Trump buscará apartarse de Europa y concentrarse en Latinoamérica: ve a Milei, Bukele y María Corina Machado como aliados
La decisión se produce luego de la acalorada discusión con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski en la Oficina Oval.

María Corina Machado (i), Javier Milei (c) y Nayib Bukele (d)
El presidente Donald Trump parece inclinarse a fortalecer los lazos entre Estados Unidos los países y líderes de Latinoamérica mientas, a su vez, Washington se aleja de los problemas y conflictos de Europa.
En un reportaje exclusivo, el New York Post reveló que, tras la acalorada discusión con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski en la Oficina Oval, Trump tenía previsto reunirse este mismo lunes con altos funcionarios de política exterior —entre ellos el asesor de Seguridad Nacional Mike Waltz y el secretario de Estado Marco Rubio— para discutir la posibilidad de que los países europeos asuman el apoyo a Ucrania en su guerra contra Rusia.
Al mismo tiempo, una fuente le dijo al periódico que esta decisión de soltarle la mano a Europa corresponde a un esfuerzo más amplio por estrechar los vínculos entre Washington y Latinoamérica, con los líderes más cercanos ideológicamente al propio Trump.
Entre esos líderes se destacan Javier Milei, presidente de Argentina; Nayib Bukele, mandatario de El Salvador; y María Corina Machado, líder conservadora y opositora venezolana.

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“Esto será parte de un giro más amplio que alejará el enfoque de los conflictos en Europa y lo dirigirá hacia la construcción de alianzas en América Latina y el hemisferio occidental”, dijo la fuente al NYP.
La noticia sale a la luz mientras las relaciones entre Washington y Europa son cada vez más tensas, tras el episodio protagonizado por Zelenski en la Oficina Oval el pasado viernes, una fecha donde se tenía previsto que Ucrania y EEUU firmaran un acuerdo sobre minerales estratégicos y terminó con el mandatario ucraniano enviado fuera de la Casa Blanca y despegando rápidamente con destino a Reino Unido esa misma jornada en la noche.
Además, este lunes, en la Casa Blanca, Waltz habló ante la prensa y dijo con tono desafiante que Washington daba “la bienvenida a que los europeos asuman el liderazgo en la seguridad europea”.
Luego, en Fox News, el alto asesor de Seguridad Nacional afirmó: “La paciencia del pueblo estadounidense no es infinita, sus recursos no son ilimitados y nuestros arsenales y municiones tampoco lo son”.
Antes de todos estos acontecimientos, varios líderes europeos, especialmente en Alemania, se encargaron de calentar situación, reaccionando con severidad al duro discurso de JD Vance en la Conferencia de Seguridad de Múnich, donde el vicepresidente estadounidense manifestó su preocupación por el avance de la censura estatal y la cruzada contra las libertades religiosas en el Viejo Continente.
Muchos países europeos recibieron con preocupación las palabras de Vance, incluso reaccionando con un tono alto, pidiéndole al vicepresidente estadounidense que no aleccione a Europa por cómo “cuida” la democracia y, en cambio, cuestione a Rusia por invadir Ucrania.
Días después de ese discurso, los líderes de las potencias europeas se reunieron en París de emergencia para abordar las palabras de Vance y la postura neutral de Washington en la guerra entre Ucrania y Rusia. Desde ese momento, el presidente francés, Emmanuel Macron, asumió un rol de liderazgo, viajando a la Casa Blanca y tendiendo un puente positivo con Trump que llevó al avance de los acuerdos con Ucrania. Sin embargo, todo se descarrilló la semana pasada, en la Oficina Oval, cuando Zelenski y Vance empezaron una discusión antes las cámaras que culminó con Trump pidiéndole respeto al líder ucraniano.
Ahora, Reino Unido ha prometido ayudar más a Ucrania en términos financieros y militares mientras los acuerdos entre Washington y Kiev lucen, por ahora, lejanos.
Ya la Administración Trump se ha acercado a la región
Más allá del enfriamiento de las relaciones con Europa, el acercamiento notable de Washington a los países latinoamericanos sorprendió a muchos expertos geopolíticos que llevaban décadas criticando a la Casa Blanca por abandonar su patio trasero mientras China crecía en influencia a pasos agigantados.
Por ahora, el presidente que parece estar más sintonía con la Casa Blanca es el argentino Javier Milei, un economista libertario que en reiteradas ocasiones ha declarado su simpatía por Trump y sorprendió al mundo con un plan económico milagroso para rescatar a la Argentina de la hiperinflación, el monstruoso déficit fiscal y la ruina financiera.
Milei ha sido tan disruptivo con su plan de gasto cero que logró, en tiempo récord, llevar a las finanzas de Argentina al superávit fiscal, un hito que no sucedía hace 14 años. También cumplió con su principal promesa de reducir la inflación, eliminar varios ministerios y cortar con la obra pública por falta de divisar.
El éxito de Milei fue tal que Elon Musk y el ex precandidato republicano Vivek Ramaswamy se inspiraron en el programa del líder argentino para desarrollar la iniciativa del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), que está siendo eje central de la actual Administración Trump en materia de recortes.
Ahora, el principal reto de Milei, que se ha encontrado con Trump en varias ocasiones en sus viajes a EEUU, es volver a reactivar la golpeada economía argentina, que ahora crece en forma de ‘V’ y necesita seguir su aceleración para cumplir con los objetivos de reducir la pobreza, el desempleo y la expansión del PIB.
Para ello, Milei está buscando activamente un acuerdo comercial con EEUU, algo que el propio Trump dijo que está considerando mientras elogiaba el trabajo del presidente argentino.
Argentina y Estados Unidos quieren firmar un tratado de libre comercio. Pero no pueden. ¿Por qué? Por el Mercosur.
— Juan Doe (@jdoedoe101101) March 3, 2025
Como está la cosa hoy, Brasil tiene poder de vetar cualquier acuerdo comercial que haga Milei con Trump. Perdonenme pero eso está mal.
pic.twitter.com/tivACgktnI
El Salvador y la seguridad
Si Milei ha sido un ejemplo económico para la Administración Trump, el presidente salvadoreño Bukele lo es en materia de seguridad.
Bajo su gestión, El Salvador, otrora país más violento del mundo, empezó a ser un ejemplo de cómo combatir a las pandillas y de reinsertar a presos a la sociedad a través de un programa carcelario donde los criminales más violentos son enviados a prisiones de máxima seguridad y los reos comunes a cárceles donde se fomenta el trabajo y la buena conducta para incentivar el desarrollo del país y la recuperación del talento humano.
Con Bukele, de hecho, los asesinatos se redujeron a mínimos históricos y, según una encuesta de Gallup, un 88% de los ciudadanos salvadoreños confirma que su país está entre los más seguros del mundo.

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Ante este éxito, el secretario de Estado, Marco Rubio, viajó hasta El Salvador para reunirse con Bukele y lograr un trato inédito: un acuerdo entre Washington y San Salvador para enviar a criminales peligrosos a las cárceles salvadoreñas, generando beneficios económicos tanto para EEUU como El Salvador.
Bukele ya manifestó públicamente estar feliz de recibir a criminales de la peligrosa pandilla venezolana ‘Tren de Aragua’, carteles mexicanos o la propia Mara Salvatrucha.
Durante ese viaje, El Salvador y EEUU también firmaron un acuerdo sobre energía nuclear, demostrando el reciente interés de Washington en generar alianzas a largo plazo con los países latinoamericanos.
El gran problema de Venezuela
Cuando parecía que Washington estaba listo para acercarse al régimen socialista de Nicolás Maduro a cambio de un controvertido acuerdo migratorio-petrolero, Donald Trump sorprendió con un duro golpe asestado a la dictadura chavista: ordenó la revocación de las licencias petroleras para que el expresidente Joe Biden otorgó a compañías estadounidenses como Chevron para que compraran petróleo venezolano a cambio de garantías electorales en el país sudamericano.
Maduro, que el pasado julio de 2024 nuevamente cometió fraude electoral, reaccionó violentamente a la medida amenazando e insultando a Donald Trump y enviando a funcionarios encapuchados del régimen a rodear la casa de la líder opositora María Corina Machado, quien está desde hace meses en la clandestinidad en medio de una ola de persecución contra los activistas opositores.
Machado, que se enteró de la revocación de las licencias petroleras en una entrevista con Donald Trump Jr., elogió la medida del presidente Trump destacando que, gracias al levantamiento de sanciones por parte de Biden, Washington logró que el régimen de Maduro se financiera por años.
Machado cuestionó a Biden, acusándolo de apaciguar a Maduro, a quien señaló por enviar a criminales del Tren de Aragua a EEUU y de inundar de drogas al país.
Ahora, con la revocación de las licencias petroleras, parece que la Administración Trump está lista nuevamente para presionar a Maduro, y su potencial aliado para ello es una líder opositora conservadora que, además de agradecer a Trump el reciente gesto, ha prometido que está dispuesta a generar acuerdos económicos con Washington a cambio de que la Casa Blanca ayude a deponer al dictador chavista.
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