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El malabarismo de la Fed: por qué esta semana importa más de lo que usted cree

La última lectura de la inflación PCE se situó en el 2,1% en abril, muy por debajo de la proyección de marzo del 2,7%. La inflación subyacente PCE, la medida preferida de la Fed, se sitúa en el 2,5%, también por debajo de su previsión del 2,8%.

El presidente de la CEF, Jerome Powell

El presidente de la CEF, Jerome PowellChris Kleponis/AFP.

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Just The News / Orphe Divounguy / The Center Square  

Esta semana se celebrará la reunión más esperada en lo que va del año de la Reserva Federal (Fed). Cuando su presidente, Jerome Powell, suba al podio el miércoles por la tarde, se enfrentará a un rompecabezas que desafiaría a cualquier banquero central: una economía que envía señales contradictorias mientras que la incertidumbre por la política comercial nubla el horizonte. 

Las cifras cuentan dos historias

El mercado laboral emite advertencias que no pueden ignorarse. Las peticiones iniciales de subsidio por desempleo se han mantenido en 248.000 durante la semana que finalizó el 7 de junio, marcando un máximo de ocho meses. Lo más revelador es que las solicitudes continuas de subsidio de desempleo han aumentado aproximadamente un 7% por encima de los niveles de 2024, y sólo la mitad de las industrias estadounidenses están creando empleo. Si esta tendencia continúa, podríamos ver cómo el desempleo alcanza o supera la proyección de marzo de la Reserva Federal del 4,4% a finales de verano.

Sin embargo, la inflación presenta un panorama más alentador. La última lectura de la inflación PCE (Gasto en Consumo Personal) fue del 2,1% en abril, muy por debajo de la proyección de marzo de la Fed del 2,7% para 2025. La inflación subyacente PCE, la medida preferida de la Reserva Federal, se sitúa en el 2,5%, también por debajo de su previsión del 2,8%. Estas cifras sugieren que la política restrictiva de la Fed está funcionando, quizá mejor de lo esperado.

El comodín de los aranceles

Lo que quita el sueño a sus funcionarios no son los datos actuales, sino la incertidumbre en torno a la política arancelaria. Como Powell enfatizó en mayo, "lo correcto es esperar más claridad" sobre cómo las medidas comerciales afectarán a la economía. La Fed aprendió de la guerra comercial de 2018-2019 que los aranceles pueden impulsar simultáneamente la inflación al tiempo que frenan el crecimiento, creándole una pesadilla.

Las expectativas del mercado reflejan esta cautela, con los precios de los futuros mostrando casi ninguna posibilidad de un recorte de tasas esta semana y solo una probabilidad entre cinco de un movimiento en la reunión de julio. Esto supone un cambio significativo con respecto al comienzo del año, cuando los operadores apostaban por múltiples recortes a partir de este verano.

El gasto de los consumidores y la compra de viviendas anuncian problemas

La debilidad de la economía está empezando a manifestarse allí donde más importa a los estadounidenses de a pie. Las ventas de viviendas se mantienen estancadas en comparación con el año pasado, rebotando en el fondo, lo que provoca que la confianza de los constructores siga siendo frágil y que la construcción de viviendas tienda a la baja. Este estancamiento del mercado de la vivienda refleja tanto los elevados costes de los préstamos como la incertidumbre de los consumidores.

Tendencia que podría empeorar si los consumidores se retraen y aumentan el ahorro por precaución. Es probable que las ventas al por menor se debiliten en los próximos meses a medida que los hogares se preparan para un entorno económico incierto.

Qué significa la decisión del miércoles

A diferencia de reuniones recientes, la de esta semana incluirá proyecciones económicas actualizadas y el muy observado diagrama de puntos (dot plot que muestra hacia dónde esperan cada uno de los miembros de la Fed que se dirijan los tipos de interés. Estas previsiones serán cruciales para entender cómo ven los responsables la disyuntiva entre respaldar a un mercado laboral en debilitamiento y gestionar los riesgos inflacionarios relacionados con los aranceles.

Powell se enfrenta a un delicado reto comunicativo. Tiene que señalar que la Fed está dispuesta a amparar a la economía si las condiciones se deterioran, evitando al mismo tiempo cualquier apariencia de doblegarse ante la presión política por una política pública más fácil

Conclusión

Es casi seguro que la Reserva Federal mantendrá los tipos esta semana, pero los comentarios y proyecciones que la acompañen serán mucho más importantes que la propia decisión. Con el mercado laboral mostrando claros signos de enfriamiento y la inflación acercándose al objetivo de la Fed, el banco central está posicionado para recortar los tipos a finales de este año.

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