ANÁLISIS
El régimen de Cuba recibe con honores al jefe del Servicio de Inteligencia rusa
El líder de la dictadura comunista destacó el "excelente nivel de diálogo" entre ambas naciones, mientras que las organizaciones internacionales denuncian el aumento de las violaciones de Derechos Humanos en la nación caribeña.

Una bandera de la Unión Soviética ondea en el Malecón de La Habana
Esta semana, el Director del Servicio de Inteligencia Exterior Ruso se reunió con el dictador cubano Miguel Díaz Canel y otros altos oficiales del Ministerio del Interior (MININT) en el Palacio de la Revolución de La Habana. El encuentro en la isla enciende las alarmas sobre otra cruzada contra la libertad digital, al tiempo que varias organizaciones internacionales denuncian el recrudecimiento de la represión y la violación de Derechos Humanos por parte del régimen.
Serguei S. Narishkin, actual jefe del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR) es considerado uno de los principales ideólogos del acercamiento ruso-cubano de la última década.
">Grato encuentro ayer en el Palacio de la Revolución con Sergei Naryshkin, director del Servicio de Inteligencia Exterior de #Rusia. Dialogamos sobre el excelente estado de las relaciones bilaterales, justo en el año en que celebramos el 65 aniversario de su restablecimiento. pic.twitter.com/7Q3LQJf9TR
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) July 1, 2025
Durante el encuentro, el líder del régimen comunista cubano subrayó el carácter especial de la visita, destacando los vínculos de amistad entre ambos países. "Para nosotros es un placer recibirte aquí en esta visita a Cuba, junto a la delegación que te acompaña; y más con la satisfacción de que estamos recibiendo a un buen amigo de Cuba", expresó, según reportó el periódico oficialista de la isla, Granma.
También agradeció el respaldo de Moscú frente al embargo estadounidense y la reciente reinclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo.
La prensa justificó que la visita, en medio de la escasez de alimentos, combustible y medicinas, junto con prolongados apagones, y el éxodo masivo de cubanos, se debía al 80 aniversario de la victoria soviética en la Gran Guerra Patria y los 65 años del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países, pero coincide también con varios foros de trabajo entre oficialistas de los dos países, y otras actividades de intercambio entre actores políticos a favor del régimen castrista.
"Un socio confiable y leal"
Narishkin reiteró que Cuba es "un socio confiable y leal" y destacó la necesidad de enfrentar amenazas comunes mediante la coordinación entre servicios de inteligencia y fuerzas del orden.
Las visitas, negociaciones y acuerdos firmados por el hombre de confianza de Vladimir Putin con Cuba evidencian una estrategia de cooperación que, más allá de los gestos simbólicos, apunta a un fortalecimiento real de los lazos en materia de inteligencia, defensa y contrainformación.
Aunque los detalles de la agenda entre los dirigentes no fueron divulgados, fuentes diplomáticas indican que discutieron mecanismos de cooperación en ciberseguridad, vigilancia de redes sociales, y control de contenidos digitales, un campo donde Rusia ha ofrecido amplia asistencia técnica a los gobiernos afines, como Cuba, Venezuela y Bielorrusia.
El hombre del Kremlin para asuntos estratégicos
Desde entonces, ambos han compartido formación y trabajo. Luego colaboraron juntos en la administración de San Petersburgo y para principios del 2000 estaban los dos ubicados en el Kremlin.
Allí se convirtió en la mano derecha de Medveded durante su mandato presidencial, siendo su jefe de la Administración Presidencial desde 2008 hasta finales del 2011. Posteriormente fue electo diputado a la Duma por el partido oficialista, siendo designado presidente de este presunto órgano legislativo. En este periodo ocurrió su primera visita a La Habana.
Un año después, el 22 de septiembre de 2016, Narishkin fue designado oficialmente como director del Servicio de Inteligencia Exterior (SVR) por decreto presidencial. Ese mismo año, Rusia anunció la condonación del 90 % de la deuda cubana, un gesto impulsado en gran parte por el propio Narishkin, en señal de confianza y de interés geopolítico por mantener a Cuba como aliada estratégica en el hemisferio occidental.
Narishkin también ha recibido a altos funcionarios cubanos en Moscú.
¿Qué negocian Cuba y Rusia?
Uno de los temas más recurrentes en los encuentros ruso-cubanos ha sido la posible reapertura de la base de espionaje de Lourdes, cerrada oficialmente en 2002. Aunque nunca se ha confirmado su reactivación, Narishkin ha seguido de cerca el tema.
La base de espionaje de Lourdes
Operó desde 1964, tras la llamada Crisis de los Misiles, en la cúspide de la Guerra Fría, hasta 2001, convirtiéndose en la mayor estación de escucha soviética fuera de la URSS. Su cierre se atribuyó a razones financieras y a un intento de mejorar las relaciones entre Rusia y Occidente.
Según diversas fuentes, el aparato ruso ha brindado asesoría técnica a La Habana en áreas como vigilancia digital, control de redes sociales, y detección de "elementos subversivos", lenguaje que han usado los mandos oficiales para reprimir las protestas y críticas del pueblo, inmerso en una de las peores crisis de su historia.
La visita de Narishkin ocurre precisamente en un contexto donde la represión contra la sociedad civil cubana es ya intensa y persistente, y las denuncias de las organizaciones defensoras de Derechos Humanos han aumentado.
Tras las históricas protestas del 11 de julio de 2021, más de 1.150 personas permanecen encarceladas por motivos políticos, entre ellas artistas, periodistas, activistas y ciudadanos comunes. La represión digital también se ha incrementado, con restricciones de acceso a internet, vigilancia de comunicaciones y criminalización del activismo en redes.

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El encuentro ocurre también luego de que el buque de investigación oceanográfica Almirante Vladimirsky, considerado por la OTAN como un buque espía, que forma parte de la Flota del Báltico de la Armada rusa, arribara al puerto de La Habana.
De acuerdo con lo informado por medios rusos y cubanos, el barco realizó una visita de trabajo, justo en medio de la discrepancias entre Washington y Moscú por la guerra en Ucrania, que también lo llevó a Venezuela, y posiblemente a Nicaragua.