Europa, en pie de guerra contra Musk

Francia quiere que la Unión Europea (UE) cabalgue a su lado contra Elon Musk después de que el hombre más rico del mundo irrumpiera en la política europea con una serie de comentarios sobre la actualidad del continente, desde las elecciones alemanas hasta un antiguo caso de violaciones masivas en Reino Unido. 

Para hacerlo, París exigió "firmeza" al órgano ejecutivo de la alianza, la Comisión Europea, mediante su ministro de Asuntos Exteriores, Jean-Noel Barrot. E incluso le arrojó una advertencia: si no aplica "las leyes que nos hemos dado para proteger nuestro espacio público”, tendrá que aceptar devolver la capacidad de hacerlo a los Estados miembros de la unión.

Las palabras de Barrot son la última carga de un alto funcionario europeo contra el dueño de X. Días antes, el presidente francés, Emmanuel Macron, lo acusó de respaldar "un nuevo movimiento reaccionario internacional" y de interferir "directamente en las elecciones, incluso en Alemania". El mismo día, el primer ministro de Noruega (no miembro de la UE), Jonas Gahr Støre, expresó preocupación por una posible interferencia de Musk, con su "enorme acceso a los medios sociales y grandes recursos financieros", en los asuntos europeos. 

Tan combativo como Macron estuvo Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España, quien acusó al sudafricano de encabezar una "internacional reaccionaria" que "ataca abiertamente a nuestras instituciones, azuza el odio y llama abiertamente a apoyar a los herederos del nazismo en Alemania". Desde este último país, el canciller Olaf Scholz había desdeñado el apoyo del hombre más rico del mundo al partido de oposición Alternativa para Alemania, aunque varios políticos locales se sumaron a las acusaciones de interferencia electoral. 

Un silencio "llamativo" de la UE

Un portavoz de la Comisión Europea aseguró que analizarían "cuidadosamente" el debate, pero que la mera expresión de los "puntos de vista personales" del hombre más rico del mundo no violaba ninguna norma.

Sin embargo, tanto políticos como medios locales han puesto el foco sobre el silencio de la presidenta de la comisión, Ursula von der Leyen, y otros altos cargos como la vicepresidente de Soberanía Tecnológica, Henna Virkkunen.

Algunos análisis, como el del medio francés Le Monde, especulan que el "llamativo" silencio podría deberse a la cercanía de Musk con Donald Trump, con quien quieren empezar con el pie derecho cuando asuma el 20 de enero.

Musk reabre el 'frente británico'

Los reproches vertidos desde París, Londres, Berlín y Oslo no amedrentaron a Musk, quien este miércoles volvió a acusar al primer ministro británico, Keir Starmer, de "esconder cosas terribles".

Musk volvió a referirse así al escándalo de las grooming gangs o bandas de acoso y abuso sexual de menores que operaron entre 1997 y 2013 en las ciudades inglesas Rotherham, Rochdale y Oldham. En una seguidilla de publicaciones, había acusado a Starmer, por entonces al frente de la Fiscalía de la Corona (2008-2013), de ser "absolutamente cómplice" de las violaciones masivas. Tanto medios como autoridades fueron acusados de encubrir la red, en parte por temor a recibir acusaciones de racismo (los criminales eran pakistaníes).

El premier devolvió el golpe, vinculando a Musk a la "extrema derecha" y, en respuesta a una pregunta sobre el empresario tecnológico, condenando a "quienes difunden mentiras y desinformación".

Musk exige una investigación, Starmer se opone. La oposición coincide con el primero. Este miércoles, tanto el Partido Conservador como Reform UK presentaron enmiendas a la propuesta de ley de Bienestar Infantil y Escuelas del Gobierno, quien afirma que esta ley mejorará la seguridad de los menores. Desde la oposición la entienden como una cortina de humo. Se niegan a dar su apoyo hasta que no se anuncie una investigación, como explicó Nigel Farage, líder de Reform UK:

"Rechazamos el proyecto de ley porque el Ministro del Interior no ha puesto en marcha una investigación pública nacional sobre las bandas de violadores".

Meloni defiende a Musk

Giorgia Meloni, otro de los aliados europeos de Musk, expresó su apoyo al magnate. "Elon Musk es un hombre brillante y siempre es muy interesante hablar con él", dijo la primera ministra italiana, en una reciente entrevista al Corriere della Sera.

Tras describirlo como una "gran personalidad de nuestro tiempo", afirmó que le "hacía sonreír bastante cuando los que hasta ayer exaltaban a Musk como un genio, hoy, en cambio, lo pintan como un monstruo sólo porque eligió la trinchera que consideran 'equivocada'".