Petro avanza en la OEA: su candidata es elegida subsecretaria general
Laura Gil, embajadora colombiana en Austria, ocupará el segundo cargo más importante de la organización, detrás de Albert Ramdin. Ambos, recientemente elegidos, significan una victoria a los países de izquierda de la región.

Gustavo Petro, presidente de Colombia
La colombiana Laura Gil fue ungida este lunes como número dos de la Organización de Estados Americanos (OEA). La elegida de Gustavo Petro, presidente de Colombia, necesitó dos rondas para superar los 18 votos necesarios para convertirse en subsecretaria general de la organización multilateral.
De 59 años, Gil ocupó varios cargos en el Gobierno socialista de Petro. Tras desempeñarse como vicecanciller de Asuntos Multilaterales, fue designada por el mandatario embajadora en Austria. También es representante permanente ante las Naciones Unidas en Viena.
Según fuentes consultadas por el medio colombiano El Tiempo, Estados Unidos había apoyado a otra candidata: la guatemalteca Claudia Escobar. El objetivo, según el periódico, era evitar una victoria diplomática de Petro. El colombiano y Trump se han cruzado varias veces en público, por ejemplo por los vuelos de deportación.
Escobar quedó en tercer lugar. Tenía el apoyo de aliados estadounidenses como Argentina y El Salvador. Segunda quedó Ana María Sánchez, exembajadora de Perú que, según Infobae, se presentó como la opción superadora de la polarización Colombia-Guatemala. Con el respaldo de países de izquierda como Brasil y Bolivia, Gil se hizo de la Secretaría General Adjunta.
Trabajará bajo Albert Ramdin, quien asumirá la secretaría general de manos del uruguayo Luis Almagro a finales de mes. El canciller de Surinam fue proclamado secretario general a inicios de marzo. Contó con el apoyo de países del mismo corte ideológico, como las mencionadas Brasil y Bolivia, así como México y Colombia.
"Tiene una larga historia con China", escribió la analista de VOZ Vanessa Vallejo sobre Ramdin. Vallejo advirtió de que su victoria, entonces todavía no consumada, "abriría a China las puertas de todos los países de la región". La victoria de Gil podría ser un paso más en esa dirección.