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Nawaf Salam, presidente de la Corte Internacional de Justicia, fue designado como primer ministro del Líbano

Fue nombrado por el nuevo presidente libanés Joseph Aoun después de obtener el apoyo de la mayoría de los parlamentarios. Se trata de un juez con una dura postura antiisraelí aunque también es crítico del grupo terrorista Hezbolá.

Nawaf Salam, primer ministro electo del LíbanoFadel Itani / AFP

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El nuevo presidente del Líbano Joseph Aoun designó este lunes a Nawaf Salam, presidente de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), como el nuevo primer ministro del Líbano después de que obtuviera la mayoría de los apoyos en una votación parlamentaria.

Salam, quien en el pasado también se desempeñó como representante del Líbano ante la ONU y cuenta con el apoyo de Arabia Saudita y Occidente, ahora tiene la responsabilidad de formar un nuevo Gobierno en el país árabe.

Aoun, exjefe del Ejército libanés, asumió la presidencia del Líbano el jueves pasado, acabando con un vacío presidencial de más de dos años.

Salam, que derrotó al primer ministro interino Najib Mikati, obtuvo 84 votos de los 128 del Parlamento, en tanto que su rival recibió nueve y el resto de los legisladores se abstuvo en la votación. 

El primer ministro designado recibió el apoyo de fuerzas políticas opositoras al grupo terrorista Hezbolá, que cuenta con 15 miembros en el Parlamento, ya que Salam ha criticado a esta organización en reiteradas ocasiones.

La  obsesión antiisraelí de Salam como presidente de la CIJ

El juez Salam, quien dejará su cargo en la CIJ para poder ocupar el puesto de primer ministro, ha manejado alrededor de 200 casos presentados contra Israel durante su mandato, fallando en todos ellos en contra del Estado judío.

Entre sus decisiones, hace algunos meses dictaminó que las políticas antiterroristas de Israel en la Ribera Occidental constituyen una política de “apartheid” y ordenó su retirada de esos territorios antes de finales de 2024. Sin embargo, se negó a condenar violaciones de derechos humanos en países como Irán y Siria. 

La elección de un juez suní como primer ministro del Líbano supone una decepción para Hezbolá. Aunque Salam tiene una fuerte postura antiisraelí, también se le considera opositor a Hezbolá, una organización terrorista chií enemiga del Estado judío.

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