Perú: la Policía allana el Palacio de Gobierno y la casa de la presidenta Dina Boluarte

La Policía peruana allanó entre la noche del viernes y la madrugada del sábado el Palacio de Gobierno y la vivienda personal de la presidenta Dina Boluarte. Los agentes ingresaron en ambas -rompiendo, según medios locales, la cerradura de la segunda- en busca de relojes de alta gama que Boluarte no habría declarado.

El allanamiento es parte de una investigación preliminar por enriquecimiento ilícito y omisión de declarar en agravio del Estado. La pesquisa de la Fiscalía de la Nación fue antecedida por una investigación del medio local La Encerrona a partir de imágenes de la mandataria en actos públicos, tanto cuando era ministra como después de asumir la presidencia. De acuerdo con la misma, desde que asumió se dejó ver con 10 relojes nuevos, algunos de los cuales pueden "llegar a costar unos tres meses de sueldo presidencial".

Poco después de conocerse el allanamiento, el primer ministro, Gustavo Adrianzén, aseguró que había sido un "intolerable atropello a la dignidad de la Presidencia de la República y a la Nación que representa". "Estas acciones son desproporcionadas e inconstitucionales", aseguró también en declaraciones difundidas por AFP. La propia Boluarte se defendió de las acusaciones hace una semana, en palabras recogidas por El Comercio de Perú:

No es el primer escándalo que enfrenta la mandataria ni el Gobierno que encabeza, que tan solo a principios de mes vio dimitir a su primer ministro, Alberto Otárola, acusado de tráfico de influencias.

Aunque goza de inmunidad presidencial, Boluarte podría perder el cargo si el Congreso presenta y luego aprueba un pedido de vacancia. Dos bancadas aseguran que están recolectando firmas para comenzar el proceso de remoción. Roberto Sánchez, de Cambio Democrático-Juntos por el Perú, aseguró el miércoles a América Noticias que ya contaban con las firmas necesarias para presentar la moción.

La respuesta de Boluarte: "Inconstitucional, arbitraria, desproporcional y abusiva"

La presidente tardó apenas unas horas en emitir una respuesta oficial de su parte. Además de aclarar que no ha tenido una actitud rebelde frente a la Justicia, condenó la investigación en su contra, asegurando que socava la institucional del Gobierno.

"El país entero ha sido testigo como a altas horas de la noche un contingente numeroso de fiscales y policías irrumpió en mi domicilio dónde pernoctaba mi familia. Ha sido sorprendente como se violentó la puerta de mi hogar pese a que no había transcurrido el tiempo suficiente para que los miembros de mi familia puedan levantarse de su descanso, vestirse y abrir la puerta, más aún si tomamos en cuenta la hora”, inició Boluarte.

Aunque dijo ser “respetuosa de la acción fiscal”, calificó la medida de “inconstitucional, arbitraria, desproporcional y abusiva”. “Esta situación es sumamente grave y afecta los derechos de mi familia y gobernabilidad del país”, sumó.

Por último, desechó los rumores de renuncia y negó todas las acusaciones de corrupción en su contra, para luego pedir la confianza de sus ciudadanos.

“Hago un llamado a los congresistas a defender la institucionalidad, no al adelanto de elecciones. Esta presidenta no se rinde frente a este ataque sistemático y es respetuosa de la autonomía y decisiones. (...) Siempre he dicho que soy una mujer honesta. Entré con las manos limpias y así me retiraré en el año 2026. No estoy detrás de lobbies y negociados, y quien vendió la historia de los relojes lo sabe porque no soy corrupta. Tengan confianza en esta madre de familia que, como muchos de ustedes, se esfuerza en trabajar por los más de 33 millones de peruanos”, concluyó.