La Policía Federal de Brasil acusa al expresidente Bolsonaro de intento de golpe de Estado tras elecciones de 2022

La Policía Federal de Brasil presentó cargos este jueves contra el expresidente Jair Bolsonaro por un supuesto intento de "golpe de Estado" destinado a frenar la toma de posesión de Luiz Inácio Lula da Silva tras las elecciones de 2022. La acusación que se extiende a otras 36 personas, entre ellas militares y exfuncionarios de alto rango, ha generado reacciones divididas, mientras que Bolsonaro y sus aliados denuncian persecución política.

Una acusación sin precedentes

El informe presentado por la Policía Federal a la Corte Suprema, acusa al expresidente y a su entorno de "abolición violenta del Estado democrático de derecho", "golpe de Estado" y "asociación ilícita". Entre los señalados se encuentran figuras de relevancia como Walter Braga Netto, exministro y compañero de fórmula de Bolsonaro en las elecciones de 2022, y Almir Garnier Santos, excomandante de la Marina.

Las autoridades afirman que existió una supuesta coordinación para mantener a Bolsonaro en el poder tras las elecciones de 2022, donde perdió por un estrecho margen ante Lula. Sin embargo, el expresidente ha negado rotundamente estas acusaciones, calificándolas de infundadas y atribuyéndolas a un intento de desacreditar su legado y a sus seguidores.

El documento de la Policía será remitido al fiscal general, Paulo Gonet, quien evaluará las acusaciones presentadas contra el expresidente Jair Bolsonaro y otras 36 personas. Gonet deberá decidir si respalda las conclusiones de la investigación para avanzar con un juicio o si, por el contrario, opta por archivar el caso y desestimar las denuncias.

Planes de magnicidio bajo escrutinio

Las autoridades también detuvieron a cuatro militares y un policía federal acusados de planear atentados contra el presidente Lula, el vicepresidente Geraldo Alckmin y el juez del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes. Aunque se ha relacionado a uno de los detenidos, el general Mario Fernandes, con los investigados en el informe de la Policía Federal, las pruebas sobre esta supuesta trama de magnicidio no han sido presentadas públicamente en su totalidad.

Un contexto marcado por la discordia

Tras las elecciones de 2022, Brasil vivió fuerte tensiones sociales, con manifestaciones y protestas de ciudadanos que exigían auditorías electorales. Entre los episodios destacados se encuentran los bloqueos de carreteras por parte de camioneros y los campamentos frente a cuarteles militares.

El 8 de enero de 2023, una semana después de la toma de posesión de Lula, se produjo un episodio de vandalismo en las sedes del Congreso, la Presidencia y la Corte Suprema en Brasilia. Aunque Bolsonaro condenó públicamente los actos violentos, sus opositores intentan vincularlo con los mismos, argumentando que forman parte de una supuesta estrategia para desestabilizar al Gobierno.