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ANÁLISIS

Escándalo en Alemania: cómo la Oficina para la Protección de la Constitución (BfV) se convirtió en un arma política contra la AfD

Hans-Georg Maaße, antiguo presidente de la BfV, revela que Alemania vigila a la AfD y no a partidos de extrema izquierda. En 2016, se le pidió que observara a la AfD, "al principio con cautela y luego cada vez con más insistencia”.

Alice Weidel y Tino Chrupalla, dirigentes de la AfD

Alice Weidel y Tino Chrupalla, dirigentes de la AfDAFP.

Carlos Dominguez
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El panorama político alemán se ha visto sacudido esta semana. A tan solo días de la elección de Friedrich Merz, como nuevo canciller alemán, los servicios de inteligencia de ese país calificaron el viernes al partido Alternativa por Alemania (AfD) como un movimiento "extremista de derecha demostrado". 

La Oficina de Protección de la Constitución (BfV), ente que depende del Ministerio del Interior, no precisó qué consecuencias tendrá esta calificación, pero la medida otorga a las autoridades importantes medios de vigilancia y de control, inclusive de las comunicaciones privadas entre los miembros del partido.

En su comunicado, la BfV destaca la "actitud globalmente hostil hacia los migrantes y los musulmanes", por parte del partido.

Asimismo, el anuncio podría reimpulsar el debate sobre una posible ilegalización de la AfD.

Por su parte, los líderes de la formación, Alice Weidel y Tino Chrupalla, han denunciado en X que "la AfD está siendo desacreditada públicamente y criminalizada como partido de la oposición poco antes del cambio de Gobierno". 

La formación también declaró un "golpe duro para la democracia", asegurando que el partido "continuará defendiéndose jurídicamente contra estas peligrosas difamaciones para la democracia".

El lunes la AfD presentó un recurso judicial contra la decisión de la BfV, indicó un portavoz de la formación. 

Tras la demanda judicial, este jueves la BfV decidió pausar la aplicación de la clasificación de la AfD como organización "extremista" de ultraderecha, a la espera de que los tribunales resuelvan la demanda que ha presentado la formación política.

¿Qué es la Oficina Federal de Protección de la Constitución (BfV)?

El medio alemán Nius publicó el domingo un artículo escrito por Hans-Georg Maaße, antiguo presidente de la BfV.

En su nota, Maaße afirma que "aparte de Austria, Alemania es el único país occidental en el que los servicios secretos están autorizados a controlar a los partidos políticos. En otras democracias occidentales, es impensable que un servicio secreto que depende del Gobierno investigue y controle a los partidos de la oposición".

"La Oficina de Protección de la Constitución no es una autoridad neutral ni políticamente independiente. A nivel federal, depende del Ministerio Federal del Interior y está sujeta a sus instrucciones. El Ministerio del Interior puede incluso indicar a la agencia cómo actuar en casos concretos", añade Maaße.

El expresidente de la BfV dice que "la dirección de la Oficina de Protección de la Constitución está compuesta por funcionarios políticos", y explica que estos funcionarios saben lo que hace "vibrar" a su ministro".

La BfV, un arma política contra la AfD

En 2013, Maaße dejó de vigilar al partido de extrema izquierda Die Linke, con la aprobación del entonces ministro del Interior. 

La razón por la que Maaße interrumpió la observación de esta formación no fue porque dejara de ser un partido extremista, sino porque consideraba que la BfV "debería convertirse por fin en un servicio de inteligencia europeo normal que, como todos los demás servicios occidentales, debería concentrarse en investigar y prevenir el terrorismo, el espionaje, la subversión y los ciberataques".

Hace un año, los dirigentes de Die Linke se pronunciaron a favor de prohibir la AfD y su organización juvenil, Alternativa Junge (JA), afirmando que el partido representa "un peligro para la democracia".

Asimismo, Maaße cuenta que en 2016 se le pidió que vigilara a la AfD "al principio con cautela y luego cada vez con más insistencia". En ese entonces, el exfuncionario cuenta que se sintió obligado a decir públicamente que "la Oficina para la Protección de la Constitución no es la fuerza auxiliar de los partidos establecidos con el fin de deshacerse de la competencia política". 

Cuando Hans-Georg Maaße dejó la BfV en 2018, se dio cuenta de que Alemania "continuaba con el enfoque especial de la vigilancia de partidos por parte de los servicios secretos, exclusivamente contra la AfD y no contra los partidos de izquierda".

Alice Weidel y Tino Chrupalla

Alice Weidel y Tino ChrupallaAFP.

Según el expresidente de la Oficina, "lo primero que había que reanudarse habría sido la vigilancia del partido de Izquierda, debido a la proximidad de las organizaciones de extrema izquierda y a las declaraciones anticonstitucionales de los miembros del partido, también habría tenido sentido examinar el control de los Verdes y de sus organizaciones juveniles". Para Maaße, "es obvio que ambos no fueron investigados por motivos políticos".

Asimismo, el expresidente de la BfV considera que la Oficina de Protección de la Constitución "no debe seguir utilizándose indebidamente para vigilar a rivales políticos".

Cabe señalar que hace justo un año, los dirigentes de Die Linke se pronunciaron a favor de prohibir la AfD y su organización juvenil, Alternativa Junge (JA), afirmando que el partido representa "un peligro para la democracia".

¿Qué contiene el informe contra la AfD?

En el artículo para Nius, Maaße dice que "es más probable que la decisión sobre si el informe debe emitirse o no, se tome inicialmente a nivel político y que las respectivas fases de desarrollo del informe hayan sido seguidas de cerca por el departamento especializado del Ministerio del Interior durante los últimos meses". 

"Por lo tanto, es poco probable que el informe de más de 1.100 páginas de la Oficina de Protección de la Constitución sea neutral, objetivo o apolítico", añade el expresidente de la BfV. 

La Oficina de Protección de la Constitución fue utilizada sin escrúpulos para combatir a los adversarios políticos como enemigos en el marco del proyecto gubernamental de 'lucha contra la derecha'Georg Maaße

Maaße afirma que "solo los conocedores saben exactamente lo que contiene, ya que se mantiene en secreto para el público y también para la AfD en cuestión".

Es así como para Maaße, la BfV "debería abstenerse de divulgar la calificación de un partido político si no está dispuesta a presentar las pruebas en las que se basa su evaluación".

"El hecho de que el informe se mantenga en secreto para el público y para el partido en cuestión, pero que se haya transmitido a un periodista de Spiegel, estrechamente vinculado al Gobierno, para su información, solo permite sacar una conclusión: no se trata de una evaluación justa de la AfD", explicó el expresidente de la BfV. 

Según Maaße, "la Oficina de Protección de la Constitución fue utilizada sin escrúpulos para combatir a los adversarios políticos como enemigos en el marco del proyecto gubernamental de 'lucha contra la derecha'. Bajo esta ministra (Nancy Faeser - SPD), la Oficina para la Protección de la Constitución se convirtió en un peligro para el orden básico democrático libre".

Friedrich Merz, un candidato de promesas vanas y torpes alianzas 

Uno de los reproches que le hace la BfV a la AfD es el hecho de sostener posiciones que consideran como extremas frente a la inmigración ilegal y los musulmanes.

Asimismo la BfV ha dicho que "la agitación continua contra los refugiados o los migrantes favorece la propagación y la profundización de los prejuicios, del resentimiento y del miedo hacia ese grupo de personas".

A pesar de esto, en enero, la CDU de Merz había unido fuerzas con la AfD para aprobar "un plan de cinco puntos" que exigía un mayor esfuerzo para prevenir la inmigración ilegal, intensificar las deportaciones y otros controles migratorios, tras los múltiples atentados terroristas perpetrados en Alemania por presuntos solicitantes de asilo.

Merz llegó a afirmar: "La democracia también peligra cuando una minoría social y política utiliza a los radicales como herramienta para ignorar permanentemente la voluntad de la mayoría de la población. Por eso, ya no dejaremos que ustedes, el Partido Socialdemócrata (SPD) y los Verdes, nos digan lo que tenemos que hacer".

Ya para finales de marzo, la copresidente de la AfD, Alice Weidel, señalaba: "Según el estado actual de las negociaciones de la coalición, no habrá cambios en la política de migración y naturalización. La turbo naturalización continuará, y las fronteras seguirán abiertas. No queda nada del plan de cinco puntos de Merz".

Irónicamente, Merz decidió finalmente tender la mano al SPD quien a finales de abril aprobó un acuerdo de coalición para formar Gobierno con la CDU.

Asimismo, este martes Friedrich Merz fue elegido penosamente canciller alemán por los diputados, teniendo que pasar por dos rondas de votaciones en el Bundestag, señal de las dificultades que le esperan en el poder. 

Según The Spectator, "a corto plazo, el único ganador es la AfD". 

Asimismo, Bernd Baumann, diputado de la AfD, ha declarado: "Este Gobierno empieza en una situación de extrema inestabilidad. Y seguirá inestable. Es lo contrario de lo que Alemania necesita".

EEUU acusa a Alemania de "reconstruir el muro de Berlín"

Del otro lado del Atlántico, el secretario de Estado, Marco Rubio, calificó de "tiranía" que los servicios de inteligencia de Alemania designaran como "extremista" a la AfD, un partido que ha quedado de segundo en las elecciones legislativas de febrero. 

"Alemania acaba de dar a su agencia de espionaje nuevos poderes para vigilar a la oposición", opinó Rubio en la red social X.

"Eso no es democracia: es tiranía disfrazada", añadió.

"Lo verdaderamente extremista no es la popular AfD, que quedó segunda en las recientes elecciones, sino las mortíferas políticas de inmigración, de fronteras abiertas del establishment a las que se opone la AfD", estimó Rubio.

Por su parte, el vicepresidente estadounidense, JD Vance, ha acusado a Alemania de levantar un nuevo Muro de Berlín

Los países de "Occidente derribamos el Muro de Berlín juntos. Y ha sido reconstruido, no por los soviéticos ni los rusos, sino por el establishment alemán", declaró Vance.

Elon Musk, quien ha abiertamente apoyado a la AfD, dijo que prohibir a este partido "sería un ataque extremo a la democracia".

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