Rusia instala una fábrica de munición para fusiles Kaláshnikov en Venezuela
Según Rostec, una compañía de tecnología estatal rusa, la fábrica produciría hasta 70 millones de cartuchos al año en su primera fase. También se anunció la construcción actual de una fábrica de fusiles de asalto AK-103.

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Rusia sigue aumentando su presencia militar en Latinoamérica, específicamente en Venezuela, donde finalizó la construcción de la primera fase de una fábrica de munición para fusiles Kaláshnikov que producirá más de 70 millones de cartuchos de calibre 7,62 mm en el país sudamericano gobernado por el dictador socialista Nicolás Maduro.
La empresa Roctec, una compañía de tecnología estatal rusa, hizo oficial la culminación de la obra y dijo que la fábrica ayudaría al régimen de Maduro a mejorar sus defensas.
Asimismo, también se anunció la construcción actual de una fábrica de fusiles de asalto AK-103.
“La empresa Rosoboronexport, parte de la Corporación Estatal Rostec, finalizó la construcción de la primera fase de la planta de producción de cartuchos de calibre 7,62 mm para fusiles Kaláshnikov en Venezuela”, se lee en un comunicado publicado en ruso. “La planta producirá hasta 70 millones de cartuchos al año, lo que aumentará significativamente el potencial de defensa del país, proporcionando a Venezuela municiones de producción nacional”.
Oleg Evtushenko, director ejecutivo de Rostec, dio más detalles sobre la planta y destacó la buena relación entre Moscú y Caracas, que en los últimos meses volvió a endurecer sus críticas contra Washington luego de que la Administración Trump reimpusiera sanciones petroleras que el Gobierno anterior de Joe Biden había relajado.
“La primera fase de la planta de producción de cartuchos para fusiles Kaláshnikov en Venezuela está equipada con cuatro líneas modernas. Dos están destinadas al ensamblaje de municiones con balas de núcleo de acero, y las otras dos, para cartuchos trazadores y de fogueo”, dijo Evtushenko. “Próximamente se pondrán en funcionamiento otros edificios de producción, lo que garantizará el ciclo completo de fabricación de cartuchos y fusiles Kaláshnikov en Venezuela para el ejército nacional, la policía y otras fuerzas de seguridad. Este es un paso importante en el desarrollo de la cooperación tecnológica con nuestro socio clave en América Latina”.

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Las fuerzas de seguridad y las cabecillas del régimen de Maduro en Venezuela están acusadas de cometer crímenes de lesa humanidad, incluyendo delitos severos que van desde desapariciones forzosas de opositores políticos hasta torturas en centros clandestinos de detención. Con la instalación de una fábrica de cartuchos de calibre 7,62 mm, las fuerzas represoras de Maduro estarían agregando más elementos a su arsenal.
Alexander Mikheev, director ejecutivo de Rosoboronexport, sugirió que Moscú tuvo que desafiar las sanciones impuestas a Venezuela para construir e instalar la fábrica. Rosoboronexport es la agencia estatal rusa encargada de las exportaciones del complejo militar-industrial de ese país.
“Para Rosoboronexport, la construcción de la planta de cartuchos en Venezuela implicó desafíos importantes, incluido el impacto de las sanciones impuestas a ambos países. A pesar de las limitaciones objetivas, junto con Rostec hemos llevado adelante este complejo proyecto de infraestructura y hemos demostrado al mundo entero que siempre cumplimos con nuestras obligaciones hacia nuestros socios”, dijo Mikheev. “Con la puesta en marcha de la primera fase de la planta, el potencial de defensa de Venezuela ha aumentado significativamente: ya se pueden producir hasta 70 millones de cartuchos al año. Nuestros planes más cercanos incluyen la entrega de la segunda fase de la planta, con lo cual se completará toda la cadena tecnológica de producción”.
De acuerdo con el comunicado de la compañía rusa, en el arranque de las cuatro líneas de ensamblaje de cartuchos estuvo presente Alex Saab, un empresario reconocido por ser el principal testaferro de Maduro que fue devuelto a Venezuela en 2023 por la Administración Biden como parte de un intercambio de diez presos estadounidenses que estaban secuestrados en Caracas.