tensiones con sus homólogos asiáticos.

La respuesta de China

Por supuesto que estas restricciones no cayeron nada bien en el gobierno chino, que no demoró mucho en criticar la iniciativa norteamericana. Según ellos, la acción ejecutiva está diseñada para "politizar y armar" el comercio internacional.

"Las últimas restricciones a la inversión socavarán gravemente los intereses de las empresas e inversores chinos y estadounidenses, obstaculizarán la cooperación empresarial normal entre los dos países y reducirán la confianza de la comunidad internacional en el entorno empresarial estadounidense”, indicó Liu Pengyu, portavoz de la Embajada China en un comunicado.