Arabia Saudita bombardea las posiciones de una milicia yemení apoyada por Emiratos Árabes Unidos
La evolución de estas tensiones podría redefinir el equilibrio de poder entre dos de los principales aliados de Washington en la región.

Manifestantes muestran su apoyo al Consejo de Transición del Sur (CTS)
Arabia Saudita lanzó este viernes ataques aéreos contra posiciones de una milicia en el sur de Yemen respaldada por Emiratos Árabes Unidos, en un nuevo episodio que evidencia el creciente roce entre dos aliados estratégicos de Estados Unidos en Medio Oriente.
De acuerdo con el Wall Street Journal, los bombardeos saudíes estuvieron dirigidos contra fuerzas vinculadas al Consejo de Transición del Sur (STC), un grupo separatista apoyado política y militarmente por Emiratos.
Si bien los ataques no dejaron víctimas, los expertos señalan que marcaron una clara de advertencia en medio de una escalada de tensiones por el control territorial en zonas clave del sur yemení, especialmente en regiones cercanas a la frontera con Arabia Saudita y ricas en recursos energéticos.
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El WSJ señala que Riad había solicitado previamente al STC la retirada de sus fuerzas de la gobernación de Hadramaut, un territorio de alto valor estratégico. La negativa del grupo habría motivado la respuesta militar saudí, interpretada por fuentes locales como un mensaje directo para frenar su avance o enfrentar consecuencias mayores.
Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos mantienen desde hace años una compleja relación en Yemen: aunque ambos países combatieron juntos a la milicia hutí —respaldada por Irán—, con el tiempo comenzaron a apoyar a facciones rivales, especialmente en el sur del país. Actualmente, el STC controla gran parte de esa región, desplazando a fuerzas alineadas con el gobierno reconocido internacionalmente y respaldado por Riad.
El conflicto no se limita a Yemen. De acuerdo con el Wall Street Journal, las diferencias entre saudíes y emiratíes también se reflejan en Sudán, donde ambos países respaldan a bandos opuestos en la guerra civil, lo que ha generado incomodidad tanto en Washington como en otros socios occidentales.
Este escenario supone un desafío adicional para la Administración del presidente Donald Trump, que ha apostado por una relación estrecha con las monarquías del Golfo como pilar de su política en Medio Oriente además de la buena relación con Israel. Tanto Arabia Saudita como Emiratos son considerados socios clave en materia de seguridad de Estados Unidos y actores centrales en los equilibrios regionales.
Mientras tanto, el STC defendió sus acciones alegando que busca neutralizar amenazas a la seguridad y frenar rutas de contrabando utilizadas por los hutíes, mientras que Riad acusó al grupo de provocar una escalada innecesaria que perjudica a la población yemení.
La evolución de estas tensiones podría redefinir el equilibrio de poder entre dos de los principales aliados de Washington en la región.